XIX

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✝Un Nuevo Desastre✝

— D-detente S-Shu-san — rogaba la rubia de ojos rosados, cuando al despertar en su habitación extrañada al no encontrarse a Aiko en su cama, agregando al tarro los sucesos extraños del día anterior. Decidió darse un pequeño baño relajante y buscar a su amiga, pero se encontró con la sorpresa de cierto rubio metido en la tina llena de agua y con ropa.

Consternada por su presencia recurrió a las típicas preguntas que uno hace cuando se encuentra en una situación extraña, mas este no se atrevió a responder y la arrastró con él a la bañera, mojándola, y luego la mordió.

— ¡S-shu-sa-an! — Yui soltó un quejido de dolor, intentando separarse del cuerpo del vampiro, en vano por supuesto, ya que este la aferraba con fuerza a su torso.

— Qué ruidosa, quédate quieta — respondió Shu y volvió a morderla.

— P-pero... Aiko... el baño... tu... — hablaba entrecortadamente. Shu suspiro en su cuello rendido y la soltó, un tanto molesto, «¿Cómo pueden ser tan unidas estas ruidosas?» pensaba el vampiro fastidiado, pues ambas chicas vivían pegadas como siamesas y no había momento donde se hallaran solas y por su lado.

— La ruidosa esa se encuentra en su nueva habitación — contestó el vampiro, desapareciendo del baño, dejando a la rubia débil, en la bañera.

***

Luego de haber tomado como 4 vasos de agua seguidos, Aiko se encontraba mejor, su garganta ya no ardía, pero seguía con una leve molestia en la misma. Subaru inesperadamente y para sorpresa de la peli magenta, le había traído el agua luego de que ella le dijera que tenía mucha sed; el primer vaso, el segundo, el tercero, y por último el cuarto, aun quejándose soltando maldiciones al aire iba y le traía el vaso lleno de agua.

— Subaru.

— Tsk ¿Y ahora qué más quieres? — respondió el nombrado de mala gana.

— Eres... diferente a tus hermanos — dijo Aiko, mirándolo a los ojos. Subaru se sintió cohibido ante esa acción y corrió la mirada algo incomodo. Sus ojos escarlata habían penetrado el alma misma del vampiro, eso lo incomodó, pues sus ojos se le hacían conocidos, una especie de nostalgia invadió al peli blanco, pero luego de estar un rato en silencio y quitando ese hecho de su cabeza respondió.

— ¿A-Ah Qué te refieres con eso? — preguntó el albino.

— No lo sé, pero tus ojos son diferentes. Me transmiten tristeza, rabia, enojo y quizás... culpa— respondió la peli magenta, mirando al vampiro a los ojos y luego apartando su mirada hacia sus manos.

A Subaru su respuesta lo dejo helado, y apretó los puños con impotencia y le dedicó una mirada furtiva.

— ¿¡TU QUE MIERDA SABES DE MI!? — le gritó, fulminándola con la mirada, y parándose de la cama, con los puños apretados a los costados. La pelimagenta bajó la mirada sintiéndose culpable por lo que había dicho, había arruinado el momento, estaba feliz porque Subaru la había estado tratando bien y sin embargo por culpa de un comentario fuera de lugar el vampiro estalló en rabia.

— L-Lo siento, no era mi intención — susurró bajando la mirada arrepentida, mordiéndose el labio.

— ¡NO TE DISCULPES MALDICIÓN! NO NECESITO TU PUTA DISCULPA — se abalanzó sobre ella, dispuesta a morderla. Aiko no veía razón en sus acciones y ya cabreada por la bipolaridad del vampiro utilizó su superfuerza para alejarlo de ella, haciendo que se estrelle contra la pared y rompiéndola, creando un gran agujero entre esa pared y la que compartía con el dormitorio de al lado.

—¿PERO QUE MIERDA TE PASA IMBECIL? ENCIMA QUE ME DISCULPO TE ME ABALANZAS ENCIMA COMO PERRO EN CELO Y ME GRITAS SIN TENER UN PUTO DERECHO SOBRE MI — le gritó, reboleándole los almohadones — ¡Bipolar! ¡Idiota! ¡Tsundere de mierda! — le decía con cada almohadazo que le daba.

— ¿¡Qué es lo que está sucediendo aquí!? — irrumpió nada más y nada menos que Reiji, encontrando un gran agujero en la pared, a Subaru entre los escombros y Aiko pegándole almohadazos al albino, mientras las plumas del almohadón ya roto flotaban en el aire.

***

— Esto no puede ser — se quejaba el den anteojos — Nunca hay tranquilidad en esta casa. Recién despiertas lo único que haces es causar desastres, ya rompieron la pared de la nueva habitación — suspiro con fastidio — Ambos están castigados — sentenció. Ambos, Aiko y Subaru se encontraban en la sala de estar con Reiji regañándolos por el desastre que habían provocado en el piso de arriba.

— Tsk.

— P-Pero Megane — se quejó Aiko, Reiji le dedicó una mirada furtiva ante el apodo con el que se había dirigido a su persona.

— ¿Cuántas veces te he dicho que te dirijas a mí con respeto? — Aiko rodó los ojos molesta y Reiji se levanto del sillón— Sígueme, tenemos una charla pendiente — le indicó a la peli magenta, y ambos se retiraron de la sala de estar, dejando a solo al albino, que con fastidio desapareció de allí, y reapareció en el campo de rosas blancas donde siempre acostumbra a estar. Pensativo, cortó una rosa blanca con sus manos, sin importarle si se pinchaba «¿Por qué? ¿Cómo puede saber eso ella con solo mirarme así? Sus ojos, sus malditos ojos escarlata, ¿Por qué se me hacen tan conocidos?... ¿Por qué... siento que... ya te conozco Aiko? »

✝ Bloody Kiss ✝ ||Diabolik Lovers||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora