Capítulo trece

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Naruto en un lugar desconocido de la dimensión de Road to Ninja:

El Uzumaki estaba apunto de enloquecer, Naruto estaba a nada de ir a pedir ayuda al pueblo para saber si existía alguien que fuera capaz de ayudarlo a volver. El hombre se puso a analizar, se suponia que estaba nuevamente en una dimensión paralela donde las cosas eran opuestas, en ese momento el recordo que Akatsuki era una organización privada en lugar de críminal e Itachi no había masacrado al Clan asi que quizas algún Uchiha lo podría ayudar, pero el otro problema sería explicarle a algún miembro del Clan que venía de una dimensión diferente y que nesecitaba volver, el mayor problema seria escapar del lugar donde se encontraba encerrado, no era capaz de mover su cuerpo pues constantemente se le aplicaban ciertas drogas para mantenerlo bajo control.

Devuelta en la dimensión normal:
En Akatsuki:

Obito y Deidara se estaban en camino a su misión en Iwagakure, debían trater algo que perteneciera a Deidara para poder regresarle a su cuerpo original. Ambos caminaban en completo silencio, Deidara se sentía incómoda por la situación actual y Obito solamente trataba de no decir nada que le resultara incómodo a Deidara.

—¿Cómo era tu vida en Iwa? Digo, antes de unirte a Akatsuki—Deidara agachó el rostro y sonrió.

—Hubieron altas y bajas, me encantaba entrenar con el viejo Oonoki, causar problemas con Kurotsuchi y Akatsuchi, son mis hermanos, cuando mi madre me contaba cuentos para dormir o cuando acompañabamos a nuestro padre al trabajo—su mirada azul se volvió cristalina al recordar todo lo bueno que había dejado al abandonar Iwagakure en un ataque de rabia, los brazos del Uchiha rodearon el pequeño cuerpo de Deidara para tratar de consolarle—No me gusta llorar y admitir que me duele no tenerlos, me siento débil.

—No es ser débil, es ser humano—el tomo el rostro de Deidara entre sus manos y le besó la frente—Te amo y hay algo que debo decirte, realmente me alegra que quieras volver a tu cuerpo. Este cuerpo me gusta porque eres tú pero en el otro eras realmente tú, tenías confianza en el y eso me gusta, era como si nada en el mundo fuera capaz de frenarte porque eras una explosión que arrasaba con todo a su paso.

—Me gusta oír que digas eso, vamos ya a Iwa—Deidara se puso a pensar y se dio cuanta de que casi no sabía nada de Obito—Cuéntame sobre tu vida en Konoha, la última vez que lo pregunte no me dijiste mucho, no quiero saber sobre cómo comenzó lo malo, solamente como era tu vida.

—Vivía con mi abuela, mis padres murieron protegiendome cuando era bebé y pues no hay mucho que contar, bueno tambien quería ser Hokage y ahhh no me gusta casi recordar el pasado—dijo el de ojos negros, había cometido demasiados errores en el pasado.

—Lamento haber preguntado, si no te sientes comodo no es nesesario que me cuentes—Obito había pasado por mucho y Deidara se dio cuenta de que su pasado lo atormentaba—Se muy bien que es no estar orgulloso de algo.

—He hecho muchas cosas de las que me arrepiento en mi vida pero ahora creo que no me arrepiento tanto, quizás si no hubiera hecho todo eso quizas nunca te hubiera conocido—dijo tomando el rostro de Deidara entre sus manos, acariciando sus mejillas con los pulgares y besando sus labios—Me encantas.

—Hmp, siempre piensas sólo en eso.

—No es mi culpa, usted siempre sabe imponerse en mi mente—Deidara siempre se sonrojaba cuando el Uchiha le hablaba de usted.

En Konohagakure:

Mirai, Shikadai, Chouchou e Inojin estaban en la oficina del Hokage revisando lo expendientes de los Akatsuki, Shikadai había convencido a sus compañeros a ayudarle a vengar la muerte de Azuma.

Akatsuki no mezame [El despertar Akatsuki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora