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Collar de Ruby, regalo (foto)

Preparo mi maleta con toda la ilusión del mundo. Solamente meto la ropa que creo que voy a necesitar, y el álbum de mis padres (que no puede faltar). Estas navidades no he visto la cabalgata en Nueva York, tampoco he ido de comprar en el Viernes Negro. No he comido perritos de un puesto en Central Park, ni he ido en coche con mis padres a ver cómo han decorado las casas con las infinitas luces y las sintonías de radio navideñas... 

Pero a cambio de eso, voy a tener una buena cena en familia. Con una familia diferente, pero igual de especial. Soy afortunada, lo sé. 

He estado un rato sentada en la parte común del tren, junto con Ginny. Pero tengo ganas de ir a ver qué hacen Harry y Ron. Sobretodo después de ver a Hermione llegar hasta el lado de Ginny y dejarse caer mientras gruñía. 

-Ahora vuelvo -me excuso antes de tomar mi bolso y alejarme. 

Me detengo en la puerta de su compartimento cuando veo dibujado en el cristal un corazón con R+L dibujado en el interior. Frunzo el ceño ante el corazón y deslizo la puerta lentamente. 

-¿Qué tal, chicos? -saludo-. Ron, creo que alguien te ha dejado un mensaje de amor en la puerta -comento mientras tomo asiento junto a Harry. 

-Tú eres chica, ¿no? -pregunta Ron mientras se inclina hacia delante y apoya los codos sobre las rodillas. 

-La última vez que lo comprobé, sí, era una chica -respondo con sarcasmo. 

-¿Y todas besáis igual? -pregunta sin tener en cuenta mi sarcasmo. 

-¿Esto es una especie de broma? -pregunto con una ceja levantada y mirando de Harry a Ron. 

Harry levanta las manos en señal de inocencia, Ron niega con la cabeza. 

-¿Todos los chicos besan igual? -pregunto-. ¿Cómo se supone que voy a saberlo? Nunca he besado a una chica. 

Los dos se lanzan miraditas. 

-Sea lo que sea, decidlo. Soy estadounidense, no me asusto fácilmente -los insto. 

-¿Cómo le dirías a una chica que usara menos la lengua? -pregunta Ron. 

Rompo a carcajadas y me inclino mientras me agarro el estómago. 

-Lo siento, lo siento. Tienes razón, la centrifugadora no es la mejor técnica de morreo. Tal vez la chica necesita más práctica -ofrezco con seriedad. 

-¿Práctica? -se burla Harry-. Si practica más se va a quedar sin labios. 

-¡Jesús! Entonces tenemos un problema grave. No es que ella sea mala, es que es una bestia -digo con horror-. Amigo, si la cosa es todo físico, es mejor que te limites a un solo día -le aconsejo antes de salir. 

-Entonces, ¿no hay posibilidad de hacer que se relaje? 

-Eh... sinceramente, si no te gusta lo intensa que es. Es mejor que cortes con ella -sigo aconsejando-. Al menos, eso es lo que yo pienso. Una pareja no puede funcionar a dos velocidades distintas.

Los dos permanecen en silencio. 

-¡Me alegra haberos ayudado! Cuidad vuestros corazones, chicos -digo mientras salgo del compartimento con una gran sonrisa de satisfacción. 

¡Qué bien sienta ayudar a la gente! 

En casa de los Weasley, vuelven a asignarme la habitación de Charlie. La encuentro tal y como la dejé. Coloco mi maleta en una de las esquinas y bajo las escaleras al salón. 

MI RUBY [George Weasley] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora