Emma.
Después de una tarde entera con Amanda insistiendo para que vayamos a la fiesta de despedida, terminé aceptando. Me era imposible decirle que no.
Ambas nos arreglamos en su casa, me decidí por un vestido rojo, pero conservador. Por encima de las rodillas, sin escote, mangas tres cuartos, pegado al cuerpo. El pelo suelto, y poco maquillaje. Me negué a que Amanda me maquillara como a una puerta y me hiciera un peinado como los que se hace una novia en su boda.
La fiesta era en la casa de Malcom, él era el que organizaba siempre las fiestas en la secundaria, así que se encargó de hacer una última. Cuando llegamos, comprobamos que todo el instituto estaba allí. Todos menos cierto castaño de ojos azules que no podía dejar de buscar.
-No vendrá, no es muy de fiestas de instituto. Él tiene otras juntas, ya lo sabes.- dice Amanda a mi lado, bebiendo un sorbo de su vaso de plástico.
Cuando el alcohol ya le ha pegado un poco a mi amiga, me arrastra hasta la pista de baile y menea las caderas al ritmo de la música, la acompaño y bailo junto a ella.
Todo el mundo está ebrio, y se la esta pasando bien, Amanda se encuentra con su novio Derek y ambos se pierden un rato. Bailo junto con un grupo de chicas con las que he mantenido poca relación en el instituto, hasta que siento una mano que toca mi hombro, y me giro para encontrarme con Austin.Mi ex novio. Terminamos hace unos meses porque él quiso dar otro paso más en la relación...por no decir que quería que tengamos sexo. Me negué, porque no me sentía lista y porque no era algo que quisiera hacer con él. Le cayó muy mal mi negativa, por lo que se encargó de esparcir el rumor en el colegio de que yo, con dieciocho años era virgen. No me avergonzó para nada, me sirvió para darme cuenta de que era un error seguir con él.
-Hola Em, ¿podríamos hablar?- dice, y noto en su voz arrastrada que esta ebrio.
-Esfúmate Austin.- digo ignorándolo, pero él no se rinde y me vuelve a girar para que quede frente a él.
-Necesito que hablemos, te extraño mucho cariño.
Estoy a punto de cantarle las cuarenta, cuando siento una mano posarse en mi cintura, sujetándome.
-Si fuera tu me iría. Esta conmigo.- dice Liam, fulminando con la mirada a Austin que esta pasmado frente a nosotros.
-Pero a quien tenemos aquí, Liam Walker, ¿metiéndose con la chica de su compañero de equipo?- dice rígido como una piedra.
-No es tu chica- responde Liam entre dientes, con la mandíbula tensa.
-Con razón la defendías tanto. Créeme, ni con eso conseguirás que te abra las piernas.
Y solo con esas palabras, el puño de Liam impacta sobre la cara de Austin.
Liam.
Escucho a Emma diciéndome algo pero no le entiendo, porque lo único en la que puedo pensar es en el idiota de Austin. Cuando se levanta del suelo, viene hacia mí e intenta empujarme, pero cuando me corro a un lado, su puño impacta contra mi boca. Estoy a punto de volver al ataque cuando Jake aparece y me toma de los brazos alejándome de la escena.
-Esto no quedará así Walker.- grita Austin a mis espaldas.
Jake me deja en el baño y se queda afuera hablando Emma. Espero impaciente unos segundos mirándome en el espejo.
-Estas enfadada, ¿verdad?- digo cuando aparece Emma en el baño, con un botiquín de primeros auxilios entre las manos. Estoy sentado encima del vater, observándola mientras ella se arrodilla frente a mí ignorando mi mirada.
-Me pareció innesario que saltaras así, ¿no eras tú el que en una nota me dijo que la gente idiota no cambia ni con una paliza?- pregunta molesta, mientras coloca un poco de alcohol etílico en un algodón.
-Lo siento.- me disculpo y nos quedamos en silencio.
Emma empieza a limpiarme la sangre del labio cortado. No siento el ardor del alcohol sobre la herida, porque en todo lo que puedo pensar es en la expresión de su rostro mientras me cura, el ceño fruncido de la concentración, los ojos puestos en mis labios, y sus dedos encima de mi rostro limpiando.
Me muero por besarla, pero no así. No es el momento ni el lugar.
-Estas hermosa.- digo fijándome en su vestido, entre tanto lío apenas había podido mirarla.
-Listo.- dice ella guardando todo de nuevo en el botiquín e ignorándome. Se levanta del suelo y yo me pongo de pie deteniéndola antes de que salga por la puerta.
-Emma, lo siento de verdad.- digo tomándole el rostro para que me mire.
-Me asustaste mucho Liam, podrías haber salido más herido.
Me disculpo nuevamente, y me conformo con darle un beso en la mejilla antes de que salgamos del cuarto de baño.
Pero solo por esa noche.
¡Hola chicas! Les dejo un capítulo más. Espero que les guste. Comenten y voten, quiero saber sus opiniones.
AVISO: Decidí que los días que voy a subir van a ser los miércoles y los domingos.
Besos, Fiorella 💕
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El chico de las notas // #DIAwards
Historia CortaÉl es un chico y un día se le ocurrió escribir una nota a Emma Foster, la chica que trabaja en la biblioteca de la escuela. Pero el asunto se le fue de las manos, y lo que era una simple nota se volvió una loca e inesperada historia de amor. Primer...