Liam.
-Oh querido, es un gusto. Emma nunca nos había traído un chico a casa.- dice la señora Foster tomándome las manos.
Observo a Emma de reojo y veo que sus mejillas están teñidas de rojo.
La verdad es que no se por qué he dicho que soy su novio. Al entrar en su casa y verla en su ámbito familiar se me vino la imagen de Connor cenando con su familia. Y pensé, ya, ¿por qué no? Si digo que soy su novio después no podrá traer a Connor a casa y presentarlo como su pareja.
Ya sé, fui un imbecil egoísta, pero en fin, antes de decirlo no me parecía tan mala idea como ahora.
Cuando la señora Foster se va de la cocina, disculpándose con que tiene trabajo que hacer. Emma se planta frente a mi con la cara roja, de la vergüenza y de la furia.
-¿Qué fue eso Liam?- me pregunta mirándome directo a los ojos.
Joder, sus ojos color miel son los más bonitos que he visto en mi vida.
-Tenemos que hablar Emma, no podemos seguir con este juego de "aquí no ha pasado nada" con todo lo que ocurrió entre nosotros.- digo y trato de tomar una de sus manos, pero la aparta al instante.
-Ese es tu juego, no el mío.
Y aquí va Emma la terca y desafiante.
-Hablemos Emma.
Me indica que la siga y vamos hacia el patio de atrás, nos sentamos sobre el césped y me mira a la espera de que hable.
Bien, aquí tu oportunidad para evitar que esta increíble chica te olvide.
Emma.
Nos sentamos en el césped de mi patio y lo observo a la espera de que hable. Mira sus manos, el cielo, el jardín, y luego a mi.
-No sé por donde empezar Emma. A ver, cuando me desaparecí de esa manera no fue porque no me gustaras, ni porque me arrepentí de que nos besáramos. Fue por un problema que tuve con mi padre...que tengo con mi padre, que esa noche llegue borracho a tu casa, y también fue el motivo por el que me fui todo el verano. Necesitaba tiempo para asimilar todo, y la verdad es que cuando nos besamos sentí...-dice quedándose en la mitad de la frase.
-¿Qué sentiste Liam?
-Sentí algo raro, algo que no había sentido nunca al besar a alguien. Y yo me asuste Emma, joder, huí como un cobarde. Me asuste por ver el ritmo que llevaban las cosas entre nosotros y por esa conexión desconocida que sentí. Y eso, más lo de mi padre. Fue demasiado.
Por algún motivo, sus palabras me duelen. Me duelen saber que Liam desapareció de esa manera por tener miedo, por no querer avanzar conmigo. Porque yo si quería avanzar con él. Pero aunque sea, ya tengo los motivos de su desaparición y eso por otro lado me alivia.
-¿Qué pasó con tu padre Liam?-pregunto depositando mi mano sobre la de él. Liam respira hondo y me acaricia la palma con las yemas de sus dedos.
-La verdad es que no quiero hablar de eso ahora.- dice finalmente.
-Esta bien. Cuando tu quieras hablar sobre ello, sabes que siempre estaré para ti.- afirmo mirándolo fijamente como él está haciendo conmigo.
-Y yo estaré para ti Em, pero...¿dónde nos deja esto?- pregunta presionando mi mano entra la suya, enviando una pequeña lombriz eléctrica alrededor de mi brazo.
-Podemos ser amigos. Creo que eso es lo que debemos hacer, es mejor que ser dos desconocidos que se conocen. Tu no quieres avanzar conmigo, y esta bien. Y la verdad Liam, que después de todo, yo no tengo ganas de nada. Tengo que decirlo, me importas, pero me hiciste creer que eras alguien que no eres, y no sé...es tan confuso.
Liam.
Podemos ser amigos.
Las palabras resuenan en mi cabeza como un disco rayado.
La he perdido, y ahora está con alguien más y me está pidiendo que seamos amigos.
No, no puedo perderla. Tengo que intentar algo.
-Esta bien, amigos.- digo sonriéndole.
Ella me sonríe de vuelta, pero esa sonrisa no llega a sus ojos.
Y es entonces cuando mi mente empieza a idear todo un plan para que Emma sea la chica que sonreía detrás de mis notas en la biblioteca. Para volver a ganarme su confianza.
No quiero que me olvide. Sé que además de sentir celos por Connor, le envidio. Porque quiero ser yo quien pueda ver a Emma todos los días, quien pueda tocar su cabello, y besarla cuando se le plazca. Tengo que ser yo.
No hay otra chica como ella. Ninguna tiene ese hermoso cabello que hace chispas con el sol, ni su perfume de frutilla, ni sus ojos color miel brillantes, ni esos labios tan suaves y bonitos. Ninguna es como Emma.
Tengo que recuperarla.
Prepárense todos, el chico de las notas está de vuelta muchachos.
Emma.
Hola Em, sé que esto es un poco raro pero en fin, ya no compartimos clases ni una biblioteca. Pero si la universidad, así que pensé que el mejor lugar para dejarte esta nota era tu casillero.
Te quería preguntar si quieres salir el viernes por la noche.
En plan amigos, como quedamos.
Saludos, Liam/tu amigo.
Tomo la nota entre mis manos y la leo mientras sonrío. Busco mi block de notas y un bolígrafo y escribo mientras camino hacia su casillero.
Acepto la invitación. Pasa por mi a las ocho (como dicen las chicas en las películas de adolescentes).
PD: No es raro hablar por notas. Después de todo, así somos Liam.
Meto la nota entre las vigas de su casillero y me marcho a mis siguientes clases. Cuando termino todas, vuelvo al casillero a dejar mis libros y otra nota cae de él.
De acuerdo, paso por ti a las 8.
Prometo no ir muy sexy para no hacerte caer en la tentación.
PD: Así somos Em.
-¿Qué es tan gracioso?- pregunta Connor abrazándome por detrás y apoyando su barbilla sobre mi hombro.
Inmediatamente doblo la nota y la guardo en el bolsillo de mis jeans.
-Nada, sólo me estaba acordando de algo.
¡Hola chicas! ¿Qué les pareció este capítulo?
PREGUNTA: ¿qué les gustaría que hiciera Liam para conquistar a Emma nuevamente?
Las quiero, Fiorella 💋
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El chico de las notas // #DIAwards
Short StoryÉl es un chico y un día se le ocurrió escribir una nota a Emma Foster, la chica que trabaja en la biblioteca de la escuela. Pero el asunto se le fue de las manos, y lo que era una simple nota se volvió una loca e inesperada historia de amor. Primer...