Alicia, vuelve Alicia. (Tarrant y Alicia)

No es lo que parece (capitulo 18/parte 1)

(Narra Tarrant)

Me encontraba en un espacio oscuro flotando sin ningún sentido, no recuerdo cuanto tiempo he estado de esta forma pero me parece que ha sido mucho, sentí como si estuviera muerto... al pensar en eso un sentimiento de angustia se hizo presente en todo mi ser así provocando que entrara en un estado consciente, intente escuchar algo a mis alrededores pero nada, solo podía apreciar el silencio, eso me calmaba en parte pero me carcomía la duda de donde estaba así que decidí abrir mis ojos... Cuando lo hice me sentí más desorientado que de un inicio, lo último que recuerdo es que me encontraba caminando a lado de una laguna o lago, bueno, lo importante es que tenía agua, tuve la intención de sentarme pero cuando quise moverme no pude, lo intenté varias veces sin tener algún resultado gratificante, poco a poco comencé a perder la calma y una angustia me invadió, quise pedir ayuda pero mis palabras no salían de mi boca, sentía un peso en mi pecho como si alguien estuviera encima mío, lo único que podía hacer era ver mi entorno y para mi desgracia este no era mi cuarto, aunque sí tenía mis cosas en la misma posición que en el, esto causo en mí una desorientación inigualable y en un intento para aclarar mi mente noté que las paredes y el techo tenían la apariencia del los calabozos de Marmóreal, "quizás hice algo malo otra vez" pensé agobiado, cerré mi ojos y espere un momento, poco a poco comencé a adquirir el movimiento de mis manos, la de mis brazos, la de mi cuello y así sucesivamente hasta que pude moverme completamente, me senté en la cama y sentí un dolor de cabeza indescriptible.

-¿Sombrerero?,-Al escuchar esa fina voz, dirigí mi mirada de donde esta provino para ver de quién se trataba, era Lina, al segundo en que la vi su rostro se desfiguro, así viéndome con mucho terror-.

-¿Qué pasa?,-Yo me levante y mire a mi alrededor algo asustado-, ¿Qué hay?

-No, no hay nadie, solo tú... Si es que eres tú, ¿eres tú?... ¿Sombrerero?,- Intente calmarme y cuando lo logre me acerqué a ella-.

-No sé quién más podría ser, a no ser que me cambie de cuerpo sin darme cuenta,- miré mis manos y vestimenta-.

-Tranquilo... eres tú, solo que... tus ojos no están normales,-al escuchar eso la mire extrañado-.

-¿Qué tienen?

-Están... de un color diferente,- dijo insegura, retrocedí unos pasos y la seguí observando mientras me daba vuelta, pensaba seriamente que se trataba de una broma, aunque eso sería para nada lógico, digo, ¿por qué ella estaría mintiendo con eso? por lo poco que la conozco me da la impresión de que dice la verdad, mientras más pensaba más me confundía así que decidí ir en buscar de un espejo para quítame esta confusión, abrí uno de los cajones del mueble pequeño donde recordé haber dejado uno, cuando lo encontré me observé rápidamente... me quedé de esta forma por un buen tiempo, mis ojos tenían ese aspecto ridículo, ese el cual solo aparece en mi peor faceta, pero esto no puede ser, no estoy enojado, esto debe se una broma de mal gusto, me refregué los ojos pero no se quitaba, intente nuevamente pero más fuerte-.

-Sombrerero te estás haciendo daño, eso no se quitará así o al menos eso creo ,-cuando dijo eso un gran enojo me invadió repentinamente, tire el espejo y este se rompió por completo, caminé de una forma pesada hacia ella apoye mis manos en los barrotes de la celda, en todo este proceso mi visión disminuía, sentía como si una nube oscura tapara mis ojos-, ¡Espera Tarrant!, debes tranquilizarte, lucha contra eso.

-¡Cómo esperas que haga eso!, ¡no veo casi nada!, y ¿tú me pides que me tranquilice?,-no logro comprender porqué estoy tan enojado, pero es algo que hierve dentro de mi y de verdad deseo liberarlo-.