—Bien, ¿Qué problema tienes ahora? — JiMin le preguntó sonriendo tierno para causar confianza en su menor. Confianza que ya había ganado, ya que no era la primera vez que le ayudaba.
— No entendí mucho la nueva materia de matemáticas. No me pude concertar bien. — Le regaló una mueca triste y le entregó el cuaderno al tiempo que Park le estiró su mano.
El más bajito revisó los cálculos detenidamente y tocó su mentón el señal que estaba pensando. Jeon intentó no sonreír ni derretirse con la ternura que tenía en frente, le fue casi imposible.
— ¿Tienes alguna guía de ejercicios? Como para practicar luego...
JungKook asintió efusivo y sacó la respectiva hoja de su carpeta. La página que le entregó a Park tenía sólo los ejercicios sin ningún desarrollo, mientras que en bolso escondía otra exactamente igual, pero con todos los ejercicios ya realizados. Jeon le estaba mintiendo y su excusa era querer pasar mas tiempo con el, con JiMin, el chico de segundo año, el hombre mas lindo, tierno y apapachable que había conocido en su vida.
—¿Puedo acercarme más a ti?
—Claro...
TaeHyung.
—Gracias por la invitación, Taetae. Necesitaba esto. — Dijo Park luego de sorber un poco de su granizado.
—No tienes que agradecer. Se que te encantan. — Kim desordenó el cabello de su mayor para solo volver a ver su sonrisa, la cual lo tenía loco.
JiMin había tenido un día bastante pesado debido a un examen. Tae lo había encontrado sentado en el pasillo, luego de las horas difíciles, con el labio menor fuera en señal de tristeza. Sin pensarlo dos veces, lo invitó a un granizado al cual Park aceptó con gusto.
—¿Qué tanto me miras? — Kim disolvió sus pensamientos al momento en que escuchó la voz de JiMin traerlo de vuelta a la realidad.
—Eres muy tierno, JiMin.
El nombrado comenzó a toser, no se esperaba una respuesta así de su amigo. Era probable que estuviera bromeando, pensó.
—No digas esas cosas... — Las mejillas se colorearon de un rojo carmesí fuerte, que hacía parecer el color moreno de su piel muy pálido.
—Sólo es la verdad.
—Ven, vamos a los juegos.
Park tomó de la muñeca a Kim y lo llevó a paso intermedio donde los columpios se encontraban. Cada uno se sentó y se sonrieron sin saber bien que hacer. Luego de unos minutos, JiMin se decidió por hablar sobre cosas triviales y rutinas, cosas que Tae escuchaba con mucha atención.
De cierta forma, TaeHyung pensaba que JiMin era su alma gemela, el mejor amigo que podría tener y el amor de toda su vida. Pelearía por su amor siempre que JiMin quisiera.
Aunque, a decir verdad, nunca imaginó tener un contrincante hombre y de la misma escuela.
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