Capítulo 34

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Cumplíamos cinco meses con Jack, Tom y Sarah lo amaban y yo estaba feliz con él; el solo estar con él, me hacía bien, lo amaba. Mientras Jack se daba una ducha, me vestí. Me puse un vestido negro, unos tacos y me maquillé levemente.

Escuché el agua dejar de correr y comencé a ordenar mi bolso. Al rato salió Jack del baño con la toalla amarrada en su cintura, sentí unos brazos rodearme por atrás. Jack me giró y me besó subiendo con sus manos mis piernas a cada lado de su cintura. Me soltó en la cama y luego se puso encima mío.

-¡Jack! -alargué riendo- ya basta, vamos a ir a cenar.

-¿Ahora no puedo disfrutar de MI novia? -preguntó resaltando el "mi".

-Sí puedes, pero después de cenar -le sonreí para luego darle un beso y pararme rápidamente, quedando Jack acostado boca arriba en la cama- Vístete, tenemos la reserva a las diez.

Llegamos a un elegante restaurante, Jack había reservado hace una semana, más o menos, la mesa de esta noche. Entramos al lugar, una señora de edad nos invitó amablemente a sentarnos, la mesa estaba apartada, con vista a la playa. Habían un par de velas sobre la mesa, en mi lado había una rosa. Miré a Jack con una enorme sonrisa, me sonrió también al notar lo emocionada que estaba. La cena salió bien, tema de conversación nos sobraba, y la vista era fenomenal.

"¿Vamos a caminar un rato a la playa?" me preguntó Jack antes de salir del lugar. Entrelazamos nuestras manos, que calzaban a la perfección, y fuimos a la playa. Me saqué los tacos y comenzamos a caminar, no teníamos apuro, teníamos toda la noche por delante. Era imposible no sonreír con Jack, me sentía mejor que nunca, sus besos, sus abrazos, sus caricias, cada detalle me hacía sentir especial. Cuando lo conocí jamás pensé en que estaríamos juntos, y ahora, estábamos celebrando nuestros cinco meses.

Era medianoche, Jack me había pedido pasar a su casa para buscar más ropa, creo que entre lavar y llevar más, prefería el lado sucio. Íbamos en camino cuando el sueño me vencía. Nos bajamos y entramos a la casa, me senté y apoyé mi espalda en el sofá, cansada.

-Amor, no te duermas -se acercó- falta celebrar -levantó ambas cejas hacia arriba y abajo.

-No me dormiré, no te demores -reí.

-Claro que no, dame unos minutos -me dio un fugaz beso y desapareció escaleras arriba.

Me paré para mirar algunas fotos que habían en los muebles, estaba Jack con un hombre y una mujer, sus padres debían ser. Ella era muy parecida a Jack, era hermosa, mi estómago se tensó al recordar lo sucedido con su madre. Seguí mirando y en un costado del mueble me encontré con un maletín. Suspiré y lo abrí; desearía no haber abierto nunca esa pequeña maleta.

Me encontré con cuchillos, de todo tipo, unas cuantas fotos de chicas con ojos azules. Me sentí mareada al encontrar una foto mía entre las fotos de esas chicas, además de encontrar a Brittany entre ellas. Me senté en el sofá con un nudo en la garganta, sentí como las lágrimas caían por mis mejillas sin poder controlarlas. Vi a Jack bajar las escaleras con una sonrisa y un bolso, pero su sonrisa desapareció al verme llorando y con las fotos en mis manos.

Lo miré con asco y terror, todo este tiempo estuve viviendo con un asesino, con ese psicópata que trató de matarme y jamás lo sospeché. Traté de controlar mis lágrimas pero no pude, seguían cayendo sin poder evitarlo por más que las limpiara. Jack dejó caer el bolso a la mitad de las escaleras y se acercó con la mandíbula tensa.

-Aléjate -le dije fría, mi voz temblaba.

-Alice, déjame explicarte -trató de decir.

-¿Explicarme qué?, ¡Eres un maldito asesino Jack! -le grité tirándole las fotos que tenía en mis manos, las tomó hábilmente y las tiró a un lado. Se trató de acercar de nuevo, pero me paré y me alejé- ¡Eres un desgraciado, un mentiroso!, ¿hasta cuando pensabas seguir con esta mentira, eh? -noté como los ojos de Jack mostraban tristeza, no me importó- ¿no vas a decir nada, cierto? ¡Me das asco!, ¡y ni hablar del miedo que en estos momentos te tengo!

Amor ilegal | Terminada. [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora