Castigo

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Narra Hipo

¿que estaba haciendo la rubia aqui?

-buenos días director, umh, puedo hablar un momento con usted, por favor- estaba empezando a ponerse Roja y sonrei.

-si señorita Hofferson que me quiere de...

-si se puede, a solas- era de esperarse, nunca hablaría con un público presnete

-Un momento....-nos miro- ustedes dos salgan un momento y no quiero que se estén dando puñetazos.

Pase por un lado de Astrid, y me regalo una bella sonrisa, que demonios estaba máquina ndo dentro de su cabeza

Narra astrid:

-Muy bien Hofferson digame lo que me tiene que decir- me sonrió con amabilidad.

-Director no puede castigar a estos chicos, por que, todo esto, es mi culpa

Narra hipo:

Mire a la puerta una vez más, que tanto estaban conversando, estirpe mis piernas, estas sillas no son nada cómodas, mire al frente y Hans me estaba desmenbrando con los ojos, sonrei

-¿de que mierdas te ríes?

-de como deje a tu preciado rostro.

-no creas que te saldrás con la tuy...

-ya pueden pasar- me levante de prisa e ingrese primero

Ya adentro vi a la rubia sentada en una silla mirándome fijamente a los ojos al igual que yo.

-muy bien sientense.

-pero...-hablamos Hans y yo al mismo tiempo

-Solo sientense-lo hicimos- Ya escuche la historia de Hofferson y me da ha entender que ustedes no están tan involucrados, pero aun así se dieron a puñetes y en nuestro Instituto eso esta prohibido, a si que Hans usted me limpia el comedor después de clases y Hiccup usted tendrá que limpiar el gimnasio por una semana, ¿escucharon?

-si director- el asintió

-y usted Astrid, por un mes ayudará en todos las tareas que pertenezcan a la Biblioteca, ¿entendio?

-si

-muy bien eso es todo, pueden volver a clases.

Astrid salió primera, yo le seguí y Hans se quedó para hablar acerca de su "injusto" castigo.

Ya afuera tome a Astrid de la muñeca y la gire hacia mi

-¿Que le dijiste? - ella ni me miró- Astrid, que fue lo que le dijiste

-Nada- susurró

-Un nada no hace que no me expulsen- ella siguió sin decir nada.

De pronto tocó el timbre para avisar la otra clase

-Yo... Este... Debo irme- se soltó de mi agarre y se dió la vuelta.

-Astrid- se detuvo- compartimos la misma clase- me posicione a su lado- así que, por que no vamos juntos

No espere que dijera nada, le puse mi brazo sobre su hombro y le guíe a la clase. No dijimos nada en todo el trayecto

Cuando estábamos frente a la puerta, la solté y Ella estaba por ingresar cuando la tome del hombro, le di la vuelta y le di un beso en la mejilla

-No se que hiciste o que le dijiste al Director, pero muchas gracias- ella asintió y corrió a sentarse en a lado de la peliblanca, yo solo sonrei y fui a mi asiento.

El drogadicto y la tímida de la claseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora