Capítulo 27

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Le dije a Tom que saldría con Megan, aceptó enseguida que saliera esta tarde. Me vestí con unas calzas, una blusa azul y mis típicas converse.
Jack me mandó un mensaje a las tres indicándome que se encontraba en la entrada. Me despedí de Tom que estaba con Sarah y bajé. Al salir me encontré con Jack apoyado sobre su moto, se veía bien, como siempre. Tenía una polera blanca, con su chaqueta de cuero encima, unos jeans negros ceñidos y vans. Amaba como se vestía, era simple pero le sentaba a la perfección.

Apenas me senté, pasé mis manos por debajo de su chaqueta, sentí como Jack sonreía y aceleraba.

Llegamos a una hermosa playa, estaba a unos treinta minutos de la ciudad, era tranquilo y no había mucha gente. Nos bajamos y comenzamos a caminar.
Después de un rato, nos sentamos en la arena, cerca de unas rocas en donde chocaban las olas. Era hermosa la vista, habían unas cuantas personas caminando por la playa, algunas familias, todo estaba muy tranquilo; algunas risas de niños rompían el silencio esa tarde.

-¿Y tus padres Alice? -me preguntó interesado en mi respuesta.

-Yo... -paré y tomé un poco de aire- mamá murió cuando tenía seis años, y papá desde ahí anda en cosas raras, lo veo una vez al mes, a veces ninguna -suspiré mientras miraba como
reventaban las olas a la orilla del mar.

-Te entiendo -dijo Jack, mirándome- mis padres se separaron cuando era pequeño. Mi papá se fue, desapareciendo completamente del mapa y mamá volvió a casarse -suspiró- se llamaba Marcos, un día cuando llegué de la escuela -paró, su voz estaba quebrada y tenía los ojos cristalizados- vi a mamá muerta en el sillón y a Marcos junto a ella -paró de nuevo, unas pocas lágrimas caían por sus mejillas- la mató Alice, mató a la mujer que más amé en el mundo.

Un escalofrío recorrió mi espalda. Me acerqué a Jack y lo abracé, correspondió mi abrazo. Por tan duro que parezca, él no era así. Ambos hemos pasado por cosas duras, pero no me imagino el dolor de Jack, de ver a tu mamá muerta y al imbécil que la asesinó. Miré a Jack a los ojos y lo besé, necesitaba de él, de sus besos. Necesitaba decirle que todo estaba bien y que yo estaba ahí para él.

-Te quiero tanto Alice -me miró con ternura- gracias -me sonrió secando las lágrimas que cubrían su rostro.

-Yo también te quiero -le devolví la sonrisa- mucho, Jack.

Estuvimos toda la tarde hablando, eran las siete y comenzaba a oscurecer. Nos paramos y comenzamos a caminar de vuelta a la moto. Sentí como Jack me tomaba la mano y entrelaza nuestras manos. No me opuse y no lo haría tampoco, disfrutaba estar así, con él. Egocéntrico, impulsivo, sea lo que fuese, me encantaba así y eso jamás lo dudé. Desde el primer momento en que lo vi, me encantó.

Llegué a casa y me encontré a Tom y Sarah sentados en el sofá de la sala, estaban demasiado felices.

-¿De qué me perdí? -pregunté cómica sentándome delante de ellos.

-Alice, tenemos una buena noticia -dijo Tom con una amplia sonrisa, tocando el estómago de Sarah quien sonreía también.

-Serás tía, Alice -dijo Sarah mientras besaba a Tom, jamás los había visto tan felices. Una sonrisa se dibujó automáticamente en mi rostro.

-¿¡Tía!? -grité emocionada- ¡Estoy tan feliz por ustedes! -dije mientras los abrazaba.

-Y como queremos formar una familia -siguió Tom- vimos una casa hace un tiempo... la compramos hace unas semanas y mañana queremos cambiarnos -sonrió.

-¿¡Qué!? -grité contenta de nuevo- ¡viviré sola! -reí.

-Ya, ya enana, ve a acostarte, es tarde. Mañana por la mañana nos vamos, así que despierta temprano -me dio un beso en la frente.

Amor ilegal | Terminada. [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora