Capítulo 21

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Emma.


Bien, esto es lo que tenemos. Por algún extraño motivo que desconozco mis padres le han pedido a Liam que se quede conmigo mientras ellos no estén. Eso es raro y poco común en mis padres, pero en fin, sé que ellos nunca dejan de sorprenderme.

La cuestión es que debería sentirme incómoda con este chico en mi casa. Pero no es así, me siento a gusto con él rondando por aquí. Me hace sentir segura y no tan sola.

Apenas lleva el fin de semana durmiendo en la habitación de huéspedes. Es la única que quedaba, la de mis padres está bajo llave, y definitivamente no podría dejar que durmiera en mi habitación.

Por su parte, Liam se ve más contento de lo habitual y se la pasa intentando complacerme. Creo que piensa que voy a echarlo en cualquier momento, pero decidí no hacerlo. ¿Está mal que quiera pasar tiempo con él? O mejor dicho...¿está mal que me guste tanto que la idea de verlo todos los días no me moleste?

-Emma, ¿y si es cosa del destino para que finalmente ustedes dos puedan estar juntos?- me pregunto Amanda el lunes a la hora del almuerzo.

-No creo en esas cosas. Además, Liam me ve sólo como una amiga.- digo desviando la mirada hacia mi plato. Los macarrones son una buena distracción cuando el momento lo amerita.

-Estás bromeando, ¿verdad? El chico te devora con los ojos cada vez que te mira y tú eres la única que no se da cuenta.

Estaba a punto de negar la afirmación de Amanda, cuando vi a Liam entrar en la cafetería.

Y con Tifanny detrás de él como una perra en celo.

Alguien debería haberme advertido alguna vez que los celos se sienten tan horribles. Es como si un vacío gigante te agujereara el pecho y te convirtieras en un volcán en erupción mientras tu sangre hierve. Bueno, quizás sea un poco dramática pero así es como me siento cuando Liam y una chica forman parte de la ecuación.

Agacho la mirada rápidamente, pero ya es demasiado tarde. Liam me ha visto y ahora se acerca sonriente hacia la mesa que comparto con Amanda dejando a Tifanny atrás. Y aunque por dentro siento como si miles de elefantes bailaran en mi estómago, disimulo.

Liam.

Las cosas están yendo bien entre Emma y yo. Pareciera como si no le molestara pasar tiempo conmigo y eso me hace tener algo de fe en nosotros. Pero como siempre, cuando las cosas están demasiado bien tiene que llegar algo a arruinarlo. Algo o alguien.

Connor.

Lo veo caminando hacia Emma sin dejar de mirarla, cuando llega a su auto se acerca y la saluda con un beso en la mejilla. Antes de pensar lo que estoy haciendo, me acerco caminando hacia ellos. Emma me sonríe al verme, mientras que Connor me fulmina con la mirada.

-Em, voy a pasar a la tienda antes de ir a casa. ¿Qué te gustaría cenar?- le preguntó con cara de póker y disfruto de ver cómo el gesto de Connor se transforma.

Emma parece nerviosa e incómoda con la situación, y por unos momentos me apenó por ella. Pero es cuestión de ver la cara de Connor para volver a sentirme glorioso.

-Lo que tú quieras Liam.

-Estaba a punto de invitarte a cenar.- dice Connor.

-Oh, lo siento Connor.- se disculpa Emma y yo hago un esfuerzo por ocultar mi sonrisa.- Ya había quedado con Liam para estudiar y cenar hoy.

-No te preocupes, pasaré por ti mañana.- dice él y se va no sin antes darle un beso en la mejilla a Emma.

Idiota.

Emma me observa y me dice que nos vemos en su casa antes de subir a su auto. De camino al mío, tomo el teléfono y llamo a Jake.

-Hermano, voy a necesitar tu caja de herramientas para mañana por la noche.




¡Hola! Antes que nada, sé que me desaparecí por un tiempo, pero ya termine de rendir mis exámenes y ahora quiero dedicarle mi atención a la novela. No sé si alguien me sigue leyendo después de tanto tiempo, pero ojalá que así sea.
Besos, Fiorella 💋

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⏰ Última actualización: Nov 30, 2016 ⏰

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El chico de las notas // #DIAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora