16 TaeHyung is a genius

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TaeHyung era un genio, así se consideraba el. Quizás su comportamiento era raro todo el tiempo y parecía ser algo idiota, pero cuando se trataba de estrategia todo cambiaba. Su mente trabajaba de una forma impresionante, razón por la cual sabia que su plan no iba a fallar.

Su plan anterior no había fallado, bueno sí, un poco al final. Es que no habia prevido que el llorón de Jungkook llegara a molestar a la casa de JiMin. Explicando, el día en que Jeon fue a probarse el disfraz a su casa, Park le mandó un mensaje diciendo que iría a visitarlo y, en ese momento, su ampolleta se prendió. Esperó unos minutos y mandó a JungKook a cambiarse, escondiendo la camisa del disfraz debajo de la mesa. Así cuando el mayor llegase, encontraría a Jeon sin sus ropas, ya que Tae imaginó que el menor sería tan idiota de no ponerse nada para salir a preguntar. Plan perfecto, excepto que Park no se demoró nada en perdonarlos a ambos.

—TaeHyung, ¿estás listo? — Jeon le había llamado por teléfono, este ya se encontraba en el centro comercial acordado, en donde trabajaba Dae. —Me siento un poco incómodo en este disfraz de conejo.

—Pues a mi me encanta mi disfraz.

—Es de Joker, ¿A quién rayos no le gustaría ser el Joker?

—Ya, cálmate. Sigue el plan, ya estoy en posición.

Dae trabajaba en una tienda de instrumentos musicales en una de las tiendas del respectivo centro comercial. TaeHyung la había seguido un día desde la pequeña tienda cerca de su casa, se sintió un poco psicópata y casi lo pillan, pero todo sea por JiMin.

—Tu me das la señal.

JungKook mostraba algo de nerviosismo, a el le había tocado la parte de ir a buscar a Dae y no era muy bueno hablando con niñas, y menos si eran mayores.

—¡Ahora!

Jeon tragó pesado y cortó la llamada. Si fallaba, YoonGi seguiría quedándose en casa de JiMin y la guerra contra Tae sería aún peor. No, no podía fallar.

Guardó su teléfono en el único bolsillo que el traje le permitía tener y se encaminó hacia la tienda. Habían tres clientes dentro que observaban diferentes instrumentos mientras Dae estaba en caja, mirando detenidamente a cada uno. JungKook entró sin previo aviso, pero con cuidado, ya que la puerta apenas le dejó pasar con el gigante traje puesto.

—¡Buenas tardes, bella dama! ¿Sería capaz de acompañarme en una pequeña travesía?

La chica le miró muy confundida. Generalmente cuando hay actividades dentro del centro comercial son para los clientes y no para los vendedores.

—Lo siento, pero estoy en turno. No puedo salir de la tienda.

—¡Claro que puedes! — Jeon apenas creía lo que estaba haciendo —¡Larguense todos de aquí, la tienda se cerrará por unos minutos!

—Oye, ¿Qué demonios te pasa? No puedes cerrar la tienda porque...

JungKook le tapó los labios con su enorme mano-pata de conejito.

—¡Sígueme! — y de la mano se la llevó fuera de la tienda.

Por su parte, TaeHyung había dado la señal en el momento justo en que divisó a Min caminar por la calle cercana al centro comercial. Corrió hacia el y le quitó su maletín sin tanro esfuerzo, ya que YoonGi lo tenía casi colgando.

—¡Devuelveme el maletín! No estoy para juegos.

Tae le miraba con una gran sonrisa y el maletín pegado a su cuerpo. Min se lo intentó quitar, pero Kim logró esquivar sus manos. Comenzó a correr cuando lo notó más desesperado y lo guío dentro del centro comercial.

—¡Basta, niñazo! ¡Vuelve aquí!

Al moreno ya le costaba respirar y aún no divisaba a Jeon ni a Dae por ningún lado, Min estaba casa vez mas cerca. Aceleró el paso cuando notó aquel destacable disfraz de conejo. Ya estando cerca de la pareja, lanzó el maletín a los pies de Dae, con la suficiente rapidez para que YoonGi no lo notara y se lanzará a buscarlo, tropezando con la chica.

—Lo siento mucho — Min ya se había levantado y, con maletín en mano, le ofreció ayuda a la mujer que yacía sentada en el piso.

—¿Yoon Gi?.

El corazón del nombrado se detuvo por un momento. El pensaba que no vería a Dae hasta unos cuantos meses más, cuando se diera los ánimos de ir a hablarle. Pero verle así, con las mejillas sonrojadas y los ojos semillorosos, le hizo cuestionarse todo lo que había hecho para alejarse de ella.

—¿Cómo estás, Dae?— las mejillas de YoonGi encendieron al instante y su rostro se suavizó mientras tocaba su nuca algo nervioso.

La nombrada no aguantó mas y comenzó a llorar, lanzándose encima de su aún novio en un tierno y reconfortante abrazo.

—Te extrañé mucho, YoonGi. — Deshizo el abrazo y tomó la cara de Min entre sus manos con delicadeza —Lo siento mucho, por favor vuelve a casa.

Tae y JungKook no podían creer lo que estaban escuchando. Todo había sido demasiado fácil, pero aún faltaba algo importante: La respuesta de YoonGi.

—¿De verdad? — La chica asintió con su rostro bañado en lágrimas y con una pequeña sonrisa —No sabes cuánto tiempo estuve esperando esto. Nunca quise marcharme, Dae.

—He cambiado de opinión, YoonGi. — Tomó ambas manos y las apretó con amor —Vámonos juntos a cumplir nuestros sueños. Lo estuve pensando y es lo que quiero hacer. Es el único futuro que veo Yoon, y es contigo.

La cara de Min era para una fotografía, pero la de los chicos era aún mejor.

—Lo haremos, lo haremos, bonita. — Respondió Yoon, para luego culminar las lágrimas y llantos en un pequeño y cariñoso beso.

TaeHyung tomó del brazo a JungKook y lo empujó fuera del local, si se mantenían por mas tiempo el profesor los podría reconocer. Ya afuera, ambos empezaron a saltar a lo loco. No solo habían logrado sacar a YoonGi-hyung de casa de JiMin, sino que también de la escuela y no necesariamente arruinando su vida, sino que haciéndola aún mejor.

Triunfaron

Ahora la pregunta era, ¿Cómo se tomará todo esto nuestro Little boy?

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Ahora la pregunta era, ¿Cómo se tomará todo esto nuestro Little boy?

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