El Bosque

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Akyra estaba caminando por el bosque camino al mercado cuando escucho a un grupo de hombres a unos metros de ella hablando sobre su trasero, y todo lo que harían con él. A ella le dio repugnancia pero de cualquier forma estaba muy calmada ya que era una cazadora profesional, mucho mas peligrosa de lo que aparentaba, por lo que para ella lidiar con grupos de idiotas era como respirar.

La charla de los cerdos fue subiendo de tono y comenzaron a idear un plan para emboscarla y violarla, ella seguía tranquila, pensando en cómo iba a disfrutar hacerles comer sus palabras. Pero en ese momento ella tuvo una sensación de verdadero peligro, una muy similar a la que había sentido cuando se topó con aquel hombre desnudo en la orilla del lago. En ese momento sintió una oleada de celos repentinos hacia nadie en particular pero simplemente siguió caminando esperando por el ataque que nunca llego, ya no se escuchaban la voz de ninguno de los cerdos, y ya no percibía ninguna emoción, simplemente nada.

Akyra seguía su camino por el bosque cuando se encontró con descampado bastante extenso donde lo único que se divisaba era un enorme árbol en el centro. - si no estuviera tan apurada sería un lugar ideal para tirarse a la sombra- Pensó Akyra mientras se quedaba embobada viendo el paisaje.

Cuando volvió en si, Akyra se dio vuelta para retomar su camino pero choco con algo macizo, algo que no estaba allí antes. Parado detrás de ella se encontraba Hisoka, casi rozándole la boca con la barbilla

Akyra dio un paso atrás no solo para evitar que Hisoka note su sorpresa sino también para poder ver todo su maldito esplendor.

- Agsh, que despistada eres, no te enseñaron tus padres a estar alerta para que los hombres malos no te hagan daño? Dijo Hisoka con el fin de asustar a la chica.

- No necesitaba que me ayudes con los idiotas allá atrás, y no me das miedo Hisoka.- dijo Akyra y antes de que el pudiera pensar cómo se dio cuenta ella de eso Akyra agrego: - si tanto te molesto que hayan intentado violarme, podrías intentarlo vos, sé que quieres, y de seguro sería una buena pelea que los dos disfrutaríamos.

Eso desencajo a Hisoka,claramente estas contestaciones no lo ponían en su zona habitual y eso comenzaba a molestarlo, aparte, *¿cómo diablos sabe ella lo que había pensado cuando escuche a esos tipos hablar? Eso hubiera sido un buen espectáculo hasta que note de quien hablaban. Simplemente si alguien va a forzarla, sería solo yo.* pensó Hisoka y esto lo hizo notar que no era una persona común, debía tener alguna habilidad que la permita leer la mente como Pakunoda (miembro del Gen'ei Ryodan). Noto que era una chica más fuerte de lo que parecía, lo que hizo que su sed de sangre se liberara, pero tenía que esperar, tenía que medir su fuerza, saber si en serio valía la pena una pelea con ella, para no quedar insatisfecho.

- Vamos gatita, guarda las garras. Si quisiera violarte ya lo hubiera hecho, eras una presa fácil en el lago, igual que lo eres ahora. – dijo Hisoka, probándola. 

- No me subestimes, Hisoka, eso le costó la vida a muchas personas, y me resultas muy interesante como para que mi entretenimiento acabe ahora.- dijo Akyra

  - Definitivamente eres diferente, pero esas son los mejores juguetes- dijo con la típica cara de excitación de Hisoka – ya vamos a divertirnos juntos, gatita.  

- Me desagrada como suena la palabra gatita en tu boca, y me gusta mucho tu acento como para desperdiciarlo. Así que vamos, di Akyra- dijo ella.

- Nos vemos, Ga-ti-ta, ya no tienes la ventaja.- dijo Hisoka alejándose con una sonrisa torcida y dándole la espalda levanto el brazo en forma de saludo.

Hisoka's weakness (Sin Finalizar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora