C A P Í T U L O ♦ 16

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Ya tenia 16 años para cuando mi vida término dando bastantes giros que desembocaban todas mis emociones de golpe. Luego de aquella noticia me negué rotundamente a creerle a mi padre, no podía ser cierto ¿Por qué? Era obvio el por que, pero en ese entonces fue inaceptable para mi...

Supuse que mi padre mentía, que todo lo que dijo fue para difamar a Jill y a Slenderman, por lo que no le creí, me negué. Él me menciono que era muy inmaduro aun para entenderlo, que por esa razón se había negado a decirme la verdad, porque era un idiota hormonal que aun no tenia las capacidades necesarias para digerir noticias como la muerte, a pesar de haber asesinado a una corta edad, aun no lo entendería, decía él.

Me quede llorando esa noche luego de la noticia, negándome a creele a ese payaso que siempre mentía y engañaba, no le creería... Pero una parte de mi decidió tomar precauciones entonces, para protegerme de la trágica verdad que negaba rotundamente. Me aleje de todos...

Permanecí en el circo por dos años, ayudando a mi padre a embalsar los cuerpos de esos pobres niños perdidos y atrapados por sus garras, pero no quería saber nada de nadie, ni si quiera interactúe con mi padre entonces. La noticia aun manipulaba mis emociones en mi cabeza y a veces temblaba al espiar a las madres de las víctimas de mi padre, todas se volvían locas, todas morían... «¿Mamá se volvió loca y por eso la mataron? » Recurría a esa pregunta con frecuencia, pero la borraba inmediatamente, no podía ser así, mi madre me había cuidado y alejado de mi padre por razones obvias y a Jack poco le importó... Aparte de que siempre estuvo metida en el tema de su existencia paranormal, si el caso era matarla por 'loca' entonces lo hubieran hecho sin importar si Jack la 'protegía'. Debía ser así si realmente era esa la razón, los proxys mismos me lo narraban de pequeño.

'Si te metes donde no debes no dudaremos en sacarte del mapa terrestre para siempre '

Era una advertencia, uno de ellos, Masky, consideró que era lo mejor tanto para mi como para ellos, todo debido a que era hijo de mi madre. Era pequeño y cada vez que me lo mencionaban me daba pavor, sobre todo cuando Toby era el encargado de recordármelo, ese hombre me aterraba, su forma de decirme las cosas era la menos sutil a diferencia de los otros dos, era al que menos prefería, pero el que más razones encontraría para matarme por el hecho de tener apariencia de 'payaso'...él los odia...

Esa vez mi día de 'trabajo' concluía y marcharía nuevamente al circo, ya había acosado a esa pobre madre lo suficiente y no quería seguir haciéndolo, ya estaba harto de sentirme así por ver a esas mujeres sufrir por sus amados hijos, me causaba remordimiento. Lo malo de todo el trabajo, no solo era tener que cargar a niños destripados o acosar padres frustrados, era tener que oír a mi padre querer manipularme para matar...

—Vamos idiota. Mataron a tu madre y tu eres el encargado de ver lo felices que son esos niños con las suyas antes de que llegue yo. ¿No te causa un poco de odio hacia esos afortunados? —Siempre sonreía malicioso, buscando unirme a sus actos atroces de asesinar menores o dejar huérfanos a esos niños para la facilidad de él. Me daba asco.

—A pesar de todos tu estúpidos intentos...no pienso ser un jodido monstruo como tu. No soy un maldito resentido que vive en sus penas como cierto payaso monocromo idiota y repugnante —El miedo dejo de ser miedo luego de haber convivido con él por casi 16 años, por lo que ya no tenia razones para 'respetar' a ese hombre al que llamaba 'padre'

—Jajajajajaja algún día caerás, imbécil. Esta en tu puta sangre ser un asesino, aparte no puedes decir que eres puro, manchaste tus manos cuando eras solo un estúpido niño llorón —Le gustaba recordarme mis tragedias, no era de sorprenderme ya, pero siempre me dolían a pesar de todo.

—Pero a diferencia tuya yo no sigo llorando por ese niño, Laughing Jack —Mencione con desprecio, obviamente me refería al famoso Isaac Grossman, su 'mejor amigo' quien fue asesinado a sangre fría por él mismo luego de abandonarlo 13 años en una caja.

—Miserable mocoso...no te falta mucho para convertirte en una de mis víctimas —Gruño, dándose media vuelta y alejándose de mi. Realmente tenia razón, pronto seria carne fresca para él, al cumplir 18 mi vida dejaría de depender de ese hombre y mi padre seria liberado de la amenaza del hombre de traje, tenia que preparme...

Suspire frustrado, tenia muchas cosas en mente y tenia tanto miedo de no saber que hacer, tenia dudas molestas en mi mente, ideas erróneas causando desastres y un terror extraño a morir.
Me senté en lo que siempre había sido mi cama y recapacite mi situación actual, quería llorar, odiaba todo lo que tenia que soportar ¿Realmente merecía este tipo de vida?

Mi celular sonaba, fue un regalo de cumpleaños de parte de Jill hace dos años atrás, quería mantenerse en contacto conmigo, pero desde ya tiempo la venia ignorando y quien llamaba era exactamente ella. Aquel aparato estaba protegido por un chico rubio al que llamaban Ben, era un fantasma y en varias ocasiones jugué con él a videojuegos, él supervisaba mi celular para que no hablara con posibles personas a las cuales revelar  nuestra existencia, si lo hacia él se encargaría de matarme... Las amistades en ese sitio jamas existieron...

Jill persistía en llamar y mandar mensajes, debía estar preocupada, pero yo no quería hablar con ella, no luego de esa revelación que aun me negaba a creer. Me sentía enojado, pero ansioso por exigir respuestas, quería confirmar que lo dicho por mi padre no era cierto.
Mi mano se tambaleo hacia el celular vibrando y decidí contestar...me harte de este mundo lleno de locos asesinos, mentirosos y sin empatia alguna, quería irme, pero si me iba a ir...me iría con la verdad.

—¡Oh finalmente! —Escuche a Jill suspirar del otro lado, tenia razón... Estaba preocupada —¿Sucedió algo? ¡Hace dos años vengo llamándote, Jake! —Se quejo, me estaba manteniendo serio al escuchar su voz, no sabia que pensar al respecto de ella.

—¿Mataste a mi madre? —No iría con rodeo, me sacaría la duda de encima. Me sentía nerviosos, que comencé a temblar de repente cuando un silencio apagado se noto del otro lado —Jill... ¿Mataste a mi madre? —Volví a preguntar, en ese momento mi padre se había percatado de mi llamada y se asomo a escuchar detrás de la puerta mal construida que me hice para tener privacidad. Sentía que iba a llorar si no respondía —¡Jill! —Insisti en respuesta, era un silencio largo y abrumador, mis manos comenzaron a sudar y podía sentir mis ojos humedecerse.

—¿Uh? Di-disculpa Jake, me distraje un momento —Era una mentira que paso desapercibida entonces para mi —¿Qué decías? —Respire profundo y le termine por cortar exhalando con frustración todo el dolor que estaba sintiendo antes de concluir en lágrimas.

—Patético humano —Escuche el murmuro insensible de mi padre antes de oír sus pasos marcharse de sitio, pero que mierda me interesaba su consuelo, quería irme a la mierda de ese sitio quería irme y no volver jamás.

—¡¡Te odio!! ¡¡Los odio!! ¡¡¡Los odio hijos de perra!!!

Clown (Laughing Jack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora