Guerra parte 1

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Esa misma noche no pude dormir, pensaba en todo y a la misma vez en nada, mis pensamientos se dirigían a Astrid ¿como la debe de estar pasando? Se que mal, quiero pensar lo contrario pero se que no es asi, también pienso en la guerra que se va a desatar mañana.

Estaba nervioso ¿quien no? Si me toca dirigir un ejercito de casi 100 hombres contra quinientos.

Parte mala tal vez no salgamos con vida.

La buena...¿realmente hay una parte buena? Si, salvar a Astrid esa mi prioridad

Tengo muchas prioridades, tengo que aclarar muchas cosas y conseguir otras:

Ella merece tener una vida normal no se como lo tendrá después de esto pero se que lo conseguirá es fuerte y decidida me EH dado cuenta estos meses.

Luego esta su padre que mágicamente ha vuelto y quiere remediar las cosas, se que le va a costar Astrid es testaruda.

Y por ultimo mi padre, un hombre que se mostraba feliz y contento sin ningún problema en su vida, el hombre perfecto para las demás personas pero con su familia era el mismísimo demonio, parece ser que me salvó la vida.

Con todos esos pensamientos en mi cabeza no de cuando me quede dormido.

Narra Astrid:

Desperté y vi a mi alrededor creyendo que todos esto fue un horrible dueño pero no todo es real.

Reí sarcásticamente para mis adentros el primer año que quiero y me dispongo hacer un amigo termino secuestrada.

(...)

No se cuanto a pasado no había ni una ventana para fijarme en la posición del sol.

Escuche pasos acercarse y próximamente abrieron la puerta.

Entraron unas chicas a continuación Drago

-Hagan su trabajo chicas- no sabia que estaba pasando empezaron a sacar lo que parecía ser ¿maquillaje?

-¿Qué quieren hacerme?- empecé a moverme sin dejar que ellas me tocasen

Drago se acerco y me dio una cachetada

-Quietesita te vez mas bonita- volvieron a intentar maquillarme y yo volví a moverme

-así que quieres por las malas-hizo una señal y entraron dos hombres, no me fije mucho en su aspecto por estarme moviendo los dos me cogieron y uno de ellos me puso una tela en mi boca empecé a forcejar mas fuerte cuando sentí que caía dormida

-Dulces sueños, princesa- fue lo ultimo que escuchar antes de acostarme en los brazos de Morfeo

Narra Hipo

Ya teniamos todo listo el plan era casi fracasable todos estaban en su posición al igual que los hombres de Alexander, el padre de Astrid.

Atacaríamos por la noche solo estábamos esperando la señal.

-Brutacio, Brutilda ¿que ven?

-No lo se tengo una venda en mis ojos-...-¡Estoy ciego! Ayudenme

-¡Brutilda!

-ya ya-...- muy bien cuento 3 guardias delanteros, 2 traseros

El drogadicto y la tímida de la claseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora