9-. Lo imperdonable

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Adam

Estaba en mi habitación escuchando música con bajo volúmen, en realidad no tenía ganas de nada, todo ese asunto sobre Kate me puso algo mal.

Pero también pensaba en aquella chica, con la que choqué esa vez que me encontré a Courtney. Era muy bonita y me habría gustado hablarle, sus ojos tenían algo que me dejaron sin palabras, quizá si hubiéramos cruzado más palabras todo este asunto de Kate estaría en la basura.

Unos toques en mi puerta pusieron mis pies sobre la tierra.

-Ya estoy aquí, traje helado y todas las temporadas de Stranger Things-dijo Amy entrando a mi habitación con una sonrisa.

-Gracias, ¿Cómo tienes todas las temporadas de Stranger Things si, por el momento, sólo tiene una?-dije rascándome la nuca con mi mano derecha y tomando el helado con la otra.

-¡Eso es lo mejor! No tuve problemas en conseguirla... Ahora, cuéntame qué es todo ese asunto de Kate y de blah blah engaño y blah blah depresión-dijo mientras se acomodaba en mi cama.

-Bueno-tomé la silla de mi escritorio y me senté-. Una chica realmente dulce me engañó. No me puso el cuerno solo que todas las fotos que subía en su perfil no eran de ella sino de otra chica, una tal Courtney Briggs... Me molesté y le dije, pidió perdón pero la bloqueé. Estaba molesto.

-Ya veo, entonces ¿un gordo pedófilo te quiere violar?

-No, Amy. Esta chica en realidad me gustaba-me puse de pie y comencé a caminar por toda la habitación-. La manera en la que escribía, la manera en la que describía las cosas era realmente hermoso. No me importaría si la chica fuera popular, emo, nerd, geek, invisible, lo que sea; en realidad no me importaría porque me gusta su manera de ser. Al menos me gustaba.

-Bueno, entonces tienes que...-Amy no pudo terminar porque el timbre comenzó a sonar.

Miré a Amy y salí corriendo de la habitación.

Tal vez, por favor, que sí sea, pensé.

Abrí la puerta y no había nadie, la decepción se apoderó de mí. Agaché mi cabeza y me di cuenta de un pedazo de papel mal arrancado de un cuaderno, lo tomé y llamé a Amy para que lo leyera conmigo.

Adam,

Sé que estás muy molesto conmigo pero no encontraba otra manera de disculparme. Obviamente estás disgustado porque no resulté ser la persona que creías que soy, físicamente, pero emocional y sentimentalmente soy la misma y no he cambiado. Puedo esperar para que te decidas en qué hacer pero realmente me gustaría que me perdonaras, que volvamos a hablar, solo quiero eso: hablar.

Solo piénsalo.

Te quiere, K.

La letra mal garabateada pero igualmente entendible y bonita se me hacía tan conocida pero no pude recordar donde lo había visto. Amy me sacó de mis pensamientos.

-Tienes mucho que pensar-dijo Amy sobre mi hombro.

-Lo bueno que no tiene tiempo límite, ¿no?

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Otro capítulo más, ¿por qué no? es un día feliz para actualizar.

-Ana y Heidy

Cómo conquistar a tu crush por internetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora