Amor ilegal | Terminada. [Sin editar]

Capítulo 39

Empezó a llegar más gente al cementerio, nos separamos y noté que Jack llevaba a mano una chaqueta con capucha. Me sonrió de lado y luego se la puso para poder salir de ahí sin ser reconocido y cosas por el estilo. La noticia ya había salido en las noticias, Drake se había encargado de darlo a conocer en todo Los Ángeles. Ya no podía salir sin que alguien lo pudiera reconocer o denunciar con la policía.

Me tomó de la mano, después de ponerse sus lentes de sol negros. Entrelazamos nuestros dedos nuevamente, luego de estar separados un tiempo. Nuestras manos se acoplaban a la perfección, tal y como antes. Caminé con una amplia sonrisa, me sentía bien de nuevo, me sentía feliz.

-¿Qué harás? -le pregunté buscando las llaves del coche en mi bolso.

-Quería que pasáramos la tarde juntos, pero si tienes planes...

-Me encantaría -le sonreí- ¿En qué llegaste?

-Caminando -hizo una mueca mientras metía sus manos en los bolsillos delanteros y se encogía de hombros- reconocerían mi patente y cosas así.

-Olvidé eso, entonces vamos en mi coche- le indiqué a Jack que se sentara en el asiento del copiloto, rodeó el auto y se subió.

Habíamos ido a mi departamento, por lo de Jack no podíamos salir a lugares con mucha gente, menos aquí en el centro porque estaba cerca del FBI. Y tenía claro, además, que Drake no volvería, estaba furioso por lo que pasó la noche anterior.

-Sigo preguntándome qué fue lo que te hiciste en la mano -dije mientras estábamos sentados en el sillón, le toqué la mano con delicadeza- no me digas que los policías te dejaron así -le dije divertida mientras seguía en sus brazos.

-No, pero no me sentía bien y pasó -hizo una mueca.

Me separé de sus brazos para ir a la cocina y traer unas latas de bebida. Pero el brazo de Jack me detuvo haciéndome caer sobre él. No pude evitar reír ante la situación y me acomodé, dejando cada pierna a su costado y rodeándole el cuello con mis brazos.

-Te extrañé tanto a ti y a tu humor de perros -me dijo divertido posando sus manos en mi cintura. Su voz sonaba grave y ronca, simplemente, perfecta.

Me acerqué a sus labios quedando a sólo centímetros. Jack estaba con los ojos cerrados esperando que mis labios presionaran los suyos. Carcajee y abrió los ojos riendo.

-Alice Jones... yo que tú, no hubiera hecho eso -dijo cómico mientras me besaba sin previo aviso. Luego me tomó en sus brazos y dio unas cuantas vueltas haciendo que gritara.

-¡Bájame! -reía sin poder parar- ¡Jack! -cayó al sillón conmigo encima, le di un fugaz beso en los labios.

-Te lo advertí -rió posando nuevamente sus manos en mi cintura- estás muy delgada -me miró preocupado mientras acariciaba mi cintura. Era verdad, hace dos semanas que no comía "normal" y tenía unos kilos menos.

-Vamos Jack, estoy igual -traté de sonreír.

-Sea como sea, sigues siendo igual de hermosa que antes -acarició mi mejilla mirándome con ternura- Pero mientras yo este aquí, comerás -me dijo parándose y comenzó a caminar en dirección a la cocina.

-¿Qué haces? -le dije mientras sacaba unos trastos del mueble.

-Cocinarte -sonrió y sacó unas tortillas y algunas cosas más.

-¿Qué cocinarás, eh? -reí mientras entraba en la cocina y lo miraba atenta. Me encantaba que se preocupara por mí.

-Tacos -sonrió.

-Entonces te ayudaré.

Cuando terminamos, colocamos la mesa y nos sentamos a comer. El hambre había vuelto junto con Jack.

Nos quedamos toda la tarde juntos, como antes. Hablando de lo que sea. Lo había extrañado demasiado, y ahora que estábamos juntos de nuevo, no lo dejaría ir.

-Quería preguntarte algo -levantó mi mentón haciendo que lo mirara- ¿vamos unos días a la cabaña? -me quedé pensando.

-¿No es peligroso? Podrían rastrearnos -le dije mientras me levantaba del sofá y llevaba mis manos a mi cabeza- Drake te está buscando -me miró- y lo único que quiere es encerrarte -fruncí el ceño, suspiré y me acerqué a él- No quiero perderte de nuevo, Jack.

-No te preocupes por mí, Drake no me encontrará -dijo luego de haberse quedado en silencio un buen rato y luego se volvió a callar.

Maldición, me estresaba que no hablara. ¿Acaso no le preocupaba que lo encerraran? tenía al FBI completo tras él y no lo veía preocupado en lo absoluto por la situación en la que se encontraba.

-¡Jack di algo! -dije y me miró cómico.

-¿Qué quieres que diga?

-No lo sé -le dije abrazándolo y él rió.

Sentí su manzana moverse arriba y hacia abajo producto de las risas.

-¿Vas a cumplir 19 años y aún no sabes lo que quieres? -dijo divertido negando con la cabeza.

-Solo tengo algo claro -me senté mirándolo. Me miró interrogante- Quiero estar contigo -lo besé y el correspondió mi beso- Quédate a dormir esta noche -me abrazó y sentí como exhalaba el aire que me llegaba en el cuello. Sentí un pequeño escalofrío.

-Las que quieras -me susurró al oído, como extrañaba eso. Se paró.

-¿A dónde vas?

-A bañarme, ¿Quieres ducharte conmigo? -me dijo levantando ambas cejas arriba y abajo. Y ahí estaba otra vez, ese Jack egocéntrico, que me encantaba.

-No Norries, te espero en la cama -le guiñé el ojo y me fui dejándolo atrás.

Escuché como se reía mientras entraba al baño. La tenue luz de la ciudad, que entraba por las cortinas, iluminaba mi habitación. Una tranquilidad invadió mi cuerpo, haciendo que el sueño me venciera a los pocos minutos de haberme acostado, mis párpados se cerraban cuando sentí que Jack estaba encima de mí por arriba de las sábanas.

-Pensé que me esperarías -dijo divertido mientras daba pequeños besos a mi cuello. Me reí desganada, el sueño estaba haciendo que mis sentidos no funcionaran.

-Tengo sueño Jack -intenté sonreir- duérmete ya -le dije mientras me giraba tirándolo a un costado de la cama, pero él me giró.

-No me dormiré sin mi beso de buenas noches -abrí lo más que pude los ojos e intenté enarcar una ceja.

-¿Ah sí?

-Sí -aunque estaba oscuro, podría jurar que estaba sonriendo.

Tomé su cara y sentí su barbilla en sus mejillas. Sonreí. Luego llevé mis manos a su nuca y lo atraje hacia mí, dejando nuestros labios a centímetros. Me quedé así unos segundos, sin hacer nada. "Bésame Alice, por favor" me dijo en susurros mientras se apoyaba en sus codos y me acariciaba el rostro con sus manos. ¿Acaso Jack estaba rogándome que lo besara? Definitivamente había cambiado. Y puedo decir que me encantaba ese cambio.