Hisoka's weakness (Sin Finalizar)

Algo hermoso vive en la tormenta

Al pasar la tormenta la noche se volvió tranquila, el cielo estaba despejado y se podían ver más estrellas de las que era posible imaginarse. Una noche hermosa que nadie estaba disfrutando, todos habían pasado por un momento horrible. Akyra junto con el cocinero y otros dos ayudantes prepararon la cena, todos comieron callados mirando sus platos, los únicos que hablaban entre ellos eran Hisoka e Illumi en la punta de la mesa mas lejana. La tensión se podía cortar con cuchillo y eso estaba volviendo loca a Akyra por lo que decidió salir a tomar aire.
Fue hacia la proa y se tiro de espaldas viendo el cielo, pensando si en algún momento perdería el control como en la alucinación y terminaría dañando a los que más quiere, el sólo hecho de que haya una posibilidad de que pase le daban ganas de encerrarse en algún lugar lejos de la gente para que nadie pudiera afectarla.
Estaba tan sumida en sus pensamientos que no escuchó a la persona que se acercaba. Se dio cuenta que había alguien más cuando algo suave y pesado le callo sobre los hombros.
- la noche esta fría para estar así de desabrigada. - dijo Ging sentándose al lado de ella con otra manta gigante puesta
- la verdad ni lo había notado hasta que me diste la manta. gracias.
- Akyra, se que hace mucho que no hablamos, pero podes contar con migo. Si querés hablar de lo que sea que viste...
- vi mi miedo de siempre, no hay razón para hacer de esto un escándalo si sueño con lo mismo noche por medio.
- no sos una asesina Akyra. - dijo Ging poniendo una mano en su mejilla para levantarle la cara y que ambos se miren a los ojos- el sólo hecho de que ese sea tu mayor miedo lo prueba. Si, quizá pierdas el control, pero siempre vas a ser vos. Podes controlar esto, tus emociones siempre son más fuertes que las de los demás, podes con ellas.- dijo mientras le secaba una lágrima que caía por el rostro de Akyra y después la abrazaba. *extrañaba esto* pensó Akyra mientras se dejaba abrazar hasta que se le cruzó por la cabeza una imagen fugaz *Hisoka* *nose que hago pensando en el en este momento, el nunca seria así de tierno con migo, y por su temperamento es peligroso que yo este cerca de el. Peligroso para el y todos a su alrededor, ahora sólo queda pasar este viaje a salvo, y cuando vuelva irme a vivir lo más lejos de la civilización posible, dulce y pura naturaleza, con fenrrir, si definitivamente eso es un buen plan* pensando eso Akyra se quedó dormida en brazos de Ging quien la llevó a su camarote y al abrir la puerta se encontró con Hisoka en la cama marinera mezclando las cartas. Poco a poco Hisoka levantó la vista para observar la imagen que tenía adelante*Akyra con la cara sonrojada y las mejillas húmedas, dormida en los brazos del idiota del restaurante*
- que le hiciste?- dijo Hisoka apuntándole a ging con una carta entre ambos dedos.
- tsss- dijo Ging revoleando los ojos- no le hice nada.- dijo mientras depositaba el cuerpo dormido de Akyra en la cama. Se estaba dando vuelta para irse pero antes de cerrar la puerta detrás de el se dio vuelta y miró fijamente a Hisoka.- Hisoka, cierto?- preguntó sabiendo ya la respuesta

- depende quien pregunte- dijo Hisoka con una sonrisa ladina.

- Si tiene una pesadilla no la toques.- dijo Ging y desvío su mirada a donde estaba Akyra

- No es aprovecharme de ella, si ella quiere. - dijo Hisoka fuera de contexto para molestar a Ging y lo logró.

- No se que tan cercano seas a ella, pero si te mata ella nunca se lo va a perdonar. No necesita gente como vos a su lado, no ves que sólo la haces sufrir?

- y vos que podes saber de como la hago sentir?-

- sólo se que vos y el zoldyck son malas noticias, pero ella estando cerca de ustedes cuando dejen libre su sed de sangre, va a ser el puto infierno.

- No metas a Illumi en esta discusión, no comparto a mis juguetes. Y el infierno me es realmente placentero. - a Ging le molesto que la mencionara como un " juguete" pero sólo pudo sonreír.

- Genial, sos un idiota, ella se cansa rápidamente de gente así. Ella es la que juega con vos, sos tan llamativo como el fuego, cuando se queme no va a querer ni escuchar tu nombre.