III

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✝Una Estrategia & Un Plan En Marcha✝

(Narra Aiko)

Nos encontrábamos Yui y yo en un cuarto misterioso, Habíamos escuchado unos pasos, y aterradas, corrimos a la primera puerta que hayamos y nos escondimos bajo la cama.

— Yui estas temblando — le susurré.

— L-lo siento, es que tengo miedo — me contestó.

— No te disculpes, es normal tener miedo, ya vas a ver qué vamos a salir de aquí — le afirme positiva.

— Si, ¡Tienes Razón! — dijo hablando fuerte, por lo que yo le tapé la boca ya que volví a escuchar pasos.

— ¡¡Shh!! Que nos van a escuchar — susurre ahora lo más bajito posible. Yui asintió con la cabeza y luego sentimos como la puerta se abría y veíamos unos pies, ya que estábamos debajo de una cama... ¡Carajo! Enseguida tape la boca de Yui y la mía para que no nos escuchara, mientras la persona caminaba de acá para allá tarareando una canción.

— ¿Dónde crees que estén Teddy? — hablaba el sujeto con no sé quién, estará loco quizás — Si yo también lo creo — volvió a decir ¿Pero qué le pasa a este chico? ¿Se le zafaron los tornillos o qué? La verdad ya me estaba dando un poco de miedo pero no quería perder la compostura así que me mantuve igual, el chico se estaba yendo pero Yui corrió el pie que no había metido bajo la cama y se escuchó el ruido que hizo por lo que el chico que estaba ahí nos escuchó, se agachó a ver y ¡Nos descubrió!

— Teddy los hemos encontrado — dijo el chico de cabello lila y ojos violetas hablando con su oso de peluche y sonriendo de manera siniestra mientras nos jalaba del tobillo. Yo logre zafarme de su agarre y salí de abajo de la cama por el otro lado, llevando a Yui conmigo, pero el peli-lila agarro del brazo de la rubia.

— Yui-san no está bueno huir ¿nee~ Teddy? — le preguntaba a su amigo mientras ella temblaba de miedo.

— Déjala ir — le ordené, poniéndome seria.

— ¿Por qué debería dejarla que se vaya? Yui-san es nuestra presa, ella será mi muñeca y jugará todos los días conmigo y con Teddy — respondió el fallado.

— No dejaré que te la lleves ¡Pendejito desquiciado! — le grité enojada, no sé de donde saqué tanta bronca, yo no soy así de gritona y maleducada, pero el hecho de compartir el mismo aire que estos vampiros me enerva.

— ¿¿P-pendejito desquiciado?? — pregunto él, indignado por lo que yo le había dicho.

— Si niño, eres tan desquiciado, o acaso no te das cuenta de lo que pareces?— le pregunté obvia — En fin, volviendo al caso, suelta a Yui — le exigí.

— Teddy dice que no soy un niño desquiciado, y no pienso soltar a Yui-san porque ella es mi muñeca ¿Nee~ Teddy? — le preguntó su oso de peluche, Yui-chan temblaba de miedo.

— ¡Te he dicho que la sueltes! — le grité, revoleando su peluche a cualquier lado, y aprovechando el descuido del vampiro para escapar con Yui tomándola al estilo princesa y corriendo por los pasillos como si nuestras vidas dependieran de ello –nuevamente-, escuchando todavía los gritos de aquel vampiro fallado hasta que después dejamos de escucharlos, y entramos a un cuarto bastante raro y tenebroso.

El cuarto era rojo con tonalidades naranjas y marrones, a primera vista era lindo, pero en él se encontraban elementos de tortura que hacían del lugar un ambiente escalofriante y sádico diría yo.

— ¿Qué hay con este lugar? — pregunté un poco temerosa al notar los objetos que nos rodeaban, sobre todo la dama de hierro que había allí.

— N-no lo sé, pero me da mucho miedo — dijo Yui-chan abrazándome el brazo.

— A mi también me da miedo, pero hay que soportarlo, todo sea por escapar de aquí ¿Si? — le pregunté abrazándola, ella asintió con la cabeza y luego pensaba una estrategia para deshacernos de los vampiros.

— ¡Lo tengo! — dije emocionada.

— ¿Qué sucede? — pregunto Yui-chan confundida.

Me acerqué a la dama de hierro y me provoqué un corte en la muñera, y de ésta comenzó a salir sangre — ¡Perfecto! —

— A-Aiko-chan ¿Por qué te estás lastimando? —me preguntaba horrorizada la rubia al ver mi herida.

— Es para distraerlos, voy a hacer un rastro de sangre por todo el pasillo, así los desviaremos, buscaremos tu maleta primero y luego escaparemos por alguna ventana, o por donde sea — le expliqué mi plan, ella asintió y comenzamos con la estrategia, mientras ella iba por un lado, yo iba por el otro, dejando un rastro de sangre por el suelo, luego me cure el brazo y me fui con Yui-chan para seguir buscando sus maletas.

(narrador omnisciente)

Un vampiro pelinegro se encontraba sentado en la sala de estar, intentando concentrarse en el libro que tenía en las manos, pero le era imposible.

Ese maldito mocoso me las iba a pagar ¿Cómo se le ocurre irrumpir así en la casa? Y Mas encima, escuchar nuestra conversación? Todo por un perro mugroso y una humana estúpida, ya te voy atrapar y me las vas a pagar — pensaba mientras trataba de concentrarse en la lectura, pero le fue imposible porque comenzó a sentir un fuerte olor a sangre, muy dulce a decir verdad, más fuerte que el de la rubia — ¿De quién era ese olor? — pensó, y Para sacarse las dudas se dirigió al pasillo de dónde provenía el olor y se encontró con un rastro de sangre, y a todos sus hermanos allí.

— ¿Qué está pasando aquí? — preguntó Reiji.

— Hay un rastro de sangre por todo el pasillo, y al parecer termina aquí, en el cuarto de Ayato-kun — explicó Raito, su hermano menor.

— ¿Y qué esperan? Abran de una vez — ordenó el pelinegro y sin quejas Raito abrió la puerta, para encontrarse con una escena lamentable, un charco de sangre en el centro de la habitación y la pared estaba escrito con sangre "IDIOTAS".

— Tsk nos ha engañado — se quejó Subaru enojado mientras rompía la puerta de un golpe, Shu suspiraba mientras se apoyaba en el marco de la puerta ya rota, Kanato abrazaba su peluche descontento con una mirada de odio y Raito y Ayato se acercaron al charco de sangre.

— Maldito mocoso —exclamó enojado el pelinegro.

— Mmm~ que sangre más deliciosa — saboreaba Raito.

— Es cierto, y su aroma es más fuerte y dulce que el de la chichinashi — afirmaba Ayato.

— Pero que hacen? No es momento de hacer eso, tenemos que atrapar al mocoso y recuperar a esa humana —se quejó Reiji.

— Pero ella no es ningún mocoso — dijo Raito.

— ¿¡Ella!? — exclamaron confusos todos al mismo tiempo, menos Raito y Ayato.

— Si, es una chica, además de dulce, inteligente, me gusta — respondió Raito, todos estábamos atónicos — Quizás, cuando la atrapemos me divierta jugando con ella — decía pervertidamente.

— ¿Qué? ¿Cómo una estúpida humana fue capaz de engañarnos de tal manera? — preguntaba ofendido el pelinegro.

—¿Cómo voy a saberlo? Ore-sama solo necesita sangre — decía Ayato enojado.

— Como sea, tenemos que atrapar a esa "mocosa". Es inteligente, voy a admitirlo, pero no se saldrá con la suya — Afirmó Reiji.



✝ Bloody Kiss ✝ ||Diabolik Lovers||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora