*EL ADN DE DIOS CONVERTIDO EN MEDICINA SANADOR*

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*EL PERFUME QUE BAJO DEL CIELO SE HACE MEDICINA QUE SANA CUERPOS Y ALMAS*
Jesús es por excelencia, el médico divino para sanar cuerpos y almas. Comenzó su gran tarea de evangelización sanando las enfermedades de su tiempo y él desea que sus discípulos de hoy, al igual que los de antaño, continuemos su gran labor.
En la actualidad la ciencia médica ha progresado en gran medida para controlar ciertas enfermedades corporales; mas el ritmo de vida moderna con su tan mencionado estrés, cada vez causa mas daño y la enfermedad interior: psíquica y espiritual, es un cáncer que hace estragos y amenaza hacerse incurable.
Ciertamente que todos traemos mensajes en nuestro inconsciente tanto positivos como negativos y marcan nuestras pautas de conducta en esta vida. Mensajes que comienzan desde el momento mismo de la concepción, embarazo, parto y crianza (sobre todo en los primeros años), influenciados por el entorno familiar(padres como eje de vida), la sociedad, la escuela y la religión; y que en estos tiempos de crisis, prisas, inmediatez, ambiciones, egoísmos, conflictos de todo orden, donde se globaliza todo, menos el amor de Dios, empiezan a aflorar mentiras grabadas en el inconsciente: " nadie me quiere", "no sirvo para nada", "yo soy culpable de todo", "soy un estorbo", estas mentiras vienen acompañadas por propósitos dañinos: "tengo que sobresalir para que me acepten", "tengo que dominar para que no me aplasten", "no me fiaré de nadie", "me vengaré cuando pueda". Tanto mensajes como propósitos están inscritos no a nivel de razón sino de sentimientos y es fácil que una mentira atraiga a otras mentiras y explica porque se es tan vulnerable a las mentiras en los medios de comunicación y en boca de líderes políticos, religiosos, artistas, deportistas, etc. Dinero igual a felicidad, poder, placer desbordado, culto a la belleza y "eterna juventud". Ésto es lo mas alarmante.
En esta realidad que vivimos hoy en Venezuela y en el mundo, en mayor o menor grado, es donde se hace vigente el llamado de Jesús a todos sus discípulos, recordar a nuestros hermanos, que todos somos una familia con un Padre en el cielo y que en este peregrinaje por esta tierra, todo es efímero y pasajero, y al final nos espera nuestra última morada: la casa de El Padre, donde todo es gloria, amor y paz en vida eterna. Si logramos tener esta visión, nuestro propósito en esta vida es mucho mas simple y placentero y podremos vivir en paz y felicidad. Mientras menos posesiones que nos esclavicen atados a los apegos, mas fácil resultará. Si falta esta visión nada podrá satisfacer la sed de felicidad basada en falsos dioses (dinero, poder, lujuria, lujo y derroche).
Jesús nos insta a difundir su reino de amor aquí y ahora y Él tiene las llaves de nuestro mundo interior para borrar todos los paradigmas frenadores que grabamos durante años y reprogramarlos en 180 grados por otros nuevos que nos llevarán a una vida mas sana en cuerpo, mente y espíritu.
Este perfume sanador ungido por su Santo Espíritu reprograma nuestro ADN espiritual para hacernos cada día mas parecidos a Él. Por supuesto, ésto nos demanda, mantenernos siempre en sintonía con Él, aromatizados permanentemente por Él, alimentados por la palabra y la oración en acción viva por y para nuestros hermanos. Es así que el vivir de quien se deja guiar por el Espíritu Santo, es auténtico, sano y sanador y será terreno fértil para aspirar y cosechar al amor, a la alegría, a la paz,a la generosidad, a la benignidad, a la bondad, a la fidelidad, a la mansedumbre y al dominio de sí mismo, frutos de este Santo Espíritu.
Todos los que sentimos el llamado de Dios en pro de nuestros hermanos, necesitamos ser portadores de la esperanza y el amor. Ya hace mas de dos mil años lo predicaba Jesús, impregnando de esperanza a su pueblo _"El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva"_(Mc 1,15) Hoy está mas vigente que nunca. Esta Buena Nueva sinifica, que al dejar entrar a Jesús en nuestra vida, se hace presente el Reino de Dios en nosotros. Con la promesa de amor eterno del Padre que nos regala el Espíritu, asimismo, la gracia, el perdón, la sanación, la liberación, la comunión con los hermanos y la vida eterna. Jesús proclamaba esta Buena Nueva con palabras y obras. Palabras llenas de gracia y sabiduría precedidas a veces por obras de misericordia, conversiones, curaciones y milagros. _"La ciudad entera estaba agolpada en la puerta, Jesús curó a muchos que adolecían de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios"_(Mc 1,33) _"Él tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades"_(Mt 8,17). _"Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, y el pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él"_(Hch 10,38).
Desde su tiempo Jesús delegó su misión y poder a sus apóstoles. _"Aquel día comprendereis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. Como el Padre me envió, tambien yo, os envío. Recibid el Espíritu Santo."_(Jn 14,20:20,21s). Jesús Resucitado vive para siempre en sus discípulos para continuar su misión por la fuerza del Espíritu.
Yo sentí su llamado desde muy joven cuando decidí estudiar Medicina en tiempos que era un reto salir de un hogar humilde en un pueblo a las ciudades grandes con buenas universidades. Ahora, unos cuantos años despues, agradezco infinitamente, haber sido escogida para recibir su *Perfume Sanador*, y ser una humilde discípula de Jesús para sanar cuerpos y almas agobiados por tantos males, por la acción del Santo Espíritu.
Siempre pensé que el servicio a traves de la medicina era un apostolado, y hoy lo mantengo grabado en mí. Siempre procuré aplicar los preceptos de Hipócrates, padre de la Medicina: _"Primum non nocere"_. "Primero no hacer daño". Y _"Tratar enfermos, no enfermedades"_. Para ejercer esta labor médica con dedicación, consideración y respeto al ser humano, preservándole su propia individualidad como un ente bio-psico-social-espiritual.
La parte financiera siempre estuvo en segundo plano, por eso mayormente siempre me dediqué a la parte pública asistencial y mucho menos a la privada. Estuve en contacto con áreas de pobreza a veces crítica; y con personas de todos los estratos sociales en hospitales, centros ambulatorios, preescolares integrales y medicaturas, más sentía la vulnerabilidad de las personas mas desposeídas..¡Cuanto podemos hacer por ellas desde esta condición de médicos! Desde casi siempre mi identidad fué como sanadora; y hoy mas consciente y mas cerca de Jesús y su misión salvífica, cada vez me identifico mas, no sólo curando enfermedades del cuerpo, sino preservándolas y curando enfermedades del alma.
En esta sociedad actual, sobrecargada de conflictos internos y tensiones de toda índole y mas en nuestra querida Venezuela, tan depauperada en su cuerpo y en su alma, el Señor quiere que colaboremos con él en su misión para lograr sanación interior por medio de su gran amor, misericordia y bondad, que son las del Padre.
Muchas veces constaté en la consulta que para las personas que acudían por una dolencia era mas consolador y sanador para ellas, ser escuchadas y recibir palabras de aliento, calidéz y empatía con su situación. Las madres llevaban a sus pequeños por alguna enfermedad menor, y lo mas importante era poder vaciar su dolor y frustración en muchas situaciones de vida y sentirse escuchadas y atendidas. Mas que un medicamento - de hecho a veces se iban sin él- necesitaban una sonrisa, palabras de esperanza, consuelo y aliento que aliviaban sus corazones maltrechos, y recibían herramientas para fortalecerse y fortalecer la familia con su rol tan importante de conductoras en su hogar de esas criaturas que iban a ser un modelo para construir un futuro mejor para ellas mismas y para la sociedad. Una sociedad que sigue siendo machista a pesar del progreso y avance del tiempo.
Ésto, hoy sigue siendo de gran relevancia, mas importante que nunca. En nuestro país cada vez hay mas enfermos y menos recursos de medicinas, insumos y centros asistenciales adecuados. No solo hay proliferación de enfermedades que se habían erradicado - solo las recordábamos por los libros-, debido a deficiencias en las políticas de salud preventiva y sanitaria, sumado a la mala alimentación y condiciones agobiantes de vida, sino tambien de enfermedades cuya morbilidad se había disminuído considerablemente, incluso con aumento de su mortalidad. Hay gran aumento de enfermedades infectocontagiosas y de malnutrición y desnutrición del cuerpo...y del alma! En adultos y niños. No hay acceso por igual a todos los alimentos y muchos escasean y desaparecen. Hay escasez de medicinas, insumos médicos, vacunas, camas hospitalarias. A quienes les compete ésto callan o desvirtúan, mienten, hacen promesas falsas y la impotencia galopa sobre la desesperanza en el rostro de muchos. Gran número de profesionales jóvenes han emigrado buscando mejor vida y desarrollo profesional, y los no tan jóvenes, por su familia.
Total, que para los que nos quedamos dando la cara por los mas necesitados, y por Cristo que nos lo demanda, es un reto. ¿Qué hacer cuando la palabra común es "no hay"? Es aquí cuando ser discípulos de Cristo juega un rol muy importante. Se necesita valentía, sensibilidad y compromiso. El mundo sufre crisis de fe aunada a la desesperanza e infelicidad, con un nerviosismo y confusión que matan las ganas de vivir. La esperanza y la generosidad, la bondad y el servicio, la verdad y el amor, son nuestras mejores armas. Impregnados y fortalecidos con el perfume que nos legó nuestro Sanador Supremo, Nuestro Señor Jesucristo, el consultorio se convierte en una pequeña iglesia para catequizar y llevar el mensaje de amor, caridad y misericordia del Padre. _Si hay sonrisas y abrazos que brindar. Si hay gestos amables. Si hay palabras de consuelo y aliento. Si hay miradas de amor y comprensión_ que reflejen la esencia del discípulo de Jesucristo. Las crisis obligan a ser creativos, a sustituir, a rendir y ofrecer mejores recetas para alimentar el cuerpo y el alma. Las madres que acuden con sus niños y son portadoras de aromas innatos por su maternidad, herencia de nuestra Madre Celestial, son el eje de la familia, junto al padre - que muchas veces falta- y pueden, bajo la conducción amorosa y empática del médico o pediatra, diseminar sus aromas para conducir mejor a sus criaturas, con la misión certera de un futuro mejor para cada familia, para Venezuela y el mundo.
¡Gracias Padre por tu llamado temprano a servir a traves de la medicina.! ¡Gracias Jesús por ser mi modelo y ejemplo perenne para mí y por los que has puesto bajo mi cuidado a lo largo y ancho de mi andar! ¡ Gracias Espíritu Santo por ser mi inspiración y guía y actuar a traves de mi!
¡Gracias Trinidad Santa, un solo Dios, os necesito como acompañantes en cada paso por dar, os invito y acepto en mi vida en el trecho que me quede por recorrer impregnada de manera firme e indeleble, genuina y auténtica por su triple esencia, perfume sanador de cuerpos y almas!
*"Señor, que te complaces en escoger lo humilde, lo débil, lo que es nada, me presento ante tí como soy, y me ofrezco sin reservas, para tus planes de salvación. Instaláte en mí, Señor, dáme tu corazón y tus sentimientos hacia los que sufren. Y desde mí, continúa tu obra de evangelización y sanación para gloria de tu nombre. Amén."*

*EL PERFUME QUE BAJO DEL CIELO*.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora