MI RUBY [George Weasley] EDITANDO

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Ruby (foto)

Querido George: 

Estoy completamente desesperada. ¿Sabes lo que es pasarse las horas caminando por los pasillos de Hogwarts sin encontrar a nadie? Ahora hablo hasta con los cuadros. ¡Con los cuadros! Cómo si tuvieran algo interesante que contar. 

Creo que me estoy volviendo loca, sobretodo ahora que me doy cuenta de que tal vez hubiera sido mejor ir a Nueva York. Pero, ¿qué iba a hacer allí? ¿Estar sola en casa y montar fiestas todos los días del verano?  No puedo volver allí sola. Solo de pensar quedarme sola en ese lugar... comenzaría a pensar en mis padres y me volvería loca. 

Tampoco puedo estar allí sola y soportar a todos mis vecinos preguntándome por mi vida, son todos unos cotillas. No podría exponerme a todos los cuchicheos sobre yo estando sola en casa. Seguro que pensarían que ahora vivo sola. ¡Ya puedo imaginarme a todas las vecinas trayéndome comida para que no tenga que cocinar! Más de una incluso se ofrecería a llevarme con ella a la manicura. ¡Solo por fingir ser un alma caritativa! A las ricas les gusta mucho eso de fingir... No a mí, te lo aseguro. 

No puedo esperar a que sea la boda para verte. Voy a pedirle a Minerva que me deje ir a Londres para comprarme un traje. Ella seguro que ni se da cuenta de que me he ido. Está muy triste desde... bueno, ya sabes desde cuando. 

Te echo de menos. Ruby. 

Mi Ruby: 

¡Estás de suerte! Mi madre ha aceptado que pases el resto del verano en casa... pero tendrás que compartir habitación con Ginny y Fleur, ya que Charlie vendrá para la boda. ¿Alguna vez has ido de acampada? Espero que no te importe dormir en una cama de esas. 

Ven a casa después de comprar tu traje en Londres. Esta vez puedes esmerarte un poco más que en navidades, puedes ir todo lo elegante que quieras. Ninguno llevaremos vaqueros, te lo aseguro. 

Ven pronto. George. 

Le pido a Minerva permiso para irme a casa de los Weasley  y ella, como está tan ocupada, acepta casi enseguida. Antes de nada preparo una maleta con las cosas que voy a necesitar y viajo a Londres. Me alojo en un hotel durante los dos días que me lleva encontrar un vestido para la boda. Me recorro prácticamente todas las tiendas de Londres. 

El quince de Julio llego a la Madriguera. Y, efectivamente, está como antes. Como si nada hubiera pasado. Llego a la hora de la cena. 

-Ruby -saluda la señora Weasley mientras arrastro mi baúl hasta el interior de la casa. 

-¡Hola! -saludo-. Siento no haber llamado a la puerta... tenía las manos un poco ocupadas -digo mientras señalo con la barbilla a mi baúl. 

-Déjalo ahí, yo me encargo -me ordena mientras se acera para agarrarme las mejillas-. ¿Estás bien? ¿Has tenido algún problema para llegar? -pregunta con su tono de madre. Mi corazón se derrite bajo tanto cariño. 

-No, he llegado perfectamente -le aseguro sin ocultar mi sonrisa-. Minerva prefería que me fuera de Hogwarts, me estaba aburriendo demasiado. 

-Pobre -murmura mientras me abraza-. Una chica joven encerrada en ese castillo en pleno verano... después de lo que ha pasado. 

La señora Weasley termina el abrazo y comienzo a colocarme bien mi blusa de verano. 

-¡Ruby! 

Me giro con una gran sonrisa tirando de mis labios cuando escucho a George decir mi nombre. Ni siquiera me da tiempo a decir algo antes de estar envuelta en un abrazo. Aprieto mis brazos por detrás de su espalda durante unos segundos, hasta que me doy cuenta de que el resto de la familia ha llegado a la entrada.