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Ruby (foto)

Ojalá pudiera oír la voz de mis padres otra vez. Ojalá pudiera llamar a casa desde una cabina de teléfono solo para ver si ellos me responden. Como si todo hubiese sido una broma y ellos siguiesen vivos, planeando su siguiente viaje, al que me apuntaré seguro. 

Todo por esa estúpida segunda luna de miel. Si se me hubiese metido entre ceja y ceja el querer acompañarlos... ni siquiera yo estaría aquí. 

Todavía tengo la extraña esperanza de que me llegue una carta que diga que mis padres están vivos y que desean que vuelva a casa, porque este lugar no es para mí. Porque yo tengo que estar en Nueva York, tomando un taxi mientras alzo la mano, vistiendo mi moderno uniforme de colegio, con mi mochila de cuero negro colgada de los hombros, mascando chicle y deseando llegar a casa para poder leer mi revista favorita. 

Pero nada de eso va a pasar. No pasó ayer, no pasará hoy y tampoco mañana. Yo vi a mis padres muertos. Tuve que estar allí de pie, enfundada en un traje gris, mientras se llevaba a cabo el funeral. No pedí ver a mis padres. No de esa forma. No cuando sabía que estarían blancos como la cal y fríos como el hielo. Esos no serían ellos, solo sus cuerpos. 

Ahora siento como si me estuviese encerrando en mí misma. Ruby Heckenberg se está haciendo pequeña en este colegio. Ni siquiera ser la chica nueva me está haciendo un favor a mi popularidad. 

Si hay algo que me gusta de estar aquí es todo el tiempo que puedo pasar pretendiendo hacer tareas y estudiar. 

Hay veces en las que estoy con Ginny, Neville y Luna. Quienes al parecer son bastante amigos suyos. Son majos, sobre todo teniendo en cuenta que en clase de Herbología estoy junto a Neville y puedo imitar todo lo que él hace. Ganándome felicitaciones por parte de la profesora Sprout. Luna es la chica que me intercambió su revista por un billete de diez dólares. Todavía tengo la revista sobre la mesilla, como si fuese una especie de souvenir exótico. 

A ellos les gusta sentarse en los jardines, bajo cualquier árbol y hacer la tarea o charlar. Cuando me invitan siempre me apunto, no me gusta rechazar una invitación. Normalmente no participo mucho en sus conversaciones, casi siempre porque no entiendo muy bien de lo que están hablando. 

Ruby de Nueva York: 

¡Me has escrito! Y bastante rápido por lo que parece. No esperaba una carta tuya hasta dentro de unos meses, cuando te hubieses aburrido de la novedad que supone el colegio y sintieses la necesidad de tener contacto con el mundo exterior. 

Tu lechuza es bonita pero... no entiendo mucho de lechuzas, solo de objetos de broma. Por cierto, que tu lechuza tenga tu mismo nombre es un poco raro. Cada vez que tengo que llamarla me siento mal. 

Te alegrará saber que hemos perfeccionado el liquido de la verdad, o no. Supongo que a partir de ahora no aceptarás bebidas de extraños. 

Uno de los otros experimentos salió mal. Fred y yo acabamos cubiertos de polvo morado y tuvimos la cara y las manos de ese color durante toda la noche. Tuvimos que ducharnos al menos siete veces para hacer que el color se viera más natural. 

¿Natural? Como si el color morado en la piel fuera normal. Suelto una risa mientras me paseo por la habitación. 

Me alegro de que te haya tocado Gryffindor. Tienes pinta de ser una. Seguro que el rojo y el amarillo te quedan muy bien. 

¿Estás con Ginny? No sé si es buena compañera de cuarto, espero que sí. (Hermione nunca ha tenido queja cuando ha dormido en casa de mis padres). No te voy a pedir que tengas un ojo en ella... pero si lo haces, no te voy a culpar. 

Pide permiso cuanto antes para ir a Hogsmeade. ¡Te encantará sentir que vuelves al mundo exterior! La espera hasta Navidad se te hará más corta. 

George. 

Me alegra el día recibir la carta. Es como saber que hay alguien ahí fuera que sigue conociendo mi existencia. No he desparecido del mundo real, hay gente ahí fuera que sabe que existo aquí dentro. 

-Ruby -me llama Ginny mientras se asoma por la puerta de la habitación-. ¿Quieres venir a ver las pruebas de Quidditch? 

-Ese es el deporte más popular, ¿no? -pregunto mientras tomo mi abrigo y bufanda. 

Hoy no llevo uniforme y me he decido por algo sencillo, cómodo y calentito. Los otoños aquí son como los de Nueva York. Si los inviernos van a ser iguales... va a hacer mucho frío. 

-Sí -responde mientras bajamos a la sala común de Gryffindor-. Puedes sentarte junto a Hermione en las gradas. 

-¡Genial! -exclamo mientras saludo a Hermione con la mano. 

Me siento con ella en todas las clases de Historia de la Magia, aunque solemos estar en silencio mientras escuchamos el discurso del profesor. Por eso no la conozco demasiado bien, a parte de saber que es la mejor amiga de Ron y Harry, o que sus padres son muggles. 

El campo de Quidditch tiene forma ovala y una gradas altísimas. Pero, claro, cuando tus jugadores no tocan el suelo... necesitas estar a su altura para disfrutar del partido (y no tener que partirte el cuello mientras lo inclinas hacia atrás). 

No hace el mejor de los días, la verdad, parece que va a llover en cualquier momento. Pero, de nuevo, ¿cuándo hace buen tiempo en Ingleterra? Casi nunca. 

Hermione saluda a Ron tímidamente desde las gradas y yo me dedico a observar todo el jaleo que ocurre ahí abajo. Es como una masa de personas incontrolables. Menudo bullicio. 

Me doy cuenta de que Luna también está en las gradas por lo que me disculpo un momento y bajo a saludarla. Sé que ella no es de esta casa pero es tan dulce que le da igual apoyar a otras, o eso creo... 

Oficialmente he perdido la virginidad del Quidditch. Y eso acaba de sonar fatal. Bueno, es la primera vez que veo un partido, o un simulacro de partido/pruebas... Creo que cuenta como primera vez. 

Perder la virginidad es quedarse cortos. ¡Pero qué mierda le pasa a esta gente! Los chicos y chicas se caen de sus escobas constantemente y se estampan, tal y como suena, contra la hierba. No sé como es que salen vivos. 

Al final, Ron es... lo que quiera que sea. Portero o algo de eso.. nadie me ha dicho como se llamaba el puesto al que aspiraba. Y está feliz por lo que yo me alegro por él. 





MI RUBY [George Weasley] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora