❝ NOTA ❞
Dejaré por escrito cada momento de esta miserable vida. Para que el mundo del otro lado vea, sea testigo que yo soy real...y ellos también. Paguen por sus actos y mueran.
Malditos sean.
────── ─── ── ─ ─El día que aquella mujer se apareció, la cacería había comenzando.
Ese día el payaso se dió cuenta de que si quería mantener su cena en su plato, debía pelear por la comida que en él se encontraba. Aquella mujer, Jill, no era más que un lobo hambriento para aquel tipo. Un lobo que podría arruinar toda su malévola y cruel idea de tortura.Incluso si la idea de utilizarme como la debilidad de su némesis, pasará por su mente, no se sentía convencido. Jill no era muy diferente a él cuando se trataba de poseer objetos o personas. Usarían sus garras y dientes para morderte hasta quitarte algún miembro de tu cuerpo, si siquiera intentabas arrebatarle algo que consideraban de su propiedad.
Eran posesivos. Pero uno estaba más deshumanizado que él otro.No conocí a Jill entonces, apenas era capaz de ver nitidamente mi entorno. Solo sentía y actuaba de forma instintiva. Jill solo me vio llorando en el piso, oliendo a niño podrido, entre sangre y mierda.
Por su parte, aquel tipo, que suponía ser mi progenitor, apenas se notaba interesado en tomarme con él.Ella quería llevarme. Secuestrarme si era necesario. Todo para atormentar de alguna manera a ese payaso.
No lo atormentaria como tal, pues a él jamás le importe. Nunca lo hice, ni ahora ni antes. Sin embargo podía significar ciertas consecuencias que aquel tipo no quería pagar. Ya era suficiente conmigo.Para "mi padre" solo era un estorbo. Una carga que se le había impuesto por sus actos vanidosos que atentaron contra la existencia de aquel mundo oculto de la vista mortal.
Era un lugar sin reglas o leyes como tal, pero al final del día terminaban existiendo jerarquías y consensos que retenían a los de bajo poder...a los humanos que existían en ese mundo. Por ende, sí existía una única ley, condición, que todo ente o humano que perteneciera a dicho mundo, debía respetar. Y justamente fue esa la que aquel payaso rompió.
No fue el primero, existieron otros casos particulares, pero que se sostuvieron bastante bien, ya que se podían camuflar con la psiquis humana de los del otro lado del río. La gente que llegaba a verlos nunca sería tomada en serio y con el tiempo pronto se olvidarían y continuarían con sus vidas. Quedando el evento como una anécdota o una leyenda, pero nunca una realidad confirmada.
Sin embargo el evento de mi nacimiento fue una relevante y peligrosa sorpresa. Pues, tal vez los humanos que vivían en dicho mundo podían dar descendencia con los del otro lado del río sin causar ningún tipo de problema. Pues, genéticamente hablando, no habría grandes cambios en sus aspectos y aquellos nacidos podrían vivir normalmente como personas del otro lado.
En cambio, este idiota, siquiera era un humano y a nadie se le hubiese pasado por la cabeza que tuviese la posibilidad de procrear con uno.
Podría haber sido con uno de los que pertenecían a su mundo. Pero parece que el comediante quiso hacer su mejor chiste hasta ahora...Ni siquiera da risa.
Cómo sea, Jill intento raptarme aquella vez, pero termino teniendo un complejo enfrentamiento con "mi padre". Que claramente le dejo en claro lo complicado que sería poseerme.
Mi padre no me quería de forma cariñosa ni fraternal. Solo me quería porque su mejor idea era torturarme hasta el aburrimiento.Así fueron aquella semanas, Jill intentado quitarle la comida del plato a este tipo. Y como todo buen depredador hambriento y sediento de sangre, se aferraba a lo que le pertenecía. Yo no era una persona, no era un ser vivo. Era su objeto, personal y su experimento. Uno cruel y malvado.
Pero tal vez la pregunta debería ser otra. Si mi padre peleaba con Jill y de por sí apenas le interesaba mi vida ¿Cómo era posible que un bebé recién nacido sobreviviera tanto tiempo sin consumir siquiera algo de leche materna?
El payaso no lo sabía, Jill tampoco. Pero existían personas que, ligeramente, se apiadaron de mi miseria. Los humanos de aquella zona.
Eran muy pocos los humanos que vivían ahí en general y más pocos los que conservaban algo de dicha humanidad.
Igualmente era todo un riesgo el que corrían acercándose a mi y por eso mismo fueron muy ocasionales sus visitas.
Solo una de ellas confesó haber sido de los pocos que se acercaron. Llamada Jane. Ella no vivía en ese mundo, pero sabía que pertenecían a él de alguna forma.Tal vez fue la más humana de todos. O por lo menos fue la única que me comentó haber estado cerca y alimentado.
Aún que tal vez, dicho en sus palabras, no debió haberlo hecho. Acudir a sus impulsos empáticos solo me condenó más de lo que le hubiera gustado. Porque sustento mi vida.
Tiene razón. Pero no planeo echarle la culpa a alguien, que a mí parecer, tenía mejores intenciones que aquellos que también rondaban cerca.Era un bebé, rodeado de buitres a la espera de poder darse un buen festín con mi vida.
Fueron tiempos difíciles. Y honestamente hubiera sido mejor haber muerto durante esa época. Ahorrarme la consciencia, ahorrarme la persecusión, los traumas y el infinito dolor de haber nacido sin una pizca de amor. Sin conocer a mi madre y de haber tenido tanta mala suerte de haber conocido a "mi padre". Al cual notifico entre comillas, porque jamás, pero nunca jamás, planeo considerar como un padre como tal.De este lado se dice que padre es el que cria con amor y responsabilidad. No el que ha planeado minuciosamente cada detalle para concluir en el experimento más hostil que se le pudo haber ocurrido.
No me cansaré de decirlo, anunciarlo. Odio a ese hijo de puta, que siquiera se sentiría insultado con eso, pero no encuentro palabras ni insulto que describa el profundo odio y resentimiento que le tengo, con mención honorífica, a ese tipo.También odio a dicho mundo, a los que me dejaron en sus manos en vez de asesinarme en el momento. Por eso estoy acá. Está es mi venganza contra el mundo que no existe.
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Clown (Laughing Jack)
FanficDel otro lado del río de aquel bosque profundo, existe un sitio oscuro, donde las cosas más aberrantes y hostiles imaginadas ocurren. Ese mundo no existe. Hasta ahora... Y todo esto es su culpa. La historia narra la vida del heredero del famoso pay...