Capítulo 22:¡No quiero mas mentiras!

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22. ¡No quiero mas mentiras!

ELOY.

Enfrentar una cosa del pasado hoy en el futuro es difícil, para la situación en la que nos encontramos como dicen unos: pasado es... pasado.

Pero otros dicen que el pasado tiene que venir al presente para restaurar el futuro o tal vez lastimar como ahora será para mis padres.

Sería bien callar y dejarlo ir, pero... eso no está en mí, porque una mentira muy grande que todos estos diez años hizo llenarme de culpabilidad, cuando en realidad era de mis padres en específico mi madre.

—Así que te hicieron creer que me perdí —comento Marco, que caminábamos así casa con Safre, Amaya y Jonathan —. Cuando yo tenía diez años, me dijeron que tú habías muerto.

—Eso es más cruel —hablo Safre —. Pero calma.

—A decir verdad, es verdad... te calma te hace pensar en que ya todo está bien.

—Pero ¿Por qué separarlos con esas mentiras? —Intervino Jonathan.

—Sera porque, era más fácil hacer que nos separarnos con más facilidad y cada unos tener una custodia —opiné.

Sonaba algo loco pero era lo más coherente que se me podía hacer ante esta situación.

—Existe la posibilidad —esta vez hablo Amaya.

—Aja, por cierto en casa esta nuestro padre... con su familia —le informe, para que no tuviera la sorpresa.

*
*

Al entrar a la casa, después de que los otros se fueran ya que esto era tan solo un tema familiar, y ellos no podía intervenir, o eso dijeron ellos.

Lo guie hacia la cocina, y que a esta hora era especifico que estuviera hay.

—Llegaste, rata de alcantarilla —saludo, supongo, Alex, que ya lo quería echar, me tenía arto —, ¡Oh! Ambas ratas...

—¡Quieres callarte, florecita de campo! —Lo callo Marco con odio. ¿Y cómo no tenerle?

Paola al mirar a Marco se acerco a abrazarlo.

—Papá, Marco esta aquí —aviso ella, mientras ellos no nos notaba, seguían en lo suyo —. Ah, Eloy también.

—¿Que estás diciendo Paola? —Inquirió mi madre, al voltear al ver se sorprendió al vernos a ambos, nosotros con ninguna expresión al igual que mi padre y su señora.

—Hijo —hablo Miranda, eso lo debía de decir mi mamá ¿No?

—Ya le he dicho que no soy su hijo —dijo Marco embarcando enojo —. ¡Y no me llame así!

Se formo un profundo silencio en la cocina, no sabía que Marco era así, con se podría decir su madre adoptiva no madrastra.

—Oye mamá —todas las miradas se posicionaron en mí —, queremos hablar contigo y papá —espero y sepan las indirectas.

La señora Miranda tomo a Paola de los hombros y Alex también se fue, mi madre se sentó en una de las sillas al igual que mi padre, mas Marco y yo nos quedamos de pie enfrente de ellos.

Puse mi mochila en el suelo, me estaba cansando.

—¿De qué quieres hablar Eloy? —Pregunto mi mamá tranquilamente, tal vez estaba conteniendo los nervios que se le pudieran albergar.

—¡¿Cómo puedes estar tan tranquila?! —Inquirió Marco nada tranquilo.

De nuevo silencio, vamos todo el tiempo cada que se formule una pregunta, ¿Así vamos a estar con el incesante silencio? Que es para nada cómodo.

Diez Años me Mintieron ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora