Capítulo IX

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Por el rabillo de su ojo, Jonghyun no le quitó la mirada de encima; estaba casi echado en el asiento, piernas abiertas, el codo apoyado en la ventana y la mano de aquel brazo sosteniendo su frente mientras respingaba entre dientes, diciéndose improperios a sí mismo y secando una que otra lágrima de rabia que se escabullía por sus ojos.

Apenas vieron la ambulancia salir por el condominio, Minho corrió hacia la casa a tomar sus cosas y salió cerrándola, mientras que su amigo ya lo esperaba dentro del auto para ir rumbo a la clínica. Taemin se había desmayado, convulsionando y quedando en un estado que, para su recuperación, era por lo menos, preocupante.

Pero no era tan solo eso lo que ahora lo tenía con ganas de saltar de un puente o lanzarse al vacío desde el edificio más alto de Seúl. No, no era eso. Sino aquello que vio en los ojos de Taemin cuando sostuvo su débil cuerpo entre sus brazos: Ellie. Minho no podía saber cómo, pero tenía la certeza de que algo en la cabeza de Taemin, algo que parecía estar adormecido o fuera de funcionamiento, había dejado de estarlo y se había puesto a trabajar a mil kilómetros por hora, restaurando las piezas perdidas de aquel puzle, rearmándolo de nuevo y dejándole ver aquella imagen que merecía más de una explicación por parte del moreno.

- Jjong, por favor, ¿no puedes ir más rápido?

- Minho, voy a 100 en una zona de 50... ya estamos llegando – le dio – Llamaré a Kibum para que nos espere en el hall y no perdamos tiempo, ¿sí?

- Cla-claro...

- Deberías llamar a la mamá de Taemin, ella debe saber lo que pasó... - añadió viendo de soslayo como su amigo no parecía reaccionar – Minho, llama a la mamá de Tae...

- ¡S-sí, la llamaré!

- ¡Mierda, Kibum tiene apagado el celular! Deberemos entrar al complejo... - su vista hacia el asiento de al lado, notando cómo su amigo tensaba la mandíbula, notoriamente nervioso.

Golpes secos y constantes resonaron hasta la habitación en donde hace pocos minutos se había recostado a dormir una siesta. Molesto se incorporó de la cama, dando pasos rápidos hasta la habitación contigua, mirado de reojo que siguiera durmiendo. Cerró la puerta del cuarto y se internó en la sala en donde los golpes sonaban duro, abrió la puerta y pegó un salto del asombro al ver a Minho entrar sin saludarle y a Jonghyun tras él.

- ¡Maldición Minho, Ellie está durmiendo, ¿tenías que armar este alboroto?! – le dijo evidentemente molesto.

- Cariño...

- Kibum, trae a mi hija...

- ¡No, está durmiendo, ya te dije ha estado muy mañosa! – añadió sintiendo la mano de su novio tomarle por el brazo – Jjong, ¿qué...?

- Taemin está en la clínica cariño, ha tenido una crisis, tenemos que ir de inmediato...

- Que Taemin, ¡¿qué...?! – su cuerpo cayendo pesado en el sofá, esperando por explicaciones que en ese momento estaban de más – No entiendo nada, dime, ¿qué pasó?

- Kibum, trae a Ellie...

- ¿Jjong...?

- Minho cree que Taemin recordó a Ellie... - le explicó – Yo... yo le mostré a Minho el video que grabamos en la mañana y Taemin entró en la cocina, y lo vio, y bueno...

- ¡POR EL AMOR DE DIOS KIBUM TRAE A ELLIE AHORA!

Su grito resonó fuerte en el departamento luego de sentirse ignorado con lo que estaba pidiendo. Sin esperar respuesta, se internó en el pasillo, entrando en el cuarto donde la niña ya estaba llorando desconsoladamente dentro de su cuna, moviendo sus bracitos y piernas como pidiendo a que alguien la socorriese.

[ Memorias de un Invierno ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora