5.- Melanie K. Williams

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Melanie despertó acostada en la sala de estar, su padre de 53 años, Bob,  estaba en la mesa con su esposa de 28, Christina. Melanie se sentó y se talló los ojos. La televisión plana estaba encendida y el aire acondicionado ponía el ambiente frío. 



—Buenos días, Mel— Habló el padre 



Melanie lo miró y luego a Christina. La empleada doméstica, Rosa, asomó la cabeza detrás de Christina y le sonrió. 

Rosa, era una persona especial para Melanie y si Rosa le decía algo era casi seguro que lo hiciera, pero si su padre o Christina le decían algo... la cosa se ponía mal.



—¿Por qué no me despertaste antes?— Preguntó 

—Te veías tan linda ahí durmiendo que no quisimos molestarte— Mencionó Christina 



Melanie puso los ojos en blanco y caminó a su habitación. Al llegar sólo se cambió de ropa y salió de la casa. Su padre gritó un poco pero siempre gritaba, más cuando era grosera con Christina. Todos le decían que Christina era una caza fortunas pero él, en su amor ciego, no lo creía. Era más que obvio, ¿Que haría una joven de 28 con un hombre de 53? Sólo sacarle el dinero, o esa es la opinión popular. Rosa entendía a Melanie, suponía que no era fácil vivir sin su madre y con un padre que le importaba todo menos su hija. 

Caminó dos cuadras con los audífonos a todo volumen. Iba a Narnia.

Al cruzar una calle casi la atropellan pero no le importó y siguió caminando. Al pasar cerca de una parada de autobús se encontró a Rose.

Melanie casi odiaba a Rose por ser tan fácil y porque era mentirosa.



—¿Estás bien?— Preguntó Rose 

—Sí— Contestó Melanie mientras prendía un cigarrillo 

—¿Estás segura?— Preguntó de nuevo

—Como sea, Rose— Dijo con molestia 



Rose se detuvo y jaló del brazo a Melanie. 



—Mira, estoy tratando de ayudarte...— Habló Rose 

—Nadie te pidió que lo hicieras— Pronunció Melanie con dureza 



Rose se quedó callada y la miró. No lograba entender porqué Melanie era así, porqué siempre ,o al menos con ella, estaba a la defensiva.

Ambas siguieron caminando pero en silencio. Ninguna dijo otra palabra hasta llegar a la Narnia en donde las esperaban sus amigos. Alex, Chris, Zack, Sam, Beth, Esteban, Lucy y Drake. Andrew seguía en recuperación.



—Mel, hola— Saludó Beth mientras pasaba cerca



Melanie levantó un poco las cejas a modo de saludo y se sentó en el sofá. Lo que había pasado con Andrew la tenía desconcertada aún.



—Hola, Mel— Saludó Sam parándose frente a ella 



Tenía los ojos rojos y olía a marihuana. 



—Hola, Sami— Saludó ella 

—¿Estás bien?— Preguntó el rubio

—Si, no importa— Dijo ella y sacó otro cigarrillo



Era dura consigo misma, nunca decía sus sentimientos porque la única vez que lo había hecho la habían traicionado. Su padre no era de fiar, Christina sólo estaba con ella por su padre y su madre ni siquiera la miraba. Rosa era la única que sabía algo de ella, al menos más que cualquiera. 



Amigos © (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora