04.

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El lunes por la mañana Jungkook llegó junto a Jimin y Namjoon al instituto, YoonGi por fin apareció y no hizo señal de importarle mínimamente la nueva relación de Jungkook, lo cual el pelinegro agradecía.

Taehyung extrañamente no le había hablado en todo el día, a pesar de que se sentó a su lado en clases. Cosa que Jungkook también agradecía.

Sin embargo las cosas se descontrolaron un poco a la hora del almuerzo.

Estaba sentado frente a Jimin mientras terminaban de comer. Jin y Namjoon hablaban con Yoongi sobre un nuevo club, mientras que Jimin se divertía comiendo de la comida de Jungkook. Solo porque su querido mejor amigo se veía tierno no lo mataba.

- Mmm, que rico está esto, parece que si viene de ti es mejor. - Le dijo Jimin masticando una manzana acaramelada con cara de orgasmo.

- Deja de robarte mi comida... - Casi gruñó Jungkook.

- Esta bien, pero solo si me das de esas manzanas. - Jungkook suspiró con derrota y se las pasó. Pero al parecer Jimin tenía una mejor idea ya que abrió la boca. Esta vez Jungkook si lo iba a matar. ¿Quería que le diera la comida en la boca? Volvió a suspirar y pinchó una de las manzanas con el tenedor, pero antes de que pudiera dársela a Jimin, alguien más se la había comido.

- ¡T-Taehyung! - Tartamudeó Jungkook al ver al castaño masticar con deleite la puta manzana. Jimin parecía furioso.

Taehyung se sentó al lado de Jungkook y le lanzó una rápida mirada de advertencia. ¿Eso por que fue? No podía ser por nada bueno.

Y no se equivocó, porque antes de pensar muy bien que había sido eso, Taehyung hizo que Jungkook se levantara y se sentara en las piernas del castaño. Con la cara acalorada Jungkook sentía como su trasero encajaba perfectamente en el regazo de Taehyung, quien lo abrazó por la cintura y lo pegó de espaldas a su pecho.

- Te extrañe, Kookie. - Le dijo con voz ronca Taehyung, lo suficientemente alto como para que Jimin escuchara. Al no obtener respuesta de Jungkook, el castaño pasó su mano en una lenta caricia peligrosamente cerca de la entrepierna del pelinegro.

- Y yo a ti. - Dijo Jungkook rápidamente, esto era bochornoso. Jimin los miraba sin expresión en el rostro y sin más, se levantó de la mesa y se fue del lugar. Taehyung sonrió y abrazó más fuerte a Jungkook.

- Necesito que vengas conmigo.

- ¿A donde? - Preguntó molesto Jungkook, ¿quien se creía Taehyung para hacer todas esas mierdas?

- No preguntes. - Dijo Taehyung mientras acariciaba la pierna del menor. ¿Que le pasaba a éste tipo? Jungkook tomó la mano de Taehyung para que dejara de hacer eso. El castaño se echó a reír. - Que adorable.

- Adorable tu put...

- Cuida esa boquita. - Jungkook se calló, éste trato con Taehyung le estaba saliendo demasiado caro.

• • •

- ¿Me llevaras a un prostíbulo?

- ¿Para que me hagas perder todo el dinero por tu inexperiencia? - Le contestó el castaño mientras caminaban por un vecindario cerca del instituto. Jungkook no debió haber aceptado venir con él, pero la curiosidad le podía.

- ¿Inexperiencia dices? - Se burló Jungkook. - No has visto nada.

- Claro, claro. - Se río Taehyung mientras paraban frente a una gran casa. Era lujosa, pero sencilla, de colores blancos y grises. ¿Era la casa de los padres de Taehyung? Sin saber porque, las manos de Jungkook comenzaron a sudar un poco y sus piernas se sintieron débiles. Al estar frente a la puerta Taehyung hizo que pararan. - Te traje a mi apartamento por un motivo Kookie, así que hazlo bien.

Eso lo dijo mirándolo tan intensamente que solo hizo que el pulso de Jungkook se disparara y se sonrojara de golpe.

El apartamento de Taehyung.

Solos.

Que lo hiciera bien.

Ambos entraron y Jungkook se sorprendió al verlo todo tan... ¿de fabrica? No habían muchos muebles, y habían juguetes por doquier, tablas de skate, patines, trampolines, piscinas inflables de colores...

- Esto es... tu apartamento. - Susurró Jungkook algo contrariado, se había imaginado otra cosa, por la fachada de afuera podría ser la casa de los padres, unos empresarios, pero por dentro parecía el capricho de un niño de seis años.

- No es muy difícil deducirlo, Jungkook. - Le dijo Taehyung mientras lo tomaba del brazo y lo llevaba hasta lo que se podría llamar cocina. - Por favor, ahora necesito tu parte del trato.

KÉ.

- ¿Que cosa? - Preguntó el pelinegro, el estómago de Taehyung rugió, el castaño compuso una mueca de vergüenza y dolor.

- Tengo hambre...

Jungkook suspiró, estuvo a punto de mandar a la mierda al castaño, pero su carita de "por favor, ayudame" y sus ojos suplicantes vencieron a su lengua. Se giró al desastre de cocina, habían varias ollas quemadas, montones de cajas de pizza junto a un montículo de enlatados. Por un momento sintió preocupación por Taehyung, ¿estaría comiendo bien? Pero si era modelo y podía darse el lujo de un apartamento como éste, ¿por qué no le pagaba a alguien para que le cocinara?

Miró al castaño de reojo, se estaba probando unos patines completamente ajeno a los pensamientos de Jungkook.

Cada vez más, Kim Taehyung lo dejaba sin habla.








Fuck you © vkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora