Capítulo 3. (parte 2/2)

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Una ducha para bajar la resaca, no me ayudó en casi nada. Pero me siento más aliviado. James me había llamado para quedar en ir a pasear para "conocer" un poco la ciudad. Lo que me parecía totalmente raro.

Había estado esperando a que llegará, pero en vista de que no apareció, bajé al estacionamiento a buscar mi auto. Pero al apenas llegar la Sportage de mi mejor amigo hizo aparición, puse mis manos al aire y susurré un «Aleluya» y el auto se detuvo y poco a poco el vidrio del copitolo se bajó mostrando una cabellera rojiza, fruncí el ceño y de inmediato saludó.

—Hola.

—Hola, Melinda —hice mención de su nombre y miré a James quien se encogía de hombros—. Amigo, por fin llegas.

—Lo siento, estaba buscando a esta linda chica —dijo coqueto, por razón alguna me molestó un poco, pero hice caso omiso y asentí— ¿Cuál es el primer lugar que quieres ir a 'conocer'? —enmarque ésta última palabra.

—Melinda conoce varios lugares, además ella vive aquí y fue guía turística hace un año —dijo todo tan rápido que quede estupefacto. ¿Me sacó todo en cara?, ¿me abandonó por esa chica?, ¿Melinda fue guía?, ella nunca me dijo eso...

—Bien  —exclamé serio y me di vuelta para subir en el auto, pero antes—, te sigo —finalicé y me subí en mi Mustang.

El día iba pasando y para ser honesto, en sí, no había hablado con mi mejor amigo. Habíamos recorrido varios lugares, no muy turísticos ni especiales como tal. Lo que me hizo llegar a conclusión de que él sólo quería salir con Melinda.

Estábamos en un lugar llamado; El Páramo Casaciens, era una de las partes más altas de la ciudad. Subí una pequeña colina y me acerqué a un pequeño barranco el cual contenía un baranda de pierdas antiguas no muy alta. Miré la vista, era hermosa, el aire era frío y puro, pero por extraña sensación, recordé aquel día del accidente.

Me preocupaba mucho por April, deseaba que estuviera bien, no quería que algo malo le sucediese, aceleré con furia, el camaro se movía de un lado a otro, y pegaba con rocas que pertenecían a la pequeña vía, no había escapatoria, alguien de cabello largo y rubio sacó un arma y empezó a disparar, la carretera se hacía más angosta, tenían que parar pero no lo hicieron.

Mis ojos se iluminaron en pánico, esto solo podía ser de mi imaginación, estaba delirando lo sabía, aceleré con temor, no podía ser, esto no acaba de pasar, bajé de inmediato.

La camioneta que yacía hace un momento en la pequeña carretera se hacía bola, mientras caía por aquel barranco.

—¡April! —grité, no podía ser, claro que no. La camioneta explotó a medida que bajaba.

Entonces sentí que mi mundo se acabó.

—Hey —sentí una pequeña mano en mi hombro, tenía los ojos cerrados mientras las imágenes que serían imborrables pasaban.

—¿April? —susurré, pero un movimiento brusco me sacó de mis recuerdos.

—¿Connor?, ¿que te pasa?, ¿quién es April? —la voz de Melinda resonó y abrí los ojos, su mirada era... confusa.

Nunca le había contado lo del accidente, ni de April. Quería olvidar todo, y por ello decidí no contarle a ella, ni a otra persona.

—No es momento Mel —James le dijo de manera serena.

—No te preocupes —dije e intenté sonreír pero salió una mueca de dolor y miré a mi mejor amigo quien me miraba, ¿preocupado?

Me dirigí al auto y subí en él, y lo encendí, hice rugir el motor y al acelerar, dejé la marca del caucho y al ser un terreno de tierra, se dispersó por todos lados.

Sorprendemente Cambiaste El Destino. #ID2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora