Capítulo 29

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Desperté en la noche por el ruido que la puerta hacía mientas Jack la abría. Lo vi aparecer con esa sonrisa que tanto amaba.

-Por fin despertaste -sonrió de lado entrando a la habitación.

-La playa me cansó -dije mientras pasaba mis manos por los ojos- ¿Por qué no me despertaste?

-Parecías una princesa durmiendo -se acercó y se acostó a mi lado.

-Ven -le tomé el brazo y lo acerqué, acostándome en su pecho.

-¿Irías a cenar conmigo en unas semanas? -me preguntó levantando mi mentón.

-¿Por qué no iría? -le di un pequeño beso en los labios. Me acosté nuevamente en su pecho mientras subía y bajaba con tranquilidad.

-Me encanta estar así.

-¿Así cómo?

-Así Alice, contigo.

***

Era viernes. Jack había dicho que iríamos a cenar hoy día a las ocho. Salió temprano, y estuvo casi toda la mañana afuera, ¿haciendo qué? lo mismo me preguntaba. Me dijo que estuviera lista a las siete y así lo hice.

Me di una larga y relajante ducha, no tenía apuro; sequé mi cabello y salí del baño con la toalla aún amarrada. "Ponte linda, más aún de lo que eres", recordé a Jack decirme por la mañana. Me puse un vestido, unos tacones y me maquillé, poco, no me gustaba maquillarme en exceso; un poco de delineador en los ojos, máscara y brillo labial, estaba lista. Escuché el timbre. Me encontré con Jack que miraba con una sonrisa pícara.

-Te ves hermosa -sonrió pasando- ¿estás lista?

Se veía bastante bien. Llevaba unos pantalones negros, una camisa que tenía los tres botones de arriba desabrochados, dejando ver su pecho y una chaqueta.

-Lista -le sonreí. Jack tomó mi mano y salimos del departamento. Bajamos por el ascensor, al llegar abajo, Jack llevaba su Jeep.

-Pensé en lo del vestido -hizo una mueca. Reí y subimos a este, alejándonos del gran edificio para ir al misterioso lugar al que me llevaría.

Le había preguntado sobre el lugar a donde iríamos, "sorpresa" me había dicho sin darme siquiera una sola pista. Pasamos un par de restaurantes, me sorprendí cuando Jack no paró en ninguno de los muchos que habíamos pasado. "Definitivamente no íbamos a cenar" pensé mientras miraba por la ventana como nos alejábamos de Los Ángeles y pasábamos de edificios y casas, a ver solo árboles. Sentía como Jack me miraba en ocasiones, pero yo seguía con mi mirada fija en el hermoso paisaje que se asomaba por la ventanilla del Jeep. Íbamos en silencio, un silencio cómodo. Seguí mirando hacia afuera, veía como el sol poco a poco bajaba y se escondía detrás de las montañas; y el cielo oscurecía haciendo que las casas que se encontraban al interior del bosque encendieran las luces en su interior. Habían pocos autos circulando por la carretera, era día de semana y casi nadie salía de la ciudad hacia estos lugares sin tener una cabaña o algo por el estilo.

El viaje duró una hora aproximadamente, el cielo ya estaba totalmente negro, la luna había salido iluminando el lugar. Miré a Jack mientras apagaba el motor del auto y abría la cajuela, me miró con una sonrisa de oreja a oreja antes de bajarse y dirigirse a la parte de atrás. Realicé su misma acción bajándome del auto y cerrando la puerta. Miré la casa a la que habíamos llegado, era una cabaña antigua; tenía dos pisos y se veía que no era ocupada desde un hace tiempo. Jack me hizo un movimiento con su mano en señal de que entrara mientras que en su otra mano llevaba una pequeña cesta de picnic. Entré, el lugar era precioso y acogedor. Una tenue luz alumbraba la primera planta de la casa, la sala tenía una mesa en el centro y unas sillas, además del sillón. La decoración era encantadora, sin duda una mano femenina había decorado la casa. Me giré y me encontré con Jack, quien me miraba atento.

-¿Te gusta? -alzó una ceja esperando ansioso mi respuesta.

-Es... -suspiré mirando nuevamente el lugar- hermoso.

-¿Salgamos al patio, si? tengo algo ahí y espero que te guste.

Salimos al jardín de la cabaña, mis ojos se abrieron con la sorpresa. Unas luces iluminaban una manta en el suelo que encima tenía unas velas ya encendidas; seguramente Jack las había encendido cuando miraba la casa. Sobre la manta también habían unas cuantas cosas para comer, era todo hermoso. Me di vuelta encontrándome con Jack esperando mi reacción.

-Jack, esto es hermoso -le dije con una amplia sonrisa a la vez que empezaba a caminar hacia él.

-¿De verdad? -me preguntó emocionado- quería hacerte algo especial, no lo típico, ya sabes.

-Entiendo -sonreí- me encanta, gracias, en serio, nadie había hecho algo así por mí -lo miré a sus verdes ojos, perdiéndome en ellos.

-Te mereces esto y mucho más Alice -dijo mientras tomaba mi cintura y me acercaba despacio hacia él. Me besó dulcemente y luego entrelazó nuestras manos en dirección al apetitoso picnic.

Estuvimos hasta las diez de la noche, más o menos, conversando y riendo. Lo pasábamos tan bien juntos, amaba a este Jack: tierno, abierto y sin ego, simplemente, él.

Hacía mucho frío, era verano pero en las noches el frío era casi insoportable. Pasé mis manos por mis brazos descubiertos tratando de entrar en calor, pero no daba resultado, "jamás entrarás en calor de esa manera" escuché una voz decir en mi cabeza, miré a Jack quien se estaba sacando su chaqueta. Me la extendió y yo la recibí sin pensarlo dos veces y me la puse, olía exquisito, al delicioso y único perfume de Jack.

-Verás -comenzó a decir, estaba nervioso, bastante en realidad- ¿te he dicho que me encantas?

-No lo recuerdo -reí- sí, lo has dicho.

-¿Y te he dicho que eres la chica más linda del mundo? -sonrió.

-Jamás -sentí como me sonrojaba, bajé un poco mi cabeza, mirando el suelo; como odiaba sonrojarme.

-¿Y te he dicho que te ves aún más hermosa cuando te sonrojas? -rió mientras levantaba mi mentón.

-Basta -reí mirándolo a los ojos.

-Alice... -tomó una gran bocanada de aire y continuó- me fascinas, pienso en ti siempre ¿sabes? -alcé las cejas sin poder creerlo- aunque todo comenzó con un "capricho", creéme que al tiempo me empezaste a gustar -lo miré sorprendida- eres hermosa, amo todo de ti, hasta tu adorable humor -reí al igual que él- y te quería preguntar algo.

-Jack... -me interrumpió.

-Alice Jones -me sonrió- ¿quieres ser mi novia?

¿Hablaba en serio?, ¿nosotros?, ¿novios? No podía creer lo que me estaba preguntando, me quedé con la boca abierta, no sabía que hacer.

Debo admitir que desde hace un tiempo siento cosas por él. Recuerdo cuando Jack me dijo: "Me encargaré de que olvides a Drake y me ames a mí" vaya ego, pero le había salido, me había enamorado completamente de él. ¿Egocéntrico, celoso, impulsivo, frío? sí, pero no me importaba lo amaba demasiado como para importarme. A la vez su lado tierno, me mataba. Miré a Jack, aún sin articular ni una palabra, "Vamos Alice, di algo" escuché decir a Jack que seguía mirándome ahora nervioso. Pensé en Drake, de nuevo, lo dañaría aunque no quisiera hacerlo; pero Tom tenía razón, no puedo estar con quien yo no amo. Amo a Drake pero solo como amigo y sinceramente, tenía bastante claro que nuestra amistad no volvería a ser igual o peor, no volveríamos a ser amigos. Sacudí mi cabeza y luego de unos segundos me dispuse a hablar.

-¿De verdad no sabes cuál será mi respuesta? -le pregunté divertida.

Noté como Jack se relajaba de a poco, se había preocupado por los casi interminables minutos de espera.

-¿Debería saberla? -me contestó con otra pregunta. Me acerqué y lo abrace dándole un beso, Jack sabía que ese beso era mi respuesta. Sonrió sobre mis labios a mitad del beso, dios, como me encantaba este chico.

-Es un claro que sí -le dije al separarnos- ¿dudabas de mi respuesta, Norries? -enarqué una ceja, provocándolo.

-Por un momento sí, pero recordé que soy irresistible -bromeo. Antes de que yo pudiera decir algo, volvió a besarme. Amaba sus besos, eran mi propia droga, la mejor de todas y no la cambiaría por nada ni nadie.

Amor ilegal | Terminada. [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora