Luna Valente es una simple chica cuyo novio, Matteo Balsano, tuvo que irse a Italia. Pero a su regreso, las cosas se complican a tal punto que les causan un dolor inevitable. ¿Su destino será chocar a pesar de todo?
Genero: romance/ drama.
Basado...
Dejamos de patinar, ya se había hecho un poco tarde y estabamos tan concentrados que el tiempo pasó volando literalmente.
- Ya me tengo que ir, mi papá me acaba de llamar como 5 veces.
- si, vé. - me acequé para darle un beso en la mejilla y el me agarró de la cintura. - nos vemos mañana en el Blake.
- me parece bien - me dijo con una sonrisa un tanto picarona. - gracias por todo. - nos abrazamos y tomó su muchila para luego irse.
Mientras me sacaba los patines pensaba en las frases de Felipe. ¿Qué nos haría? . Tuve miedo por un segundo, hasta que apareció Simón con su sonrisa despreocupada.
- Hola Luna
- Hola Simón - lo abracé. - te extrañé, ¿donde estuviste?
- Enseñandole a Ambar a tocar la guitarra. Tiene potencial.
- Que bueno amigo. Y entre tú y ella, ¿hay algo? - le lancé una sonrisita para que entendiera.
- No lo sé Luna, la neta Ambar cambió mucho, igual que Matteo. No creo que sea tan mala después de todo, creo que tiene miedo a que la acepten como es.
- Tienes razón, ha cambiado mucho lo debo admitir. ¿Pero estas seguro que no saldrás lastimado?
- A veces hay que arriesgarse. ¿Y tú con Matteo? Algunos chicos de la pista me dijeron que ya se reconciliaron o algo así al parecer.
- Sí, estamos juntos. Estoy feliz por eso.
- Pero.. Algo que preocupa. Te conozco.
- Perfectamente. Cuando estabamos en el parque, Felipe nos vió y dijo que nos haría pagar por eso. Está muy dolido, cree que terminé con él por Matteo, cuando no es así del todo.
- Tu no te preocupes, ustedes tienen algo muy lindo, no lo arruinen pensando en qué podría pasar. - le sonreí, era justo lo que necesitaba escuchar.
- muchas gracias Simón. - lo abracé y me fuí rapidamente.
Antes de dormir, pensé en la señora de mis sueños, ¿qué me quiere decir? Pude dormir y soñé, pero esta vez no fué una pesadilla.
Sueño de Luna
- ¿Matteo? ¿Matteo? - algo tocó mi hombro y me dí la vuelta. Ahí se encontraba él con una sonrisa en su rostro que me iluminaba. Lo abracé con fuerza y él me levantó. - volviste. - me tomó la mano.
- Ya no estás sola, te ayudaré lo prometo.
- ¿con qué me ayudarás? - no tuve respuesta y me desperté del sueño.
Ví hacia mi mesa de luz y tomé mi medallita. La acerqué hacia mi y me la puse junto con el collar que me había dado Matteo. Ví la hora y era tarde, ¡Ambar me mataría!. Fue entonces donde me vestí y corrí hacia el auto donde me esperaban Tino y Ambar.
- Perdón, me dormí.
- No importa Luna, sube al auto. - me dijo Tino.
Subí y Ambar estaba a mi lado. La miré.
- ¿Te enteraste de la fiesta de Máscaras que organiza el Blake?
- No manches, ¿es enserio?
- Si, hay que ir de gala y con una pareja.
- Va a estar padrisimo, ¿con quien irás? - se quedó en silencio, como si supiera la respuesta pero no estaba segura. - tal vez puedes invitar a Simón. - me miró con duda.
- no sé si querrá ir, está muy ocupado con la Roller Band.
- estoy segura que si se lo pides, irá.
- entonces lo invitaré, gracias Lunita.
- no es nada. - ví hacia la ventana y me dí cuenta de cómo me trataba. Ví algo extraño en ella, algo que nunca había visto. ¿Así era la verdadera Ambar detrás de la reina de la pista que consigue lo que quiere?
El auto paró y seguía viendo la ventanilla. Divisé a Matteo de brazos cruzados esperandome.
- ¿donde estuviste Chica Delivery?
- lo lamento, me dormí. - se rió y me tomó de la mano.
- vamos. Más tarde tenemos ensayos de la obra.
- ¡es verdad! Tenemos que practicar o el profesor nos vá a matar.
- estoy seguro de eso - dijo mientras llegabamos a la puerta y nos detuvimos ahí. Su sonrisa cambió. - ¿pensaste en lo que dijo Felipe?
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- Matteo no te preocupes, enserio. Disfrutemos lo que tenemos y...
- no debemos dejar que nadie nos separe. - me interrumpió diciendo justo lo que iva a decir.
- me leiste la mente, como antes.
- es mi dón de Chico Delivery. - el timbre sonó y besó mi mano. - nos vemos pronto, Valente.
- nos vemos pronto Balsano - dije haciendo un gesto con mi falda y riendonos.
Punto de vista de Rey
Fuí con los Valente a la cocina. Ellos vivían en Cancún y tal vez sabían donde había vivido Sol Benson. Tenía que tratar.
- Monica, Miguel.
- Señor rey, ¿qué se le ofrece?
- quería saber si tenían idea de quienes vivian en la mansion de la señora Sharon de Cancún.
- nosotros vivimos ahí por un tiempo, hasta que la señora Sharon compró la mansion. - mis ojos se abrieron y toqué mi cabeza. ¿La hija de los Valente era Sol Benson? Me acordé de que la señora Sharon la había inscripto en el Blake. Estaba en quinto grado de secundaria, por lo tanto tenía 16, la misma edad que Sol Benson. El mundo se hizo más pequeño en un solo segundo y me bajó la presión.
- Señor Rey, ¿se encuentra bien? - dijo Monica poniéndome una toalla mojada sobre mi frente.
- Si, si, estoy bien, gracias. - fuí de inmediato a decirle a la señora Sharon.
