Lo Siento

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Seguramente no leas esta carta. Pero aún así, me quiero disculpar. Te pido perdón por lo que te hice sufrir.

Si aún no sabes cuál es mi nombre real, piensa en esto. Cuando teníamos 6-7 años, yo solía ponerme un vestido morado. Y con ese mismo vestido, la ultima noche que me quedaba en un apartamento, me tiraba a la piscina del gran jardín. ¿Recuerdas como jugábamos al escondite en el otro edificio hasta las doce? ¿O cómo corríamos de un piso a otro para ver a los demás?

Sé que te prometí que volvería. Pero... Mis padres cambiaron de destino por culpa de la crisis económica. Quería avisarte, ¡de veras! Pero no tenía tu número de teléfono. Tenía tantas ganas de veros...

Cuando cumplí los 12, mi madre me lo contó. Me dijo que la había llamado tu madre, preguntando cuándo llegaríamos al apartamento. Cuando le contó la situación, ella confesó. Confesó tu secreto: Que yo te gustaba, y que por eso estabas conmigo.

Créeme, no me he arrepentido tanto por ninguna otra cosa en mi vida: No haberme dado cuenta de tus sentimientos.

¿Sabes? El pasado Abril fui a Madrid. Cuando puse un pie allí, me acordé de que me dijiste que vivías allí. En las calles, cuando nos daban tiempo libre y yo exploraba, tenía la remota esperanza de verte. De vernos después de más de una década, y poder pedirte perdón por mi casi enfermiza inocencia.

Pero no te vi, lógicamente. O, si te vi, no pude reconocerte.

Lo habrás superado, y seguro que te habrás olvidado de mi. Pero sigo en tus recuerdos, enterrados en lo más profundo de tu cerebro. Y tú sigues en los míos, al igual que todos los demás.

Te deseo lo mejor.

¿Quién es Naito?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora