Don't you quiet loving me

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Narrador omnisciente:

Baird: Te amo

*Baird sintió todo el aire salir de sus pulmones disparado a todas partes de la habitación, él sentía que no quedaba ni un poco de oxígeno ahí dentro, por supuesto eran solo los nervios. La cara de Samantha solo empeoraba las cosas, Baird no estaba muy seguro de haberlo pronunciado lo suficientemente alto o entendible para que ella logrará percibirlo, o tal vez si, pero era que Baird lo soltó sin pensarlo, un impulso del momento y realmente se estaba arrepentido de haberlo dicho y rogaba que ella no se hubiera dado cuenta. Aunque, él sabía claramente que ella, por su expresión lo percibió y muy claro, pero ninguno de los dos estaba preparado para una confesión así en un momento tan espontáneo. Así que ambos solo se quedaron ahí por unos segundos hasta que ella decidió romper la capa de incómodo y perturbador silencio que se había formado*

Sam: ¿Qué? -recargó sus brazos en la silla frente a la pequeña mesa, su expresión era muy confusa y Baird no podía descifrar nada, mostraba enojo, sorpresa y tristeza, todo a la vez y quizá un poco más.

Baird no dijo nada, solo paso saliva y miro fijo en los ojos de Sam.

Sam: ¿Qué? -repitió, esta vez se veía un poco más molesta.
Esta vez Baird iba a abrir la boca para decir algo y Samantha lo interrumpió.
Sam: Si me vas a decir que lo olvide mejor cierra la boca, o no, pero *suspira* solo repítelo, por favor *un poco más calmada*
Baird: No hay nada más que decir, no lo repetiré, y si quieres estar enojada conmigo más tiempo y seguir con ese idiota de traje barato solo hazlo *frustrado y levantándose de la silla*
Sam: ¿Huirás de esto gallina? ¿Es tan fácil?

Ella no se ha movido de su lugar, solo que ahora tiene sus brazos cruzados y el camina en círculos por la mitad de la habitación donde se encuentra, él está entrando en pánico, se siente frustrado, realmente esperaba otra respuesta.

Baird: ¿Gallina? *perdiendo el control* ¿eso es lo que crees? ¿Qué soy una gallina? No tienes idea de lo mal que la estoy pasando y ha sido solo por ti. No es tan fácil ir por ahí aceptando y hablando de sentimientos como si fueran chistes. No es un maldito juego ¿lo entiendes? Puede que para ti sea muy fácil pero ¡para mí no!
Sam: *interrumpiendo* ¡No te hagas la víctima! ¿Crees que eres el único que siente? Pues no, también estoy yo, tus malditas indecisiones solo me han lastimado ¡imbécil!
Baird: ¿Lastimado? *alterado* ¡Pero si creí que te divertías con el muñequito adolescente! ¿O no es así? Si hasta parecen la pareja perfecta
Sam: ¿Eres imbécil? Parece que alguien olvidó todas las veces que pedí que no se fuera porque lo prefería mil veces más que a Marshall.

Baird dejó de dar vueltas por el pequeño cuarto, paro justo en el centro de lado a Sam y con los brazos en la cintura, sintió su cerebro hacer "click" instantáneo y entendió a la perfección las palabras de Sam. Giró sobre sus tobillos y se acercó más a la mesa con determinación, tomó la cara de la Sam en sus manos y la beso con fiereza, se separó de ella, la mesa estorbaba y quería tener a Samantha lo más cerca posible.

Sam: Parece que lo comprendiste al fin ¿Cierto? -lo dijo segura, con la mirada fija en los ojos celestes de Baird y sus manos tomando la cara de este.

Baird se limitó a agachar la mirada y sonreír, Sam levantó su rostro y lo volvió a besar, esta vez un poco más intenso que las veces anteriores. Baird tomó a Sam de el interior de sus muslos y la subió a la pequeña mesa sin separar ni un poco sus labios, ella comenzó a levantar la camiseta de Baird por sobre sus hombros hasta sacarla y mirarlo una vez más a sus orbes azules, Baird sonrió y comenzó a tirar de los pantalones de Sam para sacarlos también, ellos seguían besándose y tirando de la ropa suavemente, entra caricias lentas y besos húmedos.
Las emociones que llegaban a Baird a través de su piel eran indescriptibles, cada recorrido de las cálidas manos de Sam sobre su espalda erizaban todos los bellos de su cuerpo, él sudaba, se sentía nervioso y sentía sus piernas flaquear cuando Sam enredo sus delgadas piernas al rededor de las caderas de Baird, no era la primera vez que tenía relaciones sexuales con alguien, no estaba nervioso por eso, ahora solo estaba preocupado por no lastimarla y no emocionalmente porque él ya estaba seguro de lo que haría, sino físicamente por ser un hombre grande, bastante rudo y descontrolado en una situación como esta. Baird iba lo más lento posible, mordiendo la piel delicada y morena de Samantha y dejando marcas rojas que después se tornarían púrpura.
Samantha estaba muy feliz, sintiendo que estallaría en cualquier momento. Las enormes manos de Baird estaban heladas e inmóviles en el cuello y espalda baja de Sam, eran inmensas y ella estaba fascinada con ellas. Lo helado de la piel de Baird le decía a Samantha que él no estaba lo suficientemente preparado, pues eran emociones nuevas así que puso sus brazos al rededor del cuello de Baird y tiro de él para un abrazo más cálido.

Sam: También te amo, lo escuche muy claro solo quería asegurarme.

Baird sonrió un poco más relajado y volvieron a los besos y las caricias lentas, hasta que alguien llamó a la puerta.

Baird: Demonios *suspira irritado aún sin separarse de Sam*
Sam: Esta bien *ríe* ve, aquí espero.
Baird: De acuerdo *separándose de Sam* ¿Quién demonios puede ser?

Baird abrió la puerta y se encontró con la pequeña figura de Anya, no se había dado cuenta de que él solo estaba en ropa interior, sudado, con el cabello revuelto y sus gafas colgando de su cuello. Se dio cuenta poco después por el ligero rubor en las mejillas blancas de Anya, así que se cubrió un poco más con la puerta.

Anya: Lamento haber interrumpido algo, lo juro *nerviosa* no sabía que estaban... tú sabes, bueno no importa. Solo vine a decir que los pelotones ya salieron a restaurar la ciudad, menos el tuyo Baird, Hoffman los necesita afuera teniente.
Baird: Claro, lo sentimos. No teníamos noción del tiempo *cerrando la puerta*
Anya: ¡Espera! *deteniendo la puerta* fue muy estupido, olvídalo y vuelve a lo que hacías.
Baird: Gracias Anya, pero debemos cumplir antes con el deber.
Anya: Nos vemos *dijo retirándose del lugar*

Baird volvió a la mesa donde aún se encontraba sentada Sam, la levanto en sus brazos cariñosamente y ella se aferró a sus hombros sonriendo.

Baird: El deber llama pequeña *sonriendo, con Sam aún en sus brazos y juntando sus frentes*
Sam: ¿Pequeña? Soy más ruda que tú
Baird: Eso ya lo veremos -la bajó lentamente y depósito un beso en su mandíbula cerca de su oído.

Ambos comenzaron a vestirse y salieron de la habitación con la sonrisa más grande que hayan tenido, y por supuesto tomados de la mano.


Gracias por leer ^^

¿Ya jugaron GOW 4? Si es así ¿qué piensan de la relación que tienen Sam y Baird en ese juego?
Yo no le he jugado, pero vi lo que hicieron con ellos y no me gusto para nada, además de que físicamente cambiaron mucho a Baird, no me imaginaba que él envejeciera de una forma tan horrible, hicieron mejor trabajo con Marcus. Esperaba mucho más.

I Suppose -Gears Of War (Sam & Baird)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora