25. Planes maravillosos

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25. Planes maravillosos

Cuando le conté el plan a los demás, me miraron aterrorizados. ¿Cómo haríamos eso? ¡Era una locura! Ya lo sabía. Pero... Estábamos en un internado. Los internados debían cumplir expectativas. Y una de ellas era robar un cuadro en un museo, ¿no?

Y si no era así, me daba igual.

Ya estaba harta. Llevaba todo el trimestre pasado haciendo cosas bonitas, ayudando a la gente y siendo amable. ¡Esa no era Holly Woods! Holly Woods era capaz de robar un cuadro en el museo, no de participar en un concurso de preguntas para empollones.

El grupo de siempre nos encontrábamos en el sótano, planeando el robo. Yo tenía una pizarra blanca en la que había hecho un mapa del museo y explicaba nuestra jugada con un palo en el que señalaba cada parte que indicaba. Los demás estaban sentados en sillas delante de mí.

—Entraremos en el museo. Raquel y Fabi participarán en las preguntas, así que ellos solo tendrán que aprenderse de memoria las respuestas —expliqué.

—¿Y cómo conseguiremos las respuestas? —preguntó Fabi.

—Cuando termine lo explico. Es un caso aparte —le dije y él asintió.—Cuando estemos en el museo, Thalia y Chris se irán a la sala de estatuas y cuadros mientras todos entramos en filas. Será fácil escabullirse, total, nadie se espera que un grupo de internados vaya a robar un cuadro el día del concurso, ¿verdad? —los demás no parecían muy convencidos.—Los demás nos sentaremos, mientras, Thalia y Chris intentarán abrir la puerta quitándole las llaves a un guardia. ¿Cómo se las quitaréis? Le diréis al guardia que necesitáis ir al baño, la última vez que estuvimos allí el guardia utilizaba las llaves para abrirlo. En ese candado tienen que estar las llaves de las salas cerradas. Se las podéis pedir y decirle que las llevaréis de vuelta enseguida. Abriréis la puerta de la sala y la dejaréis entornada, no sé cómo lo haréis, seguro que se os ocurre algo.

Thalia y Chris asintieron.

—Aquí viene la parte en la que actuamos Kian, David, Sam y yo. Nosotros estaremos viendo el concurso, pero nos iremos a las filas de atrás. Así que cuando los focos iluminen a los concursantes, la gente del colegio enemigo no reparará en nuestra escapada. Además, ya me he enterado de que los guardias se encontrarán detrás del escenario.

—¿Y cómo pretendes que nos llevemos el cuadro sin que nadie se dé cuenta, listilla? —Preguntó Kian con una ceja alzada.

—Iremos por las escaleras y las columnas del techo, tontito —contesté con el mismo tono—.  Cuando fui a visitar el museo para comprobar cada detalle, me fijé que en el techo hay unas columnas de hierro que iluminarían los focos, y donde se encuentran los cables que conectan las cámaras. Creo que el concurso se emitirá en una cadena de esas que no ve nadie y en una web rara. Así que hay unas escaleras que dan a una plataforma arriba. Allí, cogeremos la cuerda de espionaje que tiene Annabelle, ella me dijo que tiene una.

—Hoy he soñado que todo el mundo se reducía en cenizas excepto yo —dijo Annabelle en respuesta con su tono indiferente y macabro de siempre. Todos la miramos confusos.

—Qué pesadilla tan horrible —la compadeció Cam con una mano en el pecho.

—Sí, claro. Pesadilla...

Todos fruncidos el ceño y nos miramos los unos a los otros con una mueca.

—Estoo... —dije pensando en cambiar de tema—. Yo me colocaré la cuerda en la cintura y vosotros ataréis el otro extremo en la valla de la plataforma. Yo estaré un poco más abajo, pero seguirán sin verme. Llegaré a la otra plataforma, donde hay una ventana. Esa ventana da a la parte trasera del museo, y ahí dejaremos uno de los contenedores que hay. Taparemos el cuadro antes con plástico de burbujas para que no se manche al caer en el contenedor. Ya he pensado en quién lo llevará al medio de transporte que lo recoja. Esa persona será... —miré pensativa señalando a cada persona con el palo. Todos me miraron emocionados por si era alguno de ellos—...Elizabeth.

Internado de chicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora