Hisoka's weakness (Sin Finalizar)

Un lugar al que hacer mi infierno

Y ahí estaba, Akyra frente a frente con la inmensidad de un nuevo continente.
Se podía ver una enorme playa y a lo lejos se elevaban altos arboles que conformaban una ancha selva. Se olía la pureza del ambiente, algo nunca contaminado por el hombre y se sentía una suave briza que te erizaba la piel. Akyra había dicho que sería la primera en bajar del barco, pero no lo fue, ya que el paisaje era extrañamente atraparte y la puesta de sol hacia brillar la arena con un naranja casi rojo. *este podría ser mi lugar, acá podría desatar mi infierno y nadie saldría herido*

Una vez que bajo se sacó sus botas y enterró los pies en la tan tentadora arena, se sentía exactamente como lo había imaginado. Siguió a los tripulantes que estaban armando donde sería el campamento, muy cerca estaba el bosque para no correr riesgos de que el mar subiera y se llevaran una sorpresa a mitad de la noche, eran casi 20 tiendas de campaña, pero igual éramos más tripulantes de lo estipulado por lo que todos tendrían que compartir.
Como el sol desaparecía crearon una fogata muy grande *parecería que estábamos pidiendo ayuda como SOS, solamente que este seria un lugar en el que no quisieras perderte porque nadie te encontraría.*

Y ahí estaba Akyra viendo como el sol se alejaba, y dejaba de bañar con su calor y luz a aquella arena tan bella, dejando lugar a miles de estrellas en el cielo, unas tan hermosas que por la contaminación lumínica que hay en nuestro lado del mundo nunca se pueden apreciar. Sintió como se hundía la arena a su lado y vino hacia su nariz una briza con un perfume que ella conocía muy bien.
- hace tiempo no mirábamos el cielo desde la misma parte del mundo. - dijo Ging mientras se acomodaba a su lado
- no importa, la luna siempre es la misma en todas partes del mundo. - contestó Akyra sin mirarlo a los ojos.
- si, pero aunque sea la misma no se siente igual.
- hay muchas cosas que no se sienten igual - dijo mientras sacaba su vista del cielo y miraba directamente a Ging. El todavía seguía viendo el cielo, como si al mirar dentro de los ojos que lo miraban sería perder su alma. Y de cierta forma así era.
- no, quizá no, pero dicen que la gente vuelve a los lugares donde amo la vida, y esos lugares también pueden ser personas. - dijo Ging, pero no pudo bajar la vista para hacer contacto visual, sabía exactamente lo que vería, unos ojos enormes, brillantes hermosos y demandantes, unos ojos en los que podrías perderte si ves muy profundos en ellos. Sabía que si la miraba ya no tendría que usar las palabras porque ahí estaría reflejado todo su pasado y le daría en bandeja toda su verdad.
- no se puede vivir en el pasado Ging. - dijo y corrió su mirada hacia el mar, solo veía una inmensa oscuridad que con sus olas daban un sonido relajante.
Akyra empezó a levantarse para volver al campamento, sabía que si se quedaba iba a terminar haciendo exacto lo que Ging quería, porque así era el, y así era ella cuando se trataba de el.
Antes de que ella pudiera irse Ging la agarró suavemente del brazo y la miró a los ojos, y ahí estaban, esos ojos que el no se animaba a ver, por lo que soltó su brazo de a poco y la dejó ir, exacto como aquella vez.

Akyra siguió su camino, todavía nisiquiera había elegido la tienda en la que dormiría, aunque eso le daba completamente igual. le dio igual hasta que preguntó donde había lugar y le dijeron que sólo había lugar en dos tiendas de campaña distintas, ya que nadie quería acercarse porque los tripulantes que estaban ahí dejaban libre un NEN siniestro. *imbéciles* es lo único en lo que podría pensar.