Capítulo XV

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La noche anterior no había sido capaz de conciliar el sueño y ahora sufría las consecuencias. A pesar de que Taemin había accedido a compartir la cama con él y Ellie en medio de ambos, no pudo dormir, simplemente no pudo hacerlo; su mente divagaba entre ver al castaño a escasos centímetros frente a él, dormitando mientras enlazaba inconsciente su mano con la suya y aspirando su perfume, mientras que por otra parte, la conversación con su tía le seguía mortificando, en una tortura constante que estaba lejos de terminar tan fácilmente.

Al menos, eso creía.

A lo lejos sintió la puerta de la entrada principal de la casa cerrarse y sin perder tiempo, sacó del bolsillo de su pantalón su teléfono celular. Edith se había ido y el papel que le hubo dejado tan solo avivaba más su propias ansias y nerviosismo.

- Choi & asociados, bufete de abogados, buenas tardes...

- Camille, soy yo, Minho

- ¡Oh, señor Choi, esperaba recibir su llamado! Hoy se fue tan de repente, que quedamos muy preocupados, los demás han preguntado por usted, ¿se encuentra bien?

- Sí, yo soy lo que menos importa ahora

- ¿Señor...?

- Necesito que me comuniques con Jung Ji Hoon

- ¿Disculpe? Señor, él... el señor Jung es su competencia, n-no, no entiendo por qué...

- Camille, en serio, no necesito tus preguntas ahora, tan solo haz lo que te digo – suspiró – Contáctate con su asistente, ajusta una reunión con él, para mañana a primera hora si es posible, dile que es urgente...

- Señor Choi, ¿está todo bien?

¿Lo estaba?

- Uhm, sí, claro, no te preocupes – mintió – Llámame cuando tengas planeada la reunión, convéncelo cómo sea, págale si es necesario, pero necesito reunirme con él, sí o sí.

- S-sí, sí señor, le llamaré...

- Gracias Camille, adiós...

Aparcó su auto en la acera del frente, deteniendo el motor mientras en su mente volvía a revivir los acontecimientos con Edith. Camille había sido, como siempre, muy efectiva en su trabajo y con la petición que le había hecho la tarde anterior y esa mañana se había reunido con Jung Ji Hoon, su principal competencia en el mundo de los abogados y con quien siempre se encontraba en los tribunales; uno defendiendo y el otro contra atacando, o viceversa.

La conversación con su pseudo enemigo profesional, había resultado mejor de lo que esperaba. El hombre, un par de años mayor que él, había accedido a ser su abogado defensor en la causa que le había puesto Edith, su tía, con el fin de quitarle la custodia de Ellie. Juntos planearon la mejor estrategia que tenían para poder salir airosos de aquello. Si bien Minho era un abogado más que capacitado, la experiencia de Ji Hoon en el área familiar, era lo que estaba buscando en él y el principal motivo del por qué le había contactado y pedido que le ayudase.

Descendió del deportivo negro, ajustándose el abrigo oscuro y tomando su maletín, mientras cruzaba la calle y caminaba hacia el café en donde habían quedado de reunirse. Con cada paso que daba, se sentía más nervioso y asustado. Esa mañana al salir de casa, su última imagen fue la de Taemin y Ellie durmiendo en la cama que habían compartido; tan hermosos, tranquilos, llenos de paz y lejanos a esa batalla interna que él estaba viviendo y la cual temía mucho perder; un beso en la frente de cada uno le dio el valor suficiente que necesitaba para armarse de valor y salir a realizar sus trámites: con Ji Hoon primero y luego con Edith, con quien habían quedado en un café céntrico.

[ Memorias de un Invierno ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora