Capítulo Dos

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Boruto desde hace un par de años empezó a estudiar las técnicas del Clan Uzumaki y sus jutsus de sellado, pero antes de eso necesitaba la ayuda de su mejor amigo quien era uno de los mejores o quizás el mejor ninja de toda Konoha, golpeó el cristal de la ventana hasta que logró despertar a su amigo.

—¿Qué quieres Boruto? Es tarde y quiero dormir.

—Necesito tu ayuda Mitsuki, vamos dattebasa—el chico de platinados cabellos se quitó la pijama y fue con su compañero, sabía que si lo buscaba a esas horas de la noche debía ser algo realmente importante—Voy a usar una variación del Edo tensei que yo mismo cree para poder traer de sus cenizas a una antigua organización criminal llamada Akatsuki.

—Se bien que era Akatsuki, mi padre perteneció a esa organización cuando era criminal—Mitsuki sabía todo lo que había hecho su padre pero era su papá, no era quien para juzgarlo—¿Qué necesitas que haga?

—Serás parte de la organización y nuestro ninja médico, eres uno de los ninjas más fuertes que conozco y eres indispensable.

—No quiero meterme en los mismos problemas que mi papá, además no quiero dejar la aldea.

—Se que lo dices por mi hermana, ella vendrá a la organización pero se incorporará después—Mitsuki lo último que quería era ver a Himawari en una organización de criminales.

—¡No! ¡A ella no la metas en eso! ¡Ella no tiene la culpa de tus locas ideas! ¡No pienso permitir que te la lleves a un sitio lleno de criminales! ¡No la pondrás en peligro mientras yo viva!—el chico de cabellos de plata se dio cuenta que su reacción fue excesiva para la situación en la que encontraban pero era porque sus sentimientos hacia Himawari lo hicieron reaccionar así—Hima es una chica muy buena y se que no soy digno de salir con ella, pero si puedo protegerla y eso pienso hacer.

—Tranquilo amigo, mi hermana también siente algo muy fuerte por ti Mitsuki, si quieres proteger a mi hermana ven a Akatsuki y ahí la cuidaras, dattebasa.

—¿Y Sarada?

—Ella no irá, ella quiere ser Hokage y definitivamente no permitiré que deje la aldea, mi sueño es que el de ella se cumpla.

—Esta bien, ¿qué necesitas que haga?—dijo el chico de ojos ámbar sediento ante su amigo.

—Me acompañaras a el campo de entrenamiento para realizar el jutsu de reanimación, pero necesito que lleves un par de sharingan de los que tu padre logró legalizar hace poco, serán para Uchiha Itachi pues se que al morir sus ojos no estaban en las mejores condiciones.

—No se como siempre logras convencerm............

—Té gusta mi hermana y ella hace todo lo que su amado hermano dice, excepto cuando se molesta pero eso rara vez pasa, yo te puedo ayudar con Himawari.

—Esta bien, nos vemos en el campo de entrenamiento del equipo, yo estaré ahí con los cadáveres que necesito para la técnica pero antes debo ir por Hidan así que no te preocupes si cuando llegas no estoy.

—¿Hidan? Mi padre me a contado de Akatsuki pero de el nunca me contó.

—Eso es porque Hidan llegó después de que se fue tu padre, el es inmortal y eso es muy útil en batalla, necesitaré que lo costures.

—Ahhhh me da algo de miedo preguntarte así que mejor esperaré en el campo de entrenamiento para ver la sorpresa con la que me llegas.

—Gracias por ayudar dattebasa.

—Hay cinco importantes razones por las que acepto; Primera, es importante para ti y eres mi mejor amigo; Segunda, Himawari, se que ella sigue mal por la muerte aunque se niega a aceptarlo; Tercera, Sarada, ella estimaba mucho al Séptimo y ella es como una hermana para mi; Cuarta, yo personalmente estimaba y respetaba mucho a tu padre; Quinta y más importante, soy un shinobi de Konoha y no pienso quedarme de brazos cruzados mientras el hombre que mató a nuestro Hokage está suelto.

Akatsuki no mezame [El despertar Akatsuki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora