Capítulo 20.

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—Aquí tiene su cambio. Gracias por venir —le dije a una señora de casi tercera edad para luego hacer el cambio de turno con Jacob.

Había pasado una semana desde lo sucedido con April, y no sabía nada desde ese entonces.

Me estaba volviendo loco. Quería verla, abrazarla, por mas cursi que suene... es lo que quiero hacer.

La rutina día a día estaba ayudando a distraerme. Despertaba, Universidad, trabajo, casa y dormir.

Eran las 9:30 P.M, mi turno había acabado así que me dirigí al almacén en busca de mis pertenecías y para cambiar mi uniforme.

Empecé a tararear una canción que había escuchado en la radio hoy mientras me dirigía para acá, y no la he podido sacar de mi cabeza.

Saqué mi celular del bolso, para cerrarlo y ponérmelo.

Tenía un mensaje de James

"¿Estás libre esta noche? Tengo noticias de Alejandro, tienes que...

Antes de que pudiese leerlo por completo, una mano hizo peso en mi hombro. Brinque instantáneamente mirando a quien pertenecía esta.

—Hombre, ¿te asusté? —preguntó Gustavo el chef.

Sonreí. No, sólo me acaba de dar casi un jodido infarto.

—No chef —sonreí forzadamente.

—Antes de que te vayas muchacho, tengo algo que decirte. —dijo serio.

Ay Dios mio, ¿ya me van a despedir tan pronto?, yo no he hecho nada malo.

Sí, ya sé, no debí comerme esa tarta, pero es que se veía y estaba muy deliciosa.

—Mira chef, no fue mi intención. —dije nervioso.

—¿De que hablas? —preguntó.

—Que yo no quería, o sea si quería pero no, pero es que... —me interrumpió.

—Yo no se que querías Connor. Guardarlo para después. —dijo casi riendo.

—¿Entonces? —lo miré confundido.

—He notado tu empeño y esfuerzo en el curso y he notado que aprendes muy rápido, así que muchacho, quiero que trabajes de ayudante como principiante en la cocina —dijo relajado.

Ay mierda. ¿Y ahora?, ¿si me da hambre?, ¿si como?, ¿si quemo la cocina?

Dios ayudame.

—Connor, ¿que dices?, tengo trabajo que hacer hijo —su voz sonaba cansada.

—Ah, sí, acepto —dije sonriendo.

—Bien, según tus horarios, tu trimestre se acaba en dos semana, ¿me equivoco? —negué—, perfecto. En cuanto te den los nuevos horarios puedes empezar a trabajar en la cocina —sonrió y me dio una palmada en el hombro para luego marcharse.

Suspiré pesadamente, y me dirigí a la puerta trasera, donde se encontraba el estacionamiento.

Me dirigí a mi auto, pero antes alguien me tapó los ojos, empujándome hacia el piso al lado del auto. Instintivamente intenté darle un golpe a mi agresor, pero al ver de quien se trataba lo miré confuso.

—¿Que coño haces? —cuestioné con el corazón en la boca.

—Shh. Alejandro estaba rondando por aquí hace unos 10 minutos. —dijo tan rápido y en un susurro que casi no lo entendí—. April nos necesita —al escuchar su nombre, me alarme.

—¿Ella está bien James?

—Sí, ella está bien. Pero nos necesita. —murmuró.

¿Por que lo llamaba a él y no a mí?

Sorprendemente Cambiaste El Destino. #ID2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora