Las manillas del reloj se movían tan lentamente que comenzó a pensar que se había descompuesto. Ansiedad, quizás. Solo sabía que moría de ganas de ver a su hyung. De seguro lucía tan bonito como siempre, con sus mejillas coloreadas luego de salir de aquella calurosa sala. En cuanto sonó el timbre, JungKook voló desde su sala hacia la de JiMIn con sus guias en mano. De cierta forma se sentía en desventaja en eso, pues Tae tenía a JiMin siempre a su lado mientras el debia buscarlo en los recreos y despues de clases.
En cuanto llegó a la sala de JiMin, esperó fuera de la puerta sostieniendo las guías entre sus brazos con una sonrisa tierna y nerviosa. La excusa del momento, aunque sabía que no la necesitaba, era que no estaba seguro sobre algunos ejercicios y que necesitaba la ayuda del castaño. A los pocos minutos, Park salió de su sala junto a Kim riendo de sobre algo que JungKook no alcanzó a escuchar.
—No digas esas cosas — dijo entre risas JiMin afirmándose como pudo del hombro de Tae para no caer. Este último, por su parte, lo miraba con ternura.
JungKook observó con ojitos brillantes la hermosa sonrisa de su hyung, sonriendo también casi al instante. No era como si no le importara no ser el causante de aquella sonrisa, pero lo ponía tan contento ver a su hyung feliz que reprimió esas malas sensaciones.
—Pero si es cierto, la historia completa— le respondió el moreno el pequeño, haciendo que volviera a soltar pequeñas risas.
—Hyung— La voz de JungKook fue música en los oídos de JiMin, quien giró su rostro al instante aún con su perfecta sonrisa en el rostro. Tae, por su parte, levantó una ceja.
—Jungkookie...— el castaño arregló su cabello y cambió su postura, dispuesto a escuchar a su menor —¿Qué ocurre?
Las mejillas del pelinegro se colorearon apenas su mayor le dedicó palabra y apretó un poco las hojas que llevaba entre sus brazos, buscando las palabras correctas.
—Ah...Tengo algunos problemas con unos ejercicios y quería saber si me podías ayudar.
Miró el suelo rápidamente, ya que no quería que su sonrojo se hiciera peor. A veces se enojaba por ello, ya que había pasado mucho tiempo y aún no podía controlar sus reacciones a pesar de que lo intentara, se sentía un poco tonto, pero no iba a rendirse por ello.
—Yo, sí. Es decir qu-
—JiMin y yo íbamos por unas malteadas ahora.— le interrumpió Tae tomando su brazo suavemente, engachandolo con el propio. —Mala suerte.
El nombrado miró hacia Tae y luego volvió a mirar JungKook, presionando sus labios entre ellos por las sensaciones extrañas que le causaban lo que iba a decir. Se sentía un poco culpable, siendo sincero.
—Es cierto. Lo siento, Kookie. ¿Es muy urgente?
—Oh, no. Es sólo...quería, ya sabes— pasar tiempo contigo — adelantar contenidos.
Las guías habían pasado desde sus brazos a sus manos las cuales se habían dedicado a hacerlas un tubito. Mentiría si dijera que no estaba decepcionado, pero que más iba a hacer.
—Entonces lo vemos otro día ¿ok?
JiMin tocó el hombro de Jeon, acariciándolo con su pulgar. Por su parte, JungKook no pudo evitar sonreír mientras un dulce calor se acomodaba en su estomago.
—Sí, no hay problema.
Se despidieron rápidamente y JungKook observó desde atrás como JiMin caminaba hacia las escaleras junto a Tae camino a un rato juntos, momento que el había esperado toda la mañana. Quizás fue lento o posiblemente no tuvo en un principio la oportunidad. Suspiró pesado, liberando el aire que no se había dado cuenta, pero estaba guardando en sus pulmones. Tendría que hacer los ejercicios solo, era tarea para el día siguiente, pero de todas formas sabía como hacerlos. ¿Qué le diría a JiMin luego? Quizás que alguien mas le ayudo y no quería preocuparle. Volvió a suspirar, ahora pasando las manos por su rostro, terminando en su cabello.
Había estado mirando el reloj tanto tiempo.
—Sólo...sólo espero que algún día puedas verme así como yo te veo. — le habló al aire para no quedar con aquellas palabras en su pecho.
Tae llevó ambas malteadas hacia donde JiMn se encontraba, en una banquita del parque, una bajo un árbol. En aquel momento estaban ocupados los columpios, por lo que, tuvieron que cambiar de lugar. JiMin, al notar que Tae ya venía, sonrió enormemente y se acercó a el, tomando su vaso para volver a sentarse. Tomó un gran sorbo, quejandose luego debido a que su cabeza se había congelado.
—¡Cerebro congelado!— Gritó emocionado Tae antes de repetir la acción de su amigo y tomar un gran sorbo.
—¿Por qué siempre hacemos esto?— Preguntó Park entre risas por el acto del moreno.
—No lo sé. Me gusta, me gusta pasar tiempo contigo, me gustas.
Tae miró directamente a JiMin a los ojos en cuanto terminó su frase, mientras este bebía el resto de bebida en su boca. Lamió sus labios, deslizando su mirada por todo el rostro de Tae, finalizando en sus labios para luego dejarse caer y apoyar su cabeza en el hombro de su amigo.
—¿Qué esperas que responda?— preguntó antes de volver a meter la bombilla de la malteada a su boca.
—¿"Tae, tu también me gustas"? Sí, eso sería lindo.
JiMin soltó una pequeña risa, haciendo que Tae se estremeciera debido al calor que recorrió su cuello suavemente.
—Aún, no lo sé. Sabes que me encuentro en una situación díficil y...
Sin quererlo o por coincidencia, su mirada se fijó en la calle de enfrente, en la vereda, en el chico que caminaba por ella. Llevaba puesta una sudadera oscura, la cual cubría desde su cabeza hasta la mitad de sus muslos. No podía notar bien su rostro, pero no lo necesitaba para saber quien era. Lo conocía, sabía perfectamente. Y su corazón dolió en cuanto notó que el chico pasaba su puño bajo sus ojos mientras caminaba de forma lenta, por lo menos unas tres veces Parecía fastidiado, pero sobre todo triste. Su corazón dolió aún más cuando decidió revisar su teléfono y notó los mensajes del grupo de tutores.
"hey, los y las estudiantes de primero tienen evaluación de matemáticas mañana. Si no les han contado nada, pregúntenles si es que requieren ayuda"
Bloqueó el teléfono mientras sentía como la culpa se apoderaba nuevamente de su pecho. Tae notó la rara expresión en su rostro, sumandole que había dejado de hablar de un momento a otro, e intentó llamar su atención tocando su hombro.
—Hey, Jimin. ¿Qué ocurre?
—Él, JungKookie...él de verdad me necesitaba— le respondió mirando su telefóno. —Tiene evaluación mañana ¿sabes? y me fue a buscar por ello.
El corazón de Tae se oprimió, pero no por el menor, sino por lo tierno e inocente que era JiMin. No sabía si el pelinegro realmente tenía problemas con matematicas, pero no le gustaba la expresión que JiMin había puesto por culpa del menor.
—Chim, tranquilo ¿sí?— Tomó el rostro del castaño entre sus manos y acarició sus mejillas—El te dijo que estaba bien. No te preocupes.
—Pero... Tae, el fue a buscar-
—¿Quieres ir con él ahora?
JiMin miró el piso en cuanto Tae hizo la pregunta. Estaba avergonzado, bastante. No quería dejar a Tae solo, pero tampoco soportaba la idea de JungKook desamparado.
—Tae, no lo sé.— se sinseró. Realmente no sabía que hacer.
—¿Puedes mirarme, por favor?
JiMin presiono sus parpados, para luego dirigir su mirada a Tae quien le esperaba con una sonrisa. En cuanto el castaño se vio más tranquilo, Kim se acercó y besó su frente con delicadeza acariciando su cabello luego.
—Lo siento.
—Todo estará bien, JiMinnie. Bebamos nuestras malteadas y dejemos lo triste fuera ¿sí?
JiMin asintió, volviendo a apoyar su cabeza en el hombro de Tae mientras bebía nuevamente su malteada.
🐏
Capitulo nuevo entre los viejitos, jeje.
Espero les haya gustado.
Gracias por leer
Atte. Stumpxnk
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little boy × vminkook
Fanficdonde JungKook y Taehyung están enamorados de JiMin y este no puede elegir entre ambos. kookmin v/s vmin finalizada.