Matthew Espinosa

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Salgo del baño con el aparato en la mano y me posiciono en la puerta.

—¡Bebé! —grité con fuerza el apodo de cariño que le tengo a Matthew.

—¡Ya voy! —respondió desde la planta baja

Pasaron unos segundos antes de que entrara por la puerta con rapidez, casi se tropezó y soltó una risita.

—¿Ya está? —sonrió emocionado.

Le sonreí y me acerqué a abrazarlo.

—Todavía no, Matt —contesto mientras me besa la mejilla.

Toma entre sus manos la prueba de embarazo que tomé hace unos minutos.

—Seremos los mejores padres del mundo —toma mis manos, juntamos nuestras frentes y él besa mi nariz.

Lo besé en los labios y sonreí en medio de este.

—Eso ni lo dudes, mi amor —me besa de nuevo.

Nos sentamos en la cama a esperar la prueba de embarazo, pasan unos cinco minutos más cuando el signo aparece. Escondo mi cara entre mis rodillas y empiezo a llorar, Matt rodea su brazo por mi espalda y comienza a acariciarla.

—Bebé —susurró él, lo ignoré—. Cariño —intenta sacarme de mi refugio pero no lo dejo.

—¿Por qué, Matt, por qué? —murmuré entre sollozos—. No me mereces, lo siento por no poder darnos un hijo y así formar una familia —solté un gemido—. Sé que es lo que más queremos, yo solo soy un estorbo interrumpiendo nuestros planes.

—No digas eso, preciosa. Yo te amo mucho, de aquí a otra galaxia —Con sus suaves dedos, tomó con delicadeza mi barbilla y la alzó para que lo mirara—. No me gusta verte así —Sus ojos se cristalizan y súbitamente, me arde el pecho—, te amo y si no puedes embarazarte, no importa. Me tendrás a mí, yo te tendré a ti y nos tendremos a los dos, en conjunto —Me besó la frente y luego la nariz, una triste sonrisa tiró de sus labios.

Me abrazó sosteniéndome por la espalda y me cedo por completo a sus caricias y consolaciones. Apoyé la cabeza sobre su pecho y me elevó desde la cintura, él nos recostó en la cama y me posicionó en su regazo.

—También te amo, Matt. De verdad, lo lamento demasiado y

Una lágrima rodó por su mejilla y me callé. Tragó saliva y los ojos rutilantes de pena me dieron a entender que le dolía verme en ese estado.

—No, el bebé no importa ahora, mi vida. Lo importante aquí es que te tengo a mi lado: sana y salva; y que así sera por el resto de nuestras vidas —me incliné hacia delante y besé sus suaves labios rosados. Matthew sonrió contra mis labios—. Jamás me iré de tu lado, te amo más que a nada en el mundo. Y si no pudimos esta vez, eso no significa que no podremos intentarlo más veces —sonrió y movió sus cejas de manera pícara. Rio con fuerza —. Esa es mi chica, la Anahí que yo conozco.

Reímos mientras me abrazaba dejando rastros de pequeños besos por mi cara y cuello.

—Te amo, Anahí —sonríe mirándome a los ojos con fijeza.

—Yo más, Matthew.

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Primer one shoot, de Matthew Espinosa para Anii_De_Hemmings

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