Lee SungMin. (POV)
Camino por la banqueta a dos cuadras del edificio en donde vivo. Cargo una bolsa de plástico con algunos comestibles y chucherías que se me antojaron cuando pasé a la tienda de camino a casa del trabajo.
En mi otra mano, cargo un vaso hermético con un raspado de fresa. El calor estaba matándome y no pude resistirme a comprar uno. Doy un sorbo al popote antes de empujar la puerta de cristal del edificio y entrar.
Reviso mi celular mientras voy en el elevador. Tengo dos mensajes de Wookie. Frunzo el ceño al no entender muy bien de lo que me habla.
"¡Me besó! ¡Lo hizo sin permiso pero me besó! Tuve que darle una bofetada *— * Te quiero. Wookie."
¿Quién besó a mi hermanito? Oh diablos. Solo falta que Junsu esté avanzando demasiado rápido con Wookie. Respiro hondo no muy entusiasmado con esa idea pero sonrío por la emoción reflejada en el mensaje de texto.
El otro mensaje esta un poco más extraño.
"Lo siento. Tuve que decirle en donde trabajas. Wookie"
¿Decirle en dónde trabajo? ¿De que habla? Tuerzo la boca y respiro hondo. Me encojo de hombros y guardo mi celular de nuevo. Las puertas del elevador se han abierto de nuevo. Doy un paso afuera y me asusto un poco al escuchar la respiración agitada de alguien.
Veo una figura de reojo. Está recargado en el barandal de las escaleras. Me parece familiar. Giro por completo para intentar identificarlo. Está un poco inclinado. Sin aire. Intentando recuperar el aliento. Levanta el rostro. Me quedo con la boca abierta.
— ¡Conejo!
— ¿KyuHyun? — ladeo la cabeza realmente sorprendido. ¿Qué hace aquí? ¿Cómo llegó? ¿Por qué subió por las escaleras?
— ¡Dios! — sigue agitado y respira con dificultad. — ¿no pudiste encontrar un departamento en el primer piso? — levanto una ceja. No puedo creer que sea lo único que tenga que decirme.
— Nos vemos KyuHyun. — me doy la vuelta para irme.
— ¡No! ¡Espera! — corre para sujetarme del brazo. — ¡rayos! ¡Conejo... deja de correr! — respiro hondo.
— ¿Qué quieres KyuHyun? ¿Cómo me encontraste?
— Te seguí. — levanto una ceja incrédulo. – sí. Tu hermano me dio la dirección de tu trabajo y de ahí te seguí hasta aquí.
Ruedo los ojos. Ahora he comprendido el mensaje de mi hermano. Mugroso. Prometió no decirle a HyukJae donde vivía. Debí haberlo hecho prometer que tampoco le diría a KyuHyun donde localizarme. Respiro hondo. Necesitamos un tiempo separados o más bien, KyuHyun necesita ese tiempo.
— ¿Por qué me has buscado? — dejo el vaso de mi raspado en un bote de basura.
— Necesitamos hablar. — siempre dice lo mismo.
— Bien. Habla. — le digo sin prestar mucha atención. Comienzo a hurgar en la bolsa buscando alguna otra chuchería.
— Entiendo que estés decepcionado de mí. Yo no tuve el valor de enfrentar mis sentimientos y de defenderlos contra todo.
— Aja. — asiento con la cabeza mientras desenvuelvo una paleta helada. Hace mucho calor. El hielo me hace sentir bien.
— Pero es que hay algo que no te he contado. — cierro los ojos un momento saboreando la paleta helada. Que rica. — mi hermano y yo estamos trabajando para Jung YunHo.— abro los ojos.

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Promesas
Fiksyen PeminatUn accidente puede cambiarlo todo. El poder de grandes empresas está en manos de una sola persona. Un joven que huye con el amor de su vida para casarse, haciéndose promesas de amor, termina sin darse cuenta envuelto en una serie de intrigas y menti...