Y no puedo recordar cuando la vi por última vez
Estábamos corriendo por ahí y teniendo emoción
Pero el asiento trasero esta tan solo sin ti
Se que estas en tu hogar
Estaba pensando en ti.—Misfits.
Durante los dos meses que duró mi rehabilitación Regina estuvo cada segundo a mi lado, y en ese pequeño periodo de tiempo, había aprendido a amar a mi familia, tanto como ellos a ella. Fue una buena temporada, a pesar de tener medio cuerpo machacado. Naturalmente, la convencí para que siguiera viviendo con su familia, pues yo no quería bajo ningún motivo, que se rompiera sus lazos con ellos, eran parte de su vida y quería luchar por convencerlos de lo bueno que puedo llegar a ser. Tenía claro, por supuesto, que sería sumamente difícil, pero igual iba a intentarlo con todas mis fuerzas.
Cuando por fin me dieron de alta del Hospital y me dijeron que podía regresar a casa, lo primero que hice fue organizar una pequeña fiesta con mi familia y amigos, para conmemorar que había salido de aquella crisis (De hecho fue una completa excusa para poder beber un poco, dos meses sin probar un solo trago de cerveza, mataban a cualquiera). Invite a Regina, para presentarla formalmente como mi novia y la cosa resultó ser un completo éxito, porque se llevo de maravilla con cada miembro de mi familia.
Todo iba realmente genial en esa temporada, trataba de no tener ningún contacto con su familia y puedo jurar que ellos no me querían ni ver en pintura.
Había hablado infinidad de veces con mis padres para que me dieran algún tipo de consejo, pero siempre, sin importar que, a la única conclusión a la que llegábamos era que debía darle tiempo al tiempo. Dolía, pero la verdad como estaban las cosas era lo más correcto. Y así pasaron dos navidades en las que estábamos completamente felices y enamorados. Incluso puedo presumir que no había pareja más perfecta que nosotros.
En ese lapso de tiempo, había convencido a mis padres para que me dejaran adoptar dos perritos que había encontrado en las calles en cierta ocasión cuando acompañe a Regina a una plaza. Al parecer ese perrito color negro, pequeño y peludo, no quería separarse de su gran amigo color arena, enorme e imponente, que tenía la pata derecha hecha pedazos a causa de la estupidez de algún idiota. Regina comenzó a llorar en cuanto los vió y bueno, yo quede enamorado de su amistad, porque de cierto modo me recordaron a Abel y a mí. Así que sin pensármelo dos veces decidí llevarlos a casa y desde ese día Sid y Agust son mis mejores amigos caninos.
Ya me había graduado no hace mucho y había metido solicitud en mi universidad para estudiar una maestría. Ella había hecho lo mismo, pero con forme a su carrera. Y a pesar de estar siempre ocupados con tarea y trabajo, siempre encontrábamos tiempo para estar juntos, sacabamos a pasear a nuestra pequeña jauría de perros, a algún parque y siempre que pasaba a su casa en mi auto (porque nunca me aleje por completo) ella salía a toda prisa y sin hacerme esperar.
Así es, Regina y yo éramos realmente felices, se llevaba muy bien con Ana y con Misra e incluso la zorra de mi amiga le contó cuando me beso y lo "linda" que me veía con el cabello largo. Todo aquello era completamente vergonzoso, pero eran cosas que tenía que saber, supongo.
También le hable de Abel, le dije que era mi mejor amigo, porque realmente para mí nunca había dejado de serlo. Le conté del día en que me declaro su amor hasta del día en que lo deje de ver. Me habló de sus ex novios y yo le hable de Melani, no teníamos secretos y hasta la fecha supongo que no los tenemos.
Hasta que un cierto día, decidimos que sería bonito casarnos, vivir juntos, tener una gran casa y un montón de perros corriendo por cada rincón de ella. También nos habían surgido las ganas de tener un bebé e incluso, habíamos investigado infinidad de formas de que una pareja como nosotros podría tener un hijo. Pensamos en la inseminación artificial, hasta en la adopción y justamente esa fue por la que nos decidimos.Pero antes de que pudiéramos planear cualquier etapa de nuestras vidas, teníamos que arreglar las cosas con su familia a como dé lugar.
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Víctor contra Victoria. |La historia de un tránsgenero|
AléatoireLa vida es una aventura, siempre lo he dicho, nuca me he jactado de tener un pensamiento igual al resto del mundo, jamás he logrado encajar como debería en ningún sitio y eso es porque no me siento parte de ningún lugar. Tengo miedo a decepcionar a...