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No sé cómo lo ha hecho Ginny pero ha logrado colocar a un gnomo vestido de ángel en la cima del árbol de navidad. 

George y yo llegamos justo cuando por la puerta principal están entrando dos persona nuevas, invitados. La mujer tiene el pelo oscuro con un extraño flequillo y ojos marrones. El hombre tiene los ojos azules, el cabello castaño claro, algo de barba... o bigote (no sé mucho de estas cosas), su piel es pálida e incluso desde donde estoy puedo ver las muchas cicatrices que cruzan su rostro. 

-¡Oh, sí! -exclama la señora Weasley mientras nos ve entrar-. Y esta es Ruby -explica mientras hace un gesto para que me acerque. 

-Hola, soy Tonks -saluda la mujer mientras extiende su mano y la estrecha con la mía. 

-Hola -saludo mientras sonrío amablemente. 

-Yo soy Remus -se presenta el hombre mientras también estrecha mi mano. 

-Ruby -me presento, aunque Molly ya ha dicho mi nombre. 

-Será mejor que todos nos sentemos a cenar -comenta la señora Weasley-. ¡Ron! ¡Harry! -comienza a gritar, aunque deja de hacerlo cuando los ve a los dos sentados en la mesa. 

Tomo asiento junto a George y Ginny. Los adultos se sientan en una de las esquinas de la mesa... como si eso de separar a los adultos de los jóvenes fuese algo que sale al natural. 

Disfruto de una deliciosa cena de Nochebuena con una compañía increíble. Muchas veces siento que todo el mundo está dándose cuenta de las miraditas que nos lanzamos George y yo, pero termino declarándome a mi misma que solo estoy siendo paranoica. 

-Y ahora los regalos -anuncia Molly mientras llega de nuevo a la mesa cargadas de paquetes envueltos de forma casera. Entrega los paquetes mientras dice los nombres de Ginny, Harry, Fred, George y... ¿yo? 

Tomo el paquete mientras frunzo el ceño con confusión. ¿Yo tengo un regalo también? 

Suspiro de forma temblorosa mientras abro el regalo y saco un chaleco bordado con la inicial de mi nombre en él. El chaleco es de un rojo oscuro y la letra es de color amarillo. Como los colores de Gryffindor. Sonrío mientras lo miro extendido y lo vuelvo a doblar de nuevo. 

No sé por qué lo hago pero me levanto de la silla y envuelvo a la señora Weasley en un abrazo. Hecho tanto de menos a mis padres que solo tengo ganas de encerrarme en un cuarto oscuro y llorar hasta quedarme seca. 

-Gracias -digo mientras la abrazo y procuro no llorar. 

Me seco las lágrimas con el dorso de la mano y vuelvo a mi sitio. Me quedo de pie. 

-Yo también tengo un regalo para vosotros -comienzo, y todo el mundo deja de hablar para prestarme atención-. Es un regalo para toda la familia, la verdad. El regalo es una invitación a mi casa de verano en Los Hamptons, Nueva York. Podéis ir cuando queráis y traer a toda vuestra familia -digo mientras sonrío-. Creedme habrá sitio de sobra para todos. 

-¿Estás segura, Ruby de que puedes hacer eso? -me pregunta Molly con cariño. 

-Sí, lo he consultado con mi tía abuela y le ha parecido buena idea. Podéis ir a pasar todo el verano allí, junto a la playa... aunque también tiene piscina -aseguro con una gran sonrisa de satisfacción. 

La cara de Ron se ilumina ante la idea de pasar un verano en Nueva York. Sin tener que pagar nada, además. 

-Muchas gracias, Ruby -dice el señor Weasley-, pero... ¿de verdad que no te importa? 

-¡Para nada! -aseguro mientras agito la mano-. Es una casa enorme y que ahora está sin utilizar. De todas formas también está la casa de Nueva York, cerca de Central Park. 

MI RUBY [George Weasley] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora