Capítulo 30

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Ya había pasado un mes, un mes desde que Jack se había venido por un tiempo "indefinido" a mi departamento. Un mes desde que estaba de novia con él, y estaba más feliz que nunca. Megan me había contado hace unos días que se mudaría con Charlie a Inglaterra, enorme cambio. Como la iba a extrañar, sus consejos, nuestras salidas, cada cosa que hicimos y haríamos ya no las podríamos realizar, ¿qué iba a hacer sin mi mejor amiga? iba a extrañarla demasiado a ella y a Charlie, pero no iba a quedarme del todo sola; iba a quedarme con Jack.

Esta tarde se irían ambos a Inglaterra, su vuelo salía a las seis de la tarde, hora en la que Jack y yo los despedíamos. Ya sabían la historia, "hacen una linda pareja" dijo Megan emocionada en cuanto supo. Me despedí una vez más con los ojos cristalizados de Megan y al rato vi como desaparecía por la puerta de equipaje con su bolso de mano y Charlie a su lado.

Movieron sus manos en señal de despedida con unas cuantas lágrimas en sus ojos, al llegar al segundo piso en donde subirían al avión; el segundo piso tenía un gran vidrio de cristal que cruzaba por todo el edificio. Fue la última vez que los vi antes de perderlos entre la multitud que se encontraba buscando sus puertas de embarque en la segunda planta del aeropuerto.

Estaba feliz por los dos, por más que ambos fueran mis mejores amigos y ahora juntarnos sería el doble de difícil, me alegraba enormemente verlos juntos aún, llevaban unos dos años siendo novios, se amaban demasiado y eso se notaba en la manera en que ambos se miraban, como dos enamorados. Sería una gran aventura para ellos, vivir juntos y pasar más momentos para recordar.

Algún día haría eso, me iría y recorrería a más no poder, esperaba que fuera con Jack. Pero no me adelantaría, jamás lo hacía y no lo haría ahora. Tomarle cariño a una persona para mí era difícil, sobre todo si hablábamos en lo personal, pero con Jack todo había sido tan distinto. Sabía todo de mí y yo de él, confiábamos uno en el otro sin importar nada, nuestra relación iba bien y esperaba que siguiera así por un largo tiempo.

***

Hoy cumplíamos un mes desde que estábamos juntos "oficialmente", pero sin contar con las formalidades, llevábamos unos dos meses y medio. "Esta noche te tengo algo especial, amor" me dijo Jack mientras seguíamos acostados viendo televisión.

-¿Qué harás, eh?

-Sorpresa -me miró cómico.

-Basta con eso, la última vez me tenías un picnic, ¿qué harás? -dije dándole un beso en la mejilla- vale, dime.

-Mi amor, espera, ya verás.

No habló del tema en todo el día, estaba hecha un manojo de nervios y no era para menos. Le tenía a Jack por el primer mes, una cadena, la cadena tenía un corazón partido en dos mitades, una la tendría yo y la otra mitad la tendría él.

Me había costado un mundo encontrar el regalo adecuado, hasta que me topé con una joyería. La cadena era de plata, una mitad del corazón tenía una "A"; esa sería de Jack. Y la otra mitad tenía una "J"; esa sería mía. Le encantaría.

Llegué a casa y Jack estaba en la puerta con un pañuelo en sus manos, escondí rápidamente la bolsa con las cadenas en mi bolso y miré interrogante a Jack, "ven, será sorpresa" dijo poniendo en mis ojos el negro pañuelo, solo reí ante la situación. "Hey, cuida que no tropiece" le dije entre risas cuando comencé a caminar sea donde sea que me llevara. Me concentré en el camino, íbamos al comedor, sonreí y seguí caminando guiándome por Jack. Cuando sacó el pañuelo vi la mesa, había cocinado para mí.

-¿Así que esto era? -lo abracé- Quiero ver que has hecho -caminé hasta una de las sillas, antes de sentarme Jack la corrió para que me sentara- gracias Señor Norries -molesté sentándome.

-No hay de que -rió- vale, aquí viene el mejor plato que jamás hayas probado -lo vi desaparecer por la puerta de la cocina, al rato salió con dos platos, uno en cada mano.

Se sentó delante de mí y puso los platos sobre la mesa: pastas, mi plato favorito. Se veía delicioso.

-¿Qué tal está?

-Exquisito -dije mientras probaba un poco del delicioso plato- no sabía que cocinaras tan bien.

-Lo tenía guardado -hizo una mueca- te tengo algo, espero que te guste -dijo sacando de su bolsillo una pequeña caja azul marino.

Narra Jack

Desperté temprano y fui a una joyería. Era el primer mes, no era la gran cosa pero quería que Alice supiera lo importante que era para mí y lo mucho que la amaba. Caminé unas tres cuadras y me detuve en una joyería llamada "Gold", entré y miré buscando un brazalete. Pensaba regalarle un brazalete de plata que tuviera dijes, que le recordaran cada una de las veces que estuvimos juntos.

Encontré uno que le encantaría a Alice, lo compré y lo guardaron en una pequeña caja de color azul marino. Llegué al departamento y me puse a cocinar apenas Alice salió. Escuché el timbre sonar. Guardé la delicada caja en uno de mis bolsillos y busqué un pañuelo para taparle los ojos, sería una sorpresa.

Narra Alice

Me pasó la caja que a la vez llevaba una pequeña rosa blanca. La abrí y me encontré con un hermoso brazalete de plata, tenía dijes, era perfecto. "Yo te lo pongo" dijo Jack abrochando ambas puntas de la pulsera. Me acordé de mi regalo.

-El mío ahora -lo miré sonriendo, me paré corriendo de la mesa y fui hasta mi bolso en donde tenía ambas cadenas.

Me puse la mía y tomé la caja en donde estaba la de Jack. Lo abracé por detrás, ya que seguía sentado y le puse la caja a la vista, se giró dándome un beso en la mejilla. Abrió lentamente la pequeña caja encontrándose con la cadena de plata. La sacó y la miró por unos segundos.

-Una "A" de Ashley, ¿cómo supiste? -bromeo.

-Eres un imbécil -le golpeé el brazo levemente y tomé la cadena poniéndola en su cuello- ¿Qué dices?

-Me encantó, ¿la otra mitad? -preguntó divertido.

-Aquí -le señalé la cadena que colgaba de mi cuello con una "J" en ella- feliz primer mes, amor.

-Te amo -dijo antes de darme un beso. La noche era perfecta.

Me besó con esa dulzura y lentitud que tanto amaba. Posó sus manos en mi cintura y me apegó a su cuerpo, aún besándome. El beso se tornó más apasionado, Jack me tomó en brazos, y envolví mis piernas en sus caderas. Nos besábamos sin pudor alguno, sus caricias proporcionadas en mi cintura me tenían en otro lugar. Se separó levemente de mis labios con la respiración agitada.

-Me encantas -dijo mirándome fijamente a los ojos.

Amor ilegal | Terminada. [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora