Promesas

Capitulo 34

Kim JongWoon. (POV)

Estoy tan ansioso y preocupado de que RyeoWook pueda volver a salir con ese tipo JunSu, que me vi la mayoría de las películas que me dio DongHae en tan solo dos días. Solo interrumpí mi tarea para ir a la oficina y sino hubiera sido porque HeeChul pidió mi ayuda, tampoco habría ido a trabajar.

Estaciono el carro afuera de su casa. Mi corazón late muy rápido. Aprieto las manos en el volante pero las aflojo cuando siento que empiezan a sudarme.

— Diablos. — murmuro buscando un pañuelo desechable para secarlas.

Respiro hondo, me veo en el espejo retrovisor, acomodo el cuello de mi saco y paso mi mano por mi cabello intentando no verme tan serio. De nuevo, respiro hondo. Estoy demasiado nervioso. Cierro los ojos y repaso mentalmente las palabras que tengo preparadas.

"Te amo. Amo quién soy gracias a ti. Tú eres cada razón, cada esperanza y cada sueño que he tenido y no importa qué nos pase en un futuro. Cada día que estemos juntos, es el día más grandioso de mi vida."

Sonrío satisfecho al poder recordar todas las palabras con exactitud. Aunque también memoricé otras frases por si ésta no funciona. Empiezo a repetirlas una y otra vez en mi cabeza para que no se me olviden.

Bajo del carro con el ramo de flores que he comprado y entro al jardín. Camino decidido hasta la puerta y toco el timbre. La primera vez no recibí respuesta así que toco por segunda vez. Me acomodo el saco de nuevo cuando veo que están abriendo.

— ¿Y tú que haces aquí? — aprieto lo labios conteniendo mis ganas de contestarle grosero. No

vine a pelear con él.

— Necesito hablar con RyeoWook. ¿Podrías llamarlo? — levanta una ceja.

— ¿Y como porqué? — ruedo los ojos y respiro hondo.

— Por favor. — murmuro. — necesito hablar con él.

— Dudo que quiera verte. Será mejor que te vayas. No tienes nada que hacer aquí. Por lo que sé, ya se te regresó el anillo. No hay nada que te una a él.

— HyukJae.

— Ash. Que fastidio. Yako. Kiara. — abro los ojos sorprendido.

Me había olvidado de los dichosos perros. Reacciono cuando escucho un ladrido muy cerca de mí. Volteo un poco nervioso y levanto en alto el ramo de flores para que no sea arruinado cuando veo que los animales tienen la intención de echárseme encima.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué tanto escándalo? — volteo hacia el interior de la casa y respiro aliviado cuando veo a RyeoWook en las escaleras. — ¿JongWoon? ¿Qué haces aquí? — paso saliva nervioso y de pronto, de nuevo las manos me sudan.

— Wookie. No te preocupes. Yo me hago cargo de éste necio. — frunzo el ceño cuando HyukJae intenta sacarme a la fuerza.

— Déjalo HyukJae. Tal vez lo que necesita es que le diga las cosas con claridad. No te preocupes. Yo me encargo.

— Pero Wookie...

— Anda HyukJae. ¿Qué no tienes que hacer alguna llamada?

Observo toda la dinámica entre los dos. No sé que más se dicen entre cuchicheos pero finalmente HyukJae me suelta y sube las escaleras corriendo después de lanzarme una amenaza.

De pronto, me veo a solas con RyeoWook. Mi corazón se acelera. Está parado frente a mí con los brazos sobre su pecho, sin decir nada. Ni siquiera un hola. Voy a decir algo cuando escucho el gruñido de uno de los perros. Volteo a verlos.