Capítulo Uno

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En Konohagakure habían sucedido demasiadas cosas desde la muerte de Uzumaki Naruto, todas las naciones shinobis se encontraban aterradas por el poder del ejército de Kawaki, acabaron con el hombre más fuerte de todos y ni siquiera dejaron un cadáver al cual la gente pudiera llorarle. Toda la aldea se encontraba muy afectada por la muerte de su querido héroe, su familia estaba totalmente destrozada.

Hinata fue quién más le lloro a su esposo, ella lo amaba desde que tenía memoria pero también sabía que no debía deprimirse porqué el murió como todo un héroe y ella tenía a dos hijos que cuidar, ya no eran niños pero aún así eran sus hijos, Boruto de diecinueve y Himawari de diecisiete.

Boruto ni siquiera había llorado y se sentía terrible, lo último que le había dicho a Naruto era que lo odiaba y que era el peor padre del mundo, todo por una de sus típicas y absurdas peleas, Himawari se negaba a aceptar que su padre estaba muerto, ella se encontraba en el columpio donde siempre estaba Naruto cuando era niño.

—Ya es hora de irnos Hima, dattebasa. —dijo su hermano tras ella, estaba preocupado por ella.

—Déjame sola Bolt, —dijo ella y escuchó los pasos de su hermano mayor alejándose, después sintió una mano en su hombro —te dije que quería estar sola, lárgate hermano.

—Lamentó decepcionarte pero no soy Boruto. —ella alzó la vista y se topó con los ojos color ámbar del albino, el le obsequiaba una dulce y cálida sonrisa— ¿Te encuentras bien?

—Se que mi padre no está muerto, si vas a decirme lo mismo que todos no quiero escucharte Mitsuk........ —el la abrazo por la espalda lo que hizo que ella se quedará en silencio, las mejillas de Himawari se encontraban sonrojadas y sentía su corazón ir a mil por segundo, era como si por unos breves momentos todo el dolor empezará a salir de ella en forma de lágrimas— Lo extraño.

—Lamentó mucho lo del Séptimo, recuerdo que un día antes de eso había hablado con el, no pensé que esa sería la última vez que hablaría con el.

—¿De qué hablaste con mi padre? —el se sonrojo al recordar lo que le había pedido al Hokage, el gustaba de Himawari así que le pidió permiso para salir con ella.

Flashback:

Mitsuki acababa de dejar el reporte de una misión en la oficina del Hokage, había tenido una misión en la cual tubo que se el líder y para colmo hubieron contratiempos pero lo manejó todo de maravilla, Naruto noto que estaba todo en orden y le dijo a Mitsuki que se podía retirar pero el muchacho no se movió y se quedó en su lugar.

—¿Se te ofrece algo Mitsuki? Te noto algo nervioso y siempre me pareciste el más sereno de tu equipo, eso lo digo incluyendo a Konohamaru.

—Si se me ofrece algo, con todo respeto Séptimo sama le quiero pedir su permiso para invitar a salir a Himawari san, tengo las mejores intenciones con su hija y solamente quiero que sea feliz, si ella no acepta mis sentimientos le prometo que me haré un lado y no la molestare, pero si ella si me corresponde quiero ser su novio y no quiero que se disguste conmigo Séptimo sama. —Naruto estaba muy consiente de que Himawari ya no era una niñita pero tampoco quería que su princesita creciera, no era algo que el pudiera evitar y si salía con alguien debía admitir que Mitsuki era un buen muchacho, era un muchacho que heredó la voluntad de fuego y también uno o quizás el ninja más fuerte de la aldea— ¿Me da su permiso para invitarla a salir?

—Claro que si Mitsuki, promete solamente que cuidaras bien de mi princesita y si le rompes el corazón acabaré contigo. —dijo sereno pero se notaba que no estaba jugando.

—Se lo prometo que la tratare bien, como diría Bolt, dattebasa.

—Ahora retírate que tengo mucho trabajo.

Akatsuki no mezame [El despertar Akatsuki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora