Capítulo 20: Mi vida entera

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- ¿A quién vas a matar?, tú no vas a matar a nadie.- me empuja enfurecido.- Ya todo ha quedado en el pasado, déjame avanzar en la vida. Él ya ha pasado por su castigo, él ya ha sufrido como yo.

- ¿Quién carajo es?, ¿Por qué lo defiendes?.- le grito desesperado y atónito por cómo hablaba de él.

- ¡Era mi manager!. Él era como un segundo padre para mí. Y por esa razón... yo fui castigado. Yo era como un hijo para él, yo era su segundo hijo. ¿Tienes idea donde esta ahora su hijo?. Se ha suicidado Jung Taekwoon, él sufrió lo mismo que yo, él era igual que yo, y por culpa de él se ha suicidado.

- ¡Entonces hay que reportarlo!, ¿Cómo vas a perdonar a alguien que mato emocionalmente a su hijo?.- no quería gritarle, no quería enfurecerme, pero esto sobrepasaba mi cordura.

- ¡No lo entiendes Jung Taekwoon!. No voy a reportarlo, no lo hice en ese momento y no voy a hacerlo ahora. Él ya se ha arrepentido, tarde, muy tarde, pero se arrepintió. Y quiero, no... debo perdonarlo y seguir mi vida. ¿Qué gano en arruinar su vida un poco más?. No tiene trabajo, ha perdido a su hijo y su esposa lo ha dejado. ¿Para que meter más sal en la herida?. Ya ha sido castigo por la vida misma, no voy a hacer rencoroso y vengativo. No puedo olvidarlo. Quisiera pero no puedo. Así que... lo único que debo hacer, es perdonarlo, no porque yo quiera, es porque debo hacerlo. ¡Debo hacerlo!. Debo seguir mi vida Taekwoon.

Me había quedado sin palabras, mi mundo en este momento, no dejaba de dar vueltas.
Lo único que ahora se escuchaba en este ensordecedor silencio, era su llanto y la lluvia.
¿Cuándo fue exactamente el momento en el que solté sus manos?, ¿Cómo he podido dejar que pase por todo esto sin mi a mi lado?.
Me sentía pequeño a su lado. La imagen que ahora veía de él, era de un hombre quebrado por dentro pero con una mascara de hierro. Irrompible, impenetrable.

Pensé que yo era el único que ocultaba su miseria.
Pero ahora he abiertos los ojos,
y he podido ver que mis penas, mi dolor, mis lagrimas,
no eran nada comparado a las suyas.

Que importa si estamos bajos esta fría tormenta,
que importa si mañana caemos enfermos,
ya nada importaba.
Ya nada tenia sentido.

- Vamos a casa mi amor.- le digo sin el alma en el cuerpo. Esta batalla, ya la sentía perdida. Y no podía permitir seguir peleando con él, porque no iba a permitir perderlo a él también.

- Yo no soy tu amor. No voy a corresponderte.- dice dándome la espalda mientras eleva la vista al cielo, como queriendo que esta lluvia borre cada rastro de sus lagrimas, cada rastro de su agónico dolor.

- No me importa si no me correspondes, no me importa un carajo ser el único estúpido enamorado aquí. Solo quiero que regreses a casa... conmigo.

- Que sentido tiene caminar las mismas calles acompañado, si seguirán siendo las mismas calles solitarias y frías de siempre.

- Pueden ser solitarias y frías, pero si sostienes mi mano.- le digo estirando mi mano hacia él.- Si tomas mi mano, sabrás que al menos, hay una pequeña calidez deseando ser acompañada. No dejes que mi mano cálida, se enfrié regresando a casa.

- No dejes que mi sombra sea mi única acompañante.- me comenta rendido ante mi dulce y compasiva mirada.- No me dejes solo.

- Jamás.- le prometo por milésima vez, mientras entrelazo mi mano con la suya.- Jamás volveré a dejarte solo mi vida. Eres mi vida entera, ¿Sabes?. Te has vuelto mi vida entera.





//Cuando me inspiro, no puedo detenerme. Es corto, pero ese momento, ese exacto momento, es casi eterno. El tiempo paso volando cuando escribí.
Yo sentí que el tiempo allí no pasaba más. Es por eso, que es corto.
Yo sentí la lluvia, el viento, la furia, la compasión, las lágrimas, el amor a flor de piel que tiene Leo, y es por eso, que el tiempo era eterno.
Espero que hayan disfrutado este capítulo a pesar de lo corto que es.
¿Qué opinan de este fuerte momento bajo la lluvia?. VOTEN♥ COMENTEN♥ Y GRACIAS♥//



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