Luna Valente es una simple chica cuyo novio, Matteo Balsano, tuvo que irse a Italia. Pero a su regreso, las cosas se complican a tal punto que les causan un dolor inevitable. ¿Su destino será chocar a pesar de todo?
Genero: romance/ drama.
Basado...
- ¿te pasa algo? - quedé mirandola esperando a que fuera una broma. Una de muy mal gusto, por cierto.
- estoy un poco confundida, ¿quien eres tú y por qué lloras? - mi cara debió cambiar completamente en esos instantes. Me quedé ahí, en shock, tratando de analizar que todo lo que habíamos vivido y todo lo que nos amamos se fué, ya no estaba ni en su memoria ni en su corazón.
- ¿No.. No me recuerdas? - mis ojos se tornaron rojos nuevamente y había un bago intento de no llorar frente a ella, para no confundirla más de lo que ya estaba.
- hey, no llores. - se sentó en la cama para explorarme y tratar de recordar. - perdoname, no te recuerdo. - Podía sentir mi corazón rompiendose desde mi interior, una fuerte puntada en mi pecho era notoria y bastante molesta. No la miré a los ojos, pero ella si lo hacía. "Matteo basta, la haces sentir terrible" me decía a mi mismo. - pero en tus ojos - levantó mi mentón e inmediatamente y como un reflejo la miré. - veo algo especial, y algo me dice que no es casualidad, no se qué será.
Sus palabras me recordaron a mi Luna . Temblé con solo imaginarme que esto sería permanente. Sufrió un gran golpe en el cerebro, pero ¿sería esto pasajero? . Alguien entró a la habitación.
- veo que ya despertaste Sol. - dijo el doctor mientras me examinaba.
- ¿Así me llamo? ¿Sol o Luna? - el medico se dió cuenta de su falta de memoria y me miró preocupado.
- Al parecer tiene amnesia.
- pude percatarme de ello. - dije mientras lo miraba y Luna nos recorría tratando de ubicarse en la conversación.
- Puede ser temporal o permanente. Debemos dejar que ella recuerde por su cuenta, y no mencionarle nada más sobre su pasado. Voy a avisarle a los padres que están trabajando para que vengan.
- está bien, no hay problema. No decirle nada.
- Perfecto, sino podría haber daños a mayor escala. Ya regreso. - se dirigió a la puerta con la mano en la frente y se fué, tuve un mal presentimiento. Volví a mirarla conteniendo mis ganas de besarla, de decirle todo.
- puedes no decirme nada, pero tus ojos hablan por tí. - Sus palabras me sorprendieron de cierta manera, recordé aquella vez en la cual me dijo exactamente lo mismo y averiguó lo que tanto escondía. - algo muy fuerte hay entre tu y yo, pero no sé exactamente qué somos. Tus ojos, tus ojos me dan pistas y me llenan de señales. Pronto lo descubriré sin necesidad de que me digas ni una sola palabra. Estoy tan segura como que mañana salga el sol.
- ¿cómo puedes estarlo?
- lo estoy y eso es lo que importa. ¿No piensas decirme tu nombre siquiera?
- no, espero que mis ojos te guíen hacia él, si tanto sabes. - me sonrió casi convenciendome que se lo dijera.
- apuesto a que eres alguien importante en mi vida. Solo tú sabes si ganaré esta apuesta o no. En cuanto a mi nombre, es irónico, ¿sol o luna?
- tendrás que descubrir quien eres, el sol o la luna. Lo dejo en tus manos. - contenerme y no demostrar mi sufrimiento en esos instantes es una de las cosas más dificiles que he hecho. Pero por ella y su bien, lo haría todo, hasta bajarle la mismísima Luna.
- acepto el reto - dijo acercandose a mi y matandome con su mirada.
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