little boy × vminkook

27 we dont talk anymore

Advertencias varias: muchas citas de capítulos anteriores y viajes al pasado. Lime, mal lemon y angst. We dont talk anymore cantada por Kookie de soundtrack allá arriba (les recomiendo que le pongan play/que la comiencen a escuchar cuando vean el nombre de la canción en la historia) . Espero les guste y no causar muchas lágrimas.

JiMin reposaba en el pecho de JungKook desde el inicio de la película. Sus respiraciones eran suaves y coordinadas, no podían sentirse más cómodos en aquel momento, o eso era lo que aparentaban hacer. JungKook mantenía una fría y molesta preocupación en su interior debido a lo ocurrido con Taehyung. Nunca había pasado algo así, había tenido momentos a solas con JiMin, pero siempre al final de la noche eran los tres. No sabía a ciencia cierta que debía hacer y tampoco que era lo que Jimin quería que él hiciera. Temía a que Jimin le pidiera que se fuera al terminar la película, era lo obvio considerando las reglas y lo peligroso para ellas que sería si él se quedaba ahí con el rubio. Bueno, eran solo suposiciones. Por su parte, JiMin había calmado su inseguridad referente a Taehyung, todo lo que había ocurrido era extraño, pero el moreno jamás le había fallado. No habría por qué desconfiar, pensó.

-JungKookie- JiMin le habló al pelinegro con un tono parecido a un ronroneo -Tengo sueño, ya me he dormido varias veces, no creo que alcance a terminarla.- Se volteó para mirarlo a la cara, quedando encima de este. Por último, talló sus ojos.

-¿Qu-quieres ir a tu habitación?- JungKook no se explicaba la razón de su tartamudeo ni de su nerviosismo. Había estado mil veces en la habitación del mayor, tanto como trío como solo con el rubio. Algo distinto había en el ambiente que no podía mantenerlo tranquilo.

-¿Me acompañas? No quiero dormir en el sillón.

El pelinegro asintió al instante, ayudando a su mayor a levantarse de encima de él para llevarlo a su alcoba. Se notaba que Park estaba agotado. Sus ojos estaban algo hinchados y sus mejillas regordetas mantenían un lindo color rosado, particular de alguien que había tomado pequeñas siestas. Tomó su mano y lo guío a la habitación, ya que el chico no paraba de bostezar y pasar sus pequeños dedos por sus ojos.

JungKook abrió la puerta de la habitación e introdujo a JiMin en esta. Luego, guiandolo con sus manos en la cintura de este, lo llevó hasta su cama, donde el rubio cayó boca abajo y, después de unos cortos segundos, se sentó en esta para admirar a Jungkook, quien, de pie frente a él, mantenía su mirada en la que escondía un sentimiento de suplica explícito y obvio, pero que ninguno de los dos se atrevía a hablar.

Debido a la falta de palabras y al agradable silencio acompañado de sus aterciopeladas respiraciones, Jeon se acercó y tomó entre sus cálidas manos el rostro de su mayor, acariciando con delicadeza el límite entre este y su cuello. JiMin sólo logró soltar un jadeo por el inesperado movimiento de su contrario, cerrando sus ojos al mismo tiempo. JungKook, al notar que Park no puso resistencia, acortó aún más la distancia y, antes de juntar sus labios, lamió el labio superior de su mayor despacio y humectandolo perfectamente, completando el acto con un beso fogoso, pero no desesperado, lento y con la cantidad de chasquidos perfecta, con la frecuencia de respiración profunda acorde y una fiel aceleración de latidos.

-JungKook...- Susurró JiMin al momento en que el beso se cortó.

El nombrado lamió sus propios labios lento y luego abrió sus ojos para admirar el rostro sonrojado de su novio y evitar enviarle su preocupación.

-¿Quieres que me vaya?- Soltó por fin las palabras que tanto temía decir. -Lo entiendo.

JungKook se dispuso a quitar las manos del rostro de su mayor, pero justo cuando quitó los primeros dedos, Park las mantuvo en su lugar con sus manos propias. Jeon le miró confundido, mientras él soltaba un suave suspiro.