Jack Johnson

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Besé los labios de Jack con suma necesidad, lo amaba tanto como para dejar que se entrometiera en mi vida sin ser algo mío. Y eso me molestaba, un poco.

Aparté mis labios de los suyos cuándo comenzó a desabotonar los botones de mis shorts, quedando con un dulce sabor a granadina en la boca.

-¿Qué ocurre? -preguntó rasposo, por la excitación. Mueve las cejas frunciendolas -¿Por qué te detuviste? -insistió, volviendo a topar nuestros labios.

-Basta, Jack -hablé por primera vez, alejándome.

Me senté en el borde de la cama apoyándome en éste. Respiré de poco an poco para mantener la postura. Él se acomodó junto a mí, y cogió una de mis manos para acariciarla. La removí para secarme una de las muchas lágrimas que rodaron por mis mejillas. Por mi enfado conmigo misma.
Sus largos dedos acariciarán mi barbilla con extrema suavidad durante mis paulatinos sollozos. Jack la alza para verle a los lindos ojos que tiene, y que me traen loca desde hace un año.

-¿Qué ocurre? -repite las mismas palabras de antes, dándome más ganas de llorar pero me contengo.

Su expresión es de preocupación en su totalidad, pero conociéndolo después de lo que diga no será la misma.

-Anna -pronunció mi nombre agacho la cabeza. Vuelvo a mirarle -Dime qué ocurre, por favor. Me preocupas, nena.

«Nena» no sabe el dolor que siento cuando me engatusa con aquella palabra. Me hace sentir suya.

-Yo... -comencé tartamudeando.

Se levantó con angustia en el rostro, interrumpiendo.

-Anna, ¡holy shit! -gritó tan fuerte que las ganas de llorar aumentaron -¿Estás embarazada de mi? Dime que por lo menos no es mío.

Esas palabras me dejaron sin habla «Dime que por lo menos no es mío »

-¿Estás insinuando que me acuesto con todo lo que éste a mi paso? Dimi qui pir li minis ni is mii -finalicé con esas palabras que me dolieron como la mierda, peor.

-No quise decir eso, yo -lo detuve.

-Si quisiste, Jack.

Y con eso, recogí mi ropa para comenzar a ponérmela. Él decía mi nombre, llamándome para que no lo ignorará. Pero de todos modos, lo hacía.

-Por favor, Anna -habló cuando giré el pomo de la puerta -Hablemos como adultos, porqué eso somos.

-¿Eres un adulto? Un adulto no anda por allí buscando con quien tener sexo todo el tiempo que quiera sin tener relación alguna. Un adulto no se encargaría así de su bebé, si es que existiera algún embarazo -dije obvia, para que entendiera mi punto.

-No estás embarazada -juró que pude ver su sonrisa interna, pero decidí ignorarla. Por más masoquista que sea.

-Por supuesto que no -sentencié sentándome nuevamente en el borde de la cama -Hemos usado condón todas las veces que lo hemos hecho -le recordé.

-¿Entonces, cuál es el problema, nena? -preguntó con insistencia -Por favor -suplicó.

-No quiero que esto sea sólo sexo, unos besos y ya, Jack. Quiero pasar tardes contigo, y que seamos una pareja normal. Que no tengamos sexo cada vez que se te apetezca o a mi me apetezca. Quiero a alguien que me amé, no por lo buena o mala que sea en el sexo. Que me ame de verdad, que me de caricias, que me de besos con amor y no con necesidad. Espero que entiendas lo que quiero decir. Sé que no me quieres, mucho menos me amas. Pero me gustaría que fueramos algo más que simplemente amigos con derechos, y sino quieres puedo desaparecer de tu vida -hablé fluidamente antes de llorar otra vez.

-No quiero que desaparezcas de mi vida, Anna -soltó de repente. Me asombré, no esperaba respuesta, menos ésa -Te amo, mucho más de lo que piensas. En serio. Yo los besos que te doy no son de necesidad, aunque lo parezcan. Son de verdadero amor. Yo no tengo sexo contigo, yo te hago el amor -habló con suma seriedad, le creí -Pero no sé si este preparado para estar en una relación seria.

Como me lo esperaba, el no sabe estar atado a una persona por el resto de su vida. Y lo comprendo.

Rápidamente me levantó -Adiós, Jack. Fue un gusto conocerte -espete saliendo de la habitación.

Un agarre en mi brazo me detuvo ágilmente. Intenté zafar, pero me fue inútil.

-Te amo, Anna -dijo antes de que me fuera con el corazón roto -Sé que no sé estar atado a alguien por demasiado tiempo, pero lo puedo intentar por ti. Porque te amo.

Mis ojos de llenaron de lágrimas, lágrimas de emoción.
Lo abracé y besé sus labios. Finalmente pude sentir el amor con el que besaba los míos.

-¿Eso significa que eres mi novio? -pregunté, temerosa de respuesta.

-Claro que sí, nena -me besó una vez más, acepté gustosa -¿Me dijiste que siempre lo hicimos con condón, no? -sonrió coqueto y asentí -¿Qué tal si te hago el amor sin condón, novia?

Acepté, estaba tan enamorada del chico que no podía rechazarlo. Aparté de que quería sentirlo completamente dentro de mi, sin nada. Ambos quedamos con las ganas de antes.

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One Shoot de Jack Johnson para Anyennync , espero que te haya gustado

Gracias por leer

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