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No tardamos mucho en ver las grandes diferencias con respecto al año pasado. Aguantamos más o menos una semana antes de que alguien estalle. Después de ver todos esos carteles pegados en las paredes de Hogwarts, ensalzando la superioridad de los puros de sangre. 

-Los muggles son unos sucios -comienza a decir la profesora Carrow en clase de Estudios Muggles, que ahora es obligatoria. 

La mujer lleva siempre su pelo rubio recogido de forma muy tirante. Tenemos dos libros: «Sangre sucia: cómo detectarlos y Cuando los muggles atacan»

-Son seres inferiores que se esconden detrás de sus tecnologías. 

Cada clase es prácticamente lo mismo. Hasta que Neville, sentado a mi lado, explota. 

-¿Cuánta sangre muggle tiene usted? -pregunta indignado mientras se levanta del asiento junto a mí. 

La profesora Carrow se sorprende al oír las palabras y se gira sobre si misma para buscar al que ha formulado la pregunta. Neville sigue de pie junto a mí. 

-Señor Lomgbottom, acérquese -pide la profesora con frialdad. 

Neville recorre el pasillo central de la clase hasta donde está la profesora. La mujer saca algo de la capa y comienza a jugar con ello. 

-¿Alguien sabría decir que es esto? -pregunta mientras nos lo muestra. 

La luz de la mañana se refleja en la afilada plata. Me levanto de mi asiento. 

-Es una navaja de mariposa o abanico de doble filo -respondo con una ceja levantada en señal de desafío. 

-Bien, señorita Heckenberg. Supongo que sabrá para qué sirven las navajas y los cuchillos -continúa mientras rodea a Neville. 

-Para cortar -respondo a la misma vez que un rápido movimiento ella hace un corte en la mejilla de Neville, uno poco profundo pero que rápidamente comienza a sangrar. 

-Puede volver a su sitio, Longbottom -ordena la profesora Carrow-. ¡Qué les sirva a todos de ejemplo para la próxima vez! 


Acompaño a Neville a la enfermería, donde Madame Pomfrey aplica un ungüento sobre la herida. Después acudimos a clase de Herbología, con la profesora Sprout.  

-Tenemos que hacer algo -declara Ginny mientras estamos haciendo la larga lista de deberes en la sala común de Gryffindor. También hemos invitado a Luna. 

-Convoquemos al E.D -propone Neville. 

-¿El E.D? -pregunto con los ojos muy abiertos-. ¿Esos no son...? -pregunto mirando a Ginny. 

-Sí -me corta ella. 

Son el mismo grupo del que forman parte los que trasladaron a Harry a la Madriguera. 

-¿Qué tengo que hacer para unirme? -pregunto con decisión mientras aprieto mi libro de Estudios Muggles. 

-¿Quieres unirte? -pregunta Neville con escepticismo. 

-¿No es lo que queréis? ¿Conseguir volver a reunir a los estudiantes que formaban parte? -pregunto con una ceja levantada-. Me apunto. 

-Será peligroso -asegura Ginny. 

-Lo sé, Ginny, pero quiero ayudar -aseguro mirándola a los ojos-. ¿Qué vais a ir de uno en uno preguntando por ahí? 

-Eso sería demasiado sutil -dice Ginny-. Tiene que ser algo más... llamativo. 

-Graffitis -sugiere Luna con su vocecita. 

Graffiti, un mensaje callejero, directo y conciso. La forma que tiene los rebeldes antisistema de revelarse. 

MI RUBY [George Weasley] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora